¿Cómo ayudan los límites saludables a reducir el estrés y mejorar mis relaciones?
Rich Oswald, psicoterapeuta, psiquiatra y psicólogo de la Mayo Clinic explica en Cromos la importancia de imponer límites saludables en nuestras relaciones, con el fin de cuidar nuestra salud mental y fortalecer nuestra autoestima e identidad.
Por Redacción Cromos
16 de diciembre de 2024
Las personas establecen una variedad de relaciones a lo largo de su vida, que incluyen parejas, cónyuges, hijos, amigos, compañeros de trabajo, vecinos y conocidos. Cada tipo de relación conlleva distintas interacciones, responsabilidades e influencias. Además, todas las relaciones tienen límites o reglas de participación, que pueden ser conscientes y definidos deliberadamente, o haberse formado de manera inconsciente.
Sin embargo, para Rich Oswald, psicoterapeuta, psiquiatra y psicólogo en Eau Claire e Menomonie (Wisconsin), es fundamental que cada persona desarrolle y mantenga límites saludables, ya que esto no solo ayuda a construir relaciones positivas, sino que también previene conexiones que puedan ser perjudiciales.
¿Por qué debo poner límites en mis relaciones?
Según Oswald, establecer límites saludables es necesario para la salud de cada individuo y para la salud de sus relaciones. Vivir dentro de estos límites es crucial para reducir el estrés y aumentar la satisfacción en la vida, particularmente con las responsabilidades y tareas en la vida personal y profesional.
Cabe recordar que la ansiedad y el estrés se desarrollan cuando se asume la responsabilidad de las emociones, comportamientos y pensamientos de los demás. Muchas de las ansiedades que las personas experimentan son causadas por límites no saludables.
Sigue a Cromos en WhatsAppPor esto es tan importante la llamada “ley de las relaciones”, la cual destaca que una persona no puede controlar lo que los demás piensan, sienten o hacen, y que es la única responsable de lo que piensa, siente y hace. Reconocer y establecer límites en las relaciones que respalden esta ley ayuda a aclarar dónde terminan las responsabilidades y autoridad de una persona, y dónde comienzan las de los demás. Este entendimiento es clave para mantener relaciones equilibradas y saludables.
Considere cómo se siente cuando le asignan una tarea para completar, pero no le proporcionan los recursos necesarios para realizarla. Esto puede generar ansiedad y preocupación. Los mismos sentimientos pueden surgir cuando alguien intenta transferirle la responsabilidad de sus emociones, pensamientos y comportamientos. Los límites saludables son fundamentales para el bienestar.
¿Cómo poner límites saludables?
El psicoterapeuta también explica que establecer límites inicialmente puede ser un desafío, especialmente si la educación, formación o experiencias personales lo han llevado a establecer límites perjudiciales.
Los límites están impulsados por la forma en que una persona percibe su valor como individuo. Su valor no debe depender de su desempeño. Es importante reconocer cómo se valora actualmente y evaluar si esa visión es la correcta.
Por ejemplo, considere cómo un padre o una madre ama a sus hijos frente a cómo reaccionan ante el comportamiento de estos. Nada de lo que haga el niño puede cambiar el amor de los padres por él. Aunque los padres puedan sentirse molestos por el comportamiento del niño, su amor no depende de la conducta de este.
Concéntrese en practicar comportamientos que apoyen su autoestima de manera positiva. Determine límites saludables que pueda establecer claramente: piense en sus relaciones con su pareja, padres e hijos; con su trabajo y compañeros de trabajo; y con sus finanzas.
Responda estas preguntas para ayudarlo a establecer los límites que desea definir para usted:
- ¿Cuáles son las relaciones que me traen estrés y ansiedad?
- ¿Estoy tratando de controlar las emociones, los pensamientos o el comportamiento de alguien?
- ¿Me siento maltratado o que se están aprovechando de mí?
- ¿El valor que siento de los demás cambia en función de qué tan bien cumplo con sus solicitudes u obligaciones?
Además, identifique creencias falsas que lo llevaron a tener límites no saludables en el pasado. Esto puede hacerlo determinando qué experiencias lo llevaron a tener sentimientos de culpa o falta de respeto. Piense en momentos en los que sintió que molestaría a alguien o causaría enojo si no realizara una tarea en particular.
La ansiedad implica anticipar que algo malo sucederá y no tener una respuesta saludable a ese sentimiento. Tenga en cuenta lo que puede o no puede controlar y, nuevamente, recuerde que no es responsable de las emociones, acciones o pensamientos de otras personas.
¿Cómo aprender a decir “no”?
Los límites no saludables a menudo son impulsados por creer que uno no puede decir “no”. Valide por sí mismo que decir “no” es una forma de aumentar sus límites saludables. Decir “sí” a las actividades y tareas dentro de sus límites solo es significativo cuando su “no” es igualmente valorado.
Decir “no” a cosas fuera de sus límites probablemente le causará más presión para decir que “sí”. Tenga un plan de acción sobre cómo responderá de manera saludable a algo que viola sus límites. Su plan de acción puede incluir practicar decir “no” de manera firme pero amable, u optar por no hablar con alguien que no respeta sus límites.
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Inicialmente, los límites más saludables requieren mucho esfuerzo para establecerse y mantenerse. Con el tiempo, usted descubrirá que ellos se volverán más habituales y requerirán menos esfuerzo. El dolor anterior causado por límites no saludables desaparecerá. También notará que la presión para complacer a los demás disminuirá.
Por último, es importante que revise regularmente sus acciones para asegurarse de seguir los límites que ha establecido, especialmente durante períodos estresantes o de gran ocupación. Un control semanal o mensual puede ayudarlo a controlar sus objetivos y prioridades.