En la actualidad, el sedentarismo se ha convertido en una preocupación creciente, especialmente para aquellos que pasan largas horas frente a una computadora. La investigación ha demostrado que pasar demasiado tiempo sentado puede tener serias consecuencias para la salud, como un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
Sin embargo, la buena noticia es que un reciente estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine (BJSM) ofrece una solución práctica: dedicar entre 30 y 40 minutos al día a la actividad física moderada o vigorosa puede contrarrestar los efectos negativos de hasta 10 horas de inactividad.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Qué dice la ciencia?
Investigadores del Departamento de Medicina del Deporte de la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte evaluaron los datos de 44.000 personas de mediana edad y mayores a lo largo de un periodo de 4 a 14 años y medio. Usando rastreadores de actividad física, determinaron que cualquier tipo de ejercicio es mejor que ninguno.
Los hallazgos respaldan las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomiendan entre dos horas y media y cinco horas de actividad física moderada a la semana. Como mencionan los expertos, actividades como correr en el parque, usar las escaleras o practicar yoga son simples maneras de alcanzar estos objetivos.
Stamatakis señala que, aunque las directrices actuales son la mejor opción basada en la ciencia disponible, “todavía existen algunas en nuestro conocimiento”, por lo que se espera que estudios futuros proporcionen recomendaciones más personalizadas.
Reducir el azúcar: ¿una caminata diaria puede ayudar?
Otro aspecto importante del bienestar es la reducción del consumo de azúcar. Según la red Access Community Health Network, el consumo excesivo de azúcar puede incrementar el riesgo de enfermedades como la diabetes, hipertensión y problemas hepáticos. En un esfuerzo por mitigar estos riesgos, un estudio reciente de la Universidad de Harvard reveló que caminar al menos 15 minutos al día es una estrategia eficaz para controlar los antojos de azúcar.
El estudio, que analizó a más de 12.000 personas en México, descubrió que aquellos que adoptaron esta sencilla rutina lograron reducir los efectos de los genes asociados con la obesidad. Además, caminar libera endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”, que no solo mejoran el estado de ánimo sino que también reducen el estrés y los deseos por alimentos dulces.
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De esta forma, ya sea que el objetivo sea contrarrestar el sedentarismo o reducir el consumo de azúcar, la clave está en incorporar pequeñas pero significativas actividades físicas en el día a día. Desde caminar o jugar con las mascotas hasta usar la bicicleta para desplazarse, estos hábitos no solo mejoran la salud física, sino que también promueven un mayor bienestar general.
Así que la próxima vez que te encuentres frente a una computadora por horas, recuerda que tan solo 30 minutos de ejercicio pueden marcar una gran diferencia en tu vida.
*Contenido generado con asistencia de la IA.
