Una lagaña es una secreción que se acumula en los bordes de los ojos, especialmente después de dormir. Está compuesta por una mezcla de moco, aceites, células muertas y otras sustancias que los ojos producen como parte de su proceso natural de limpieza y lubricación. Durante el día, el parpadeo ayuda a eliminar estas secreciones, pero mientras dormimos, se acumulan en los extremos de los ojos.
Las lagañas suelen ser inofensivas, pero una cantidad excesiva o un cambio en su color o consistencia (como si se vuelven verdes o muy espesas) puede ser un signo de infecciones oculares, como la conjuntivitis.
Sigue a Cromos en WhatsAppEl moco es una sustancia viscosa producida por las glándulas mucosas que se encuentran en las membranas de varias partes del cuerpo, como la nariz, la garganta, los pulmones y el sistema digestivo. Su función principal es proteger y lubricar las superficies internas del cuerpo, atrapando partículas de polvo, bacterias, virus y otros agentes externos que podrían ser perjudiciales.
La rinitis requiere un tratamiento a largo plazo para controlar los síntomas. La adherencia continua al tratamiento puede ser un desafío, especialmente si los síntomas no son constantes o si el paciente subestima la importancia del tratamiento a largo plazo.
A veces nos encontramos en situaciones incómodas donde notamos que una persona tiene algo en la cara, como una lagaña en el ojo o un poco de suciedad en la nariz. Aunque es importante ser cortés, también es necesario encontrar una forma adecuada de mencionarlo para evitar la vergüenza.
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Recuerda que la clave está en la empatía y el tacto. Nadie quiere estar en una situación incómoda, y siendo amable y discreto, puedes ayudar a alguien sin hacerle sentir vergüenza.
Aquí te doy algunos consejos sobre cómo comunicarlo de la mejor manera, cuidando la relación y siendo respetuoso.
1. Elige el momento y lugar adecuado
Primero, asegúrate de que no haya demasiadas personas alrededor. Si es posible, trata de estar en un espacio donde puedan tener un momento privado para que no sienta que otros lo están observando. Esto evita que la persona se sienta avergonzada.
2. Sé discreto y amable
En lugar de hacer un comentario directo que pueda resultar brusco, usa un tono suave y discreto. Puedes intentar algo como:
- “Perdona, solo quería decirte que tienes un poquito en el ojo.”
- “Disculpa, tienes algo en la nariz, por si no lo habías notado.”
Estas frases son educadas y no ponen a la persona en una situación incómoda.
3. Usa Señales Sutiles
Si prefieres no decirlo en voz alta, puedes utilizar una señal no verbal, como tocar ligeramente tu propia nariz o frotarte el ojo. A menudo, la persona entenderá la indirecta y revisará su propio rostro. Este método puede ser más sutil si te preocupa cómo se sentirá la otra persona.
4. Evita el humor en momentos delicados
Aunque la tentación de hacer una broma podría parecer una forma de aligerar el momento, es mejor evitarlo. La persona podría sentirse incómoda o ridiculizada. Mantén la conversación en un tono amigable pero serio.
5. Sé rápido y sincero
Al abordar la situación, no te extiendas demasiado ni hagas que el momento se prolongue. Simplemente informa con respeto, y deja que la persona actúe de acuerdo con tu observación. Ser breve y directo es clave para que el momento pase lo más rápido posible.
6. Normaliza la situación
Después de mencionarlo, puedes seguir la conversación como si nada hubiera pasado. Esto ayudará a que la persona no se sienta demasiado incómoda o avergonzada. Si te mantienes tranquilo y relajado, la situación será más manejable para ambos.
Ejemplo de frase educada
“Perdona que te interrumpa, pero quería avisarte que tienes algo en la nariz (o en el ojo). Solo quería que lo supieras”.
Nota hecha con IA, bajo supervisión de un periodista.