Las almohadas son parte esencial de nuestra rutina de descanso, pero con el tiempo acumulan suciedad, sudor y ácaros que pueden afectar nuestra salud y comodidad al dormir.
Es por eso que mantenerlas limpias es fundamental para garantizar un buen descanso.
Sigue a Cromos en WhatsAppLee en Cromos: Limpia y elimina el mal olor de tus almohadas con estos dos trucos caseros
Pasos para lavar tus almohadas en la lavadora
A continuación, te ofrecemos una guía paso a paso sobre cómo lavar las almohadas en la lavadora de forma efectiva y sencilla.
Paso 1: revisión de la etiqueta
Antes de lavar tus almohadas, es importante revisar la etiqueta para conocer las instrucciones específicas del fabricante. Algunas almohadas pueden ser lavables en la lavadora, mientras que otras requieren limpieza en seco o cuidados especiales.
Paso 2: pretratamiento de manchas
Si tus almohadas tienen manchas visibles, es recomendable tratarlas antes de lavarlas. Aplica un detergente suave o un quitamanchas directamente sobre la mancha y deja que actúe durante unos minutos antes de lavarlas.
Paso 3: preparación de la lavadora
Asegúrate de que la lavadora esté limpia y en buenas condiciones antes de comenzar el proceso de lavado. Ajusta la temperatura del agua de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta de las almohadas y selecciona un ciclo suave para evitar dañarlas.
Las almohadas amarillas pueden evitarse con un correcto lavado y secado.
Paso 4: agregar detergente y blanqueador
Coloca las almohadas en la lavadora y agrega la cantidad recomendada de detergente suave. Si deseas una limpieza más profunda y blanca, puedes agregar un poco de blanqueador sin cloro al compartimento correspondiente de la lavadora.
Paso 5: lavado y enjuague
Inicia el ciclo de lavado y deja que la lavadora haga su trabajo. Una vez que el ciclo haya terminado, realiza un enjuague adicional para asegurarte de que no queden residuos de detergente en las almohadas.
Paso 6: secado
Retira las almohadas de la lavadora y exprímelas suavemente para eliminar el exceso de agua. Luego, colócalas en la secadora y selecciona un ciclo de secado suave o de aire. Agrega unas cuantas pelotas de secado o toallas limpias para ayudar a que las almohadas mantengan su forma original y se sequen de manera uniforme.
Paso 7: revisión final
Una vez que las almohadas estén completamente secas, revísalas para asegurarte de que estén limpias y libres de manchas. Si es necesario, puedes repetir el proceso de lavado o secado para obtener mejores resultados.
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Siguiendo estos sencillos pasos, puedes mantener tus almohadas limpias y frescas para disfrutar de un sueño reparador noche tras noche.
Recuerda lavar tus almohadas regularmente, al menos cada tres meses, para garantizar la higiene y prolongar su vida útil.