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Esta condición es común en mujeres que están pasando por la menopausia, pero también puede ocurrir en mujeres a las que se les extirparon los ovarios o que se sometieron a un tratamiento de radiación o quimioterapia para el cáncer.
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Los síntomas de la atrofia vaginal pueden incluir sequedad vaginal, picazón, ardor, molestias durante las relaciones sexuales y aumento de las infecciones vaginales. Las opciones de tratamiento incluyen el uso de humectantes o lubricantes vaginales, terapia de reemplazo hormonal y cremas tópicas de estrógeno. Es importante hablar con su proveedor de atención médica sobre las mejores opciones de tratamiento para usted.
Síntomas de la atrofia vaginal
La atrofia vaginal puede causar una variedad de síntomas, que pueden incluir:
- Secuencia vaginal
- Picazón o irritación vaginal
- sensación de quemazón vaginal
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Sangrado después de las relaciones sexuales
- Secreción vaginal escasa o nula
- sensación de presión en la vagina
- incontinencia urinaria
- Infecciones vaginales recurrentes.
Es importante recordar que no todas las mujeres experimentan todos estos síntomas y que algunas mujeres pueden tener síntomas diferentes o más leves. Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante hablar con su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico adecuado y obtener el tratamiento si es necesario.
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Factores de riesgo de la atrofia vaginal
Algunos factores de riesgo para la atrofia vaginal incluyen:
- Menopausia: La disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia es una de las causas más comunes de la atrofia vaginal.
- Histerectomía: La extirpación quirúrgica del útero también puede provocar una disminución en los niveles de estrógeno y, por lo tanto, aumentar el riesgo de atrofia vaginal.
- Tratamiento de cáncer: La radiación o quimioterapia utilizada para tratar el cáncer puede dañar los tejidos vaginales y disminuir los niveles de estrógeno.
- Lactancia: La lactancia materna puede causar una disminución en los niveles de estrógeno y aumentar el riesgo de atrofia vaginal.
- No haber dado a luz: Las mujeres que nunca han dado a luz tienen un mayor riesgo de atrofia vaginal debido a que los cambios hormonales asociados con el parto pueden ayudar a mantener la salud vaginal.
- Tabaco: Fumar puede aumentar el riesgo de atrofia vaginal.
- Enfermedades autoinmunitarias: Algunas enfermedades autoinmunitarias, como el lupus, pueden aumentar el riesgo de atrofia vaginal.
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Tratamiento de la atrofia vaginal
El tratamiento para la atrofia vaginal puede variar dependiendo de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento pueden incluir:
- Hidratantes y lubricantes vaginales: Estos productos ayudan a aliviar la sequedad vaginal y la incomodidad durante las relaciones sexuales.
- Terapia hormonal: La terapia de reemplazo hormonal (TRH) puede ser una opción para algunas mujeres que experimentan atrofia vaginal debido a la menopausia o la histerectomía. La TRH puede ayudar a aumentar los niveles de estrógeno en el cuerpo y mejorar la salud vaginal.
- Terapia con estrógeno local: La terapia con estrógeno tópico puede ser una opción para mujeres que no pueden o no quieren tomar terapia sistémica hormonal. Los productos de choque tópicos se aplican directamente en la vagina y pueden ayudar a mejorar la salud vaginal.
- Ejercicios del suelo pélvico: Los ejercicios del suelo pélvico, también conocidos como ejercicios de Kegel, pueden ayudar a mejorar la fuerza y la elasticidad de los músculos de la vagina y el suelo pélvico.
- Tratamientos láser: Los tratamientos con láser vaginal pueden ayudar a estimular el crecimiento del tejido vaginal y mejorar la salud vaginal.
Es importante que el tratamiento sea conversado con un especialista en el tema, se hable sobre los riesgos y beneficios de cada opción de tratamiento y elegir la más adecuada para usted.