Así influye la psicología deportiva en los resultados (esto no es autoayuda)
En los últimos 20 años se ha comprobado que trabajar la mente es tan importante como hacerlo con cualquier músculo. La psicología deportiva ha tomado más relevancia en los atletas de alto rendimiento, al punto de ser tan importante como la preparación física. Cromos habló con un experto que trabaja en un equipo de fútbol profesional.
Por Redacción Cromos
11 de septiembre de 2024
El 27 de julio de 2021, en los Juegos Olímpicos de Tokio, la gimnasta Simone Biles se retiró de la prueba por equipos en la que Estados Unidos era favorita para quedarse una vez más con el oro. Biles apenas hizo un aparato (salto) antes de irse por el túnel oscuro del pabellón rumbo a los camerinos. La estrella que había brillado en Río 2016 (cuatro oros) regresó al escenario, se puso un chándal blanco y abrazó a sus compañeras mientras la delegación norteamericana anunciaba a los jueces su retiro de la competencia. Rusia ganó.
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Ese mismo día Biles, de 24 años, confesó que tuvo un ataque de ansiedad y que, de cierta manera, tenía lesionado su orgullo. La mejor gimnasta de la historia no soportó la presión de mejorar lo hecho y puso un alto confesando sus miedos ya no solo frente a la competición, sino ante la vida misma. “El problema de salud mental está presente, ahora más que nunca, en los atletas de alto rendimiento”, agregó.
James Rodríguez y Simone Biles son ejemplos de deportivas ganadores. Cada uno ha tenido desafíos diferentes, pero han dejado huella en el fútbol y la gimnasia, respectivamente.
Como ella, y en la última década, más deportistas de élite han tenido el coraje de hablar sobre la presión mental que los agobia, de la depresión que los destruye y de la importancia de tener un acompañamiento profesional para hacer que sus vidas sean llevaderas y sanas sin importar lo que pase en la competencia.
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El mismo año en el que Biles mostró que era frágil como cualquiera —y que tenía el derecho de serlo—, Gianluigi Buffon, arquero campeón del mundo con Italia en 2006, le escribió una carta al Buffon que debutó en Parma a los 17 años, revelándole que, en un futuro no lejano, a pesar de gozar de fama y dinero, viviría días en los que no querría levantarse de la cama. Y que la rutina lo asfixiaría al punto de hacerlo pensar en un retiro prematuro. Lo vivió Michael Phelps, el mejor nadador de la historia y el hombre con más medallas de oro en unos JJ. OO. (23), cuando se refugió en el alcohol y llegó a pensar en el suicidio luego de pasar cinco días sin comer, encerrado en una habitación.
La psicología aplicada al deporte ha estado presente desde comienzos del siglo XX, pero su relevancia se ha notado más en las últimas dos décadas, tiempo en el que el acompañamiento es un diario de ruta para que el atleta no se sienta agobiado tanto por el éxito como por el error y aprenda a manejar situaciones de estrés, como en la vida misma. Fallar es indispensable para aprender a ganar.
“El entrenamiento psicológico es tan importante como el físico. Así como en la parte física está la fuerza, la flexibilidad, la movilidad y la resistencia, en la mental hablamos de la motivación, la confianza, la imaginación, el control de las emociones, la visualización y el diálogo interno”, dice Edwin López, psicólogo del deporte y quien coordina el equipo psicológico de Millonarios.
El cerebro también es un músculo y, así como se fortalecen los cuádriceps, los bíceps y todas las cadenas musculares, es necesario entrenarlo y partir del autoconocimiento, de lo que se es, de lo que se tiene, lo que no y lo que se puede obtener. Y entender qué es lo que el deportista quiere hacer y no lo que otros esperan que haga.
¿Influye la psicología en el rendimiento deportivo?
En esta oportunidad vamos a hablar de Millonarios y el trabajo de López y su equipo en la pretemporada. Antes de iniciar competencia aplican unos tests a los jugadores (test que han sido adaptados al contexto colombiano) para tener un diagnóstico de cada jugador y así poder evaluar sus habilidades, el grado de motivación que tienen, el tipo de personalidad, el estado de ánimo y, con toda esta información, crear un perfil.
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“Ya teniendo ese perfil, miras si se está bajito en confianza, por ejemplo, o en diálogo interno, y diseñas un plan individual de fortalecimiento sin descuidar que las aptitudes estén altas. Hay que mantener un balance”, agrega López.
Luego, entiendo que la repetición es el camino hacia la perfección —tal cual como si estuvieras entrenando el remate a portería—, los psicólogos estructuran ejercicios y buscan que el futbolista los mecanice dentro y fuera de la cancha, al punto de que la técnica se ejecute de manera inconsciente, por puro reflejo, como el defensor que sabe que tiene que moverse hacia delante cuando su equipo ataca para generar el fuera de lugar del rival.
“Si se vuelve automático no generará ruido cognitivo. Y habrá unos estándares de calidad, que se traducen en un bienestar mental en el jugador que, por supuesto, se ve reflejado en su desempeño dentro del terreno de juego”, apunta López. Ya habiendo trabajado con el individuo —en el caso de deportes colectivos—, el siguiente paso es fortalecer las cualidades grupales, como la cohesión, el liderazgo, la comunicación y la eficacia colectiva.
En Millonarios, por ejemplo, se crean grupos focales para poder hacer una medición, tener un diagnóstico y llevar a cabo un plan, tal cual sucede con una lesión fisiológica: radiografía o resonancia, identificación del problema y programa de rehabilitación. “Cuando hacemos todo esto comenzamos con un seguimiento sistemático y con mediciones para asegurarnos de que está surtiendo efecto. En resumen: protegemos la salud mental del atleta y así estamos protegiendo su desempeño deportivo”.
Millonarios, que en el semestre pasado no tuvo un buen inicio de campeonato, se repuso al final y logró clasificar a los cuadrangulares, un repunte que, de cierta manera, se debe al trabajo mental hecho desde la base y desde el entender del individuo por delante del atleta, sin separarlos, claro.
Las lesiones taladran la mente
López no solo ha trabajado con futbolistas. De hecho, cuenta la historia de un squashista que fue diagnosticado con una enfermedad autoinmune y que tuvo que parar su actividad competitiva durante un año. “Hicimos una intervención que se conoce como historia de vida para lograr un acompañamiento asertivo y así enfrentar el momento pensando en un regreso a la competencia”. En esa oportunidad la ayuda no fue para manejar las sensaciones y emociones en la cancha, sino para acompañar el dolor, darle un significado a la enfermedad y brindarle recursos para no rendirse. “Fue muy fuerte para él, que desde los ocho años estuvo compitiendo. Nos veíamos una vez por semana, hablábamos del dolor y de cómo interpretaba esas sensaciones. Ahora que está de nuevo jugando y a un nivel alto, comprobamos que el manejo fue el adecuado”.
La psicología no solo enseña a dominar la mente durante la actividad deportiva y a controlar las ansias de estar a tope en todo momento, sino que también busca sostener cimientos y mantener motivaciones cuando se está alejado de la competencia. “Nosotros manejamos un protocolo integral y nos encargamos del control de las emociones. Algunos futbolistas entran en depresión por una lesión, otros entran en una fase de rabia. Entonces hay que ayudarlos a conservar la confianza, a que haya paciencia. Visualización, esa es la palabra. Que se visualicen jugando otra vez, como si nada hubiera pasado”, dice López.
Un crecimiento significativo
Edwin López asegura que nuestro país es abanderado de la región frente al trabajo psicológico en el deporte. Y hace un resumen: “En el Ministerio del Deporte, hasta donde tengo entendido, hay seis psicólogos de rendimiento. Puede que sean más. Los entes regionales, como el IDRD, cuentan con cuatro, a veces cinco personas. En Indervalle, igual, hay 11″, afirma. Lo anterior demuestra que desde las bases, como lo son las categorías infantiles, ya se reconoce el impacto positivo del acompañamiento y la guía psicológica. Y lo más importante: ya no solo se busca al profesional cuando hay un problema, todo lo contrario, en los momentos de más calma y que parecen perfectos también se solicita el acompañamiento.
“En Colombia tenemos dos doctores en psicología del deporte, fácilmente 60 personas con maestría en el mismo ámbito y 300 especialistas. Y los números van en aumento. Este campo tiene una gran demanda”. Es alentador que haya más especialistas y que cada vez se entienda más que el cerebro es un músculo y como tal hay que tratarlo. Y que con un entrenamiento acertado no se logrará que la mente esté en un estado de reposo constante, ni más faltaba, pero sí se aprenderá a sobrellevarla cuando las aguas pasen de estar pausadas a moverse sin control. “Tenemos que preocuparnos por la salud mental de nuestros deportistas y no dejar que los silencios prolongados desencadenen situaciones críticas, difíciles de manejar”, concluye López.