En primer lugar, es esencial comprender que la vejiga es un órgano que almacena la orina antes de ser expulsada del cuerpo. Cuando la vejiga se llena, los receptores nerviosos envían señales al cerebro indicando la necesidad de vaciarla. Ignorar estas señales y aguantar las ganas de orinar puede tener varios efectos en el cuerpo.
Una buena salud urinaria es esencial para mantener el equilibrio interno del cuerpo, prevenir problemas específicos del sistema urinario y contribuir al bienestar general. El cuidado adecuado de la salud implica escuchar las señales del cuerpo, mantener una hidratación adecuada y buscar atención médica cuando sea necesario para prevenir y abordar posibles problemas.
Sigue a Cromos en WhatsAppAguantar las ganas de orinar: el primer síntoma
Uno de los primeros que puedes experimentar es la incomodidad abdominal. La vejiga llena ejerce presión sobre los órganos circundantes, lo que puede causar sensaciones incómodas y dolor en la zona abdominal baja. Además, la retención de orina puede llevar a una distensión de la vejiga, lo que contribuye a la molestia.
A medida que el tiempo pasa, la orina acumulada en la vejiga se convierte en un caldo de cultivo ideal para las bacterias. La retención prolongada de orina puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario, ya que las bacterias tienen más tiempo para multiplicarse en un ambiente propicio.
La función renal
La presión constante sobre la vejiga también puede afectar la función renal. Los riñones filtran continuamente la sangre para eliminar desechos y producir orina. Cuando la vejiga está llena y se mantiene así durante mucho tiempo, los riñones pueden experimentar una mayor presión, lo que potencialmente afecta su capacidad para eliminar eficientemente los desechos del cuerpo.
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¿Y el suelo pélvico?
Además, aguantar las ganas de orinar puede tener consecuencias en el sistema muscular del suelo pélvico. Este grupo de músculos es fundamental para el control de la vejiga y la función urinaria. La retención frecuente de orina puede debilitar estos músculos con el tiempo, lo que podría resultar en problemas como la incontinencia urinaria.
Aguantar las ganas de orinar ocasionalmente no suele causar daño permanente, pero hacerlo de manera regular puede tener efectos negativos en la salud de tu vejiga, riñones y músculos pélvicos. Escuchar las señales de tu cuerpo y darle la atención que necesita es fundamental para mantener un sistema urinario saludable.
La próxima vez que sientas la necesidad de orinar, no ignores la llamada de tu cuerpo y haz un esfuerzo por encontrar un momento adecuado para liberar esa presión acumulada. Tu salud urinaria te lo agradecerá.
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