El cristal del horno, con el uso frecuente, se ensucia, se engrasa y pierde brillo. Estos residuos de grasa, manchas de comida y otros restos que pueden resultar difíciles de limpiar, y puede parecer una tarea desalentadora, especialmente si quieres evitar rayar la superficie.
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Sigue a Cromos en WhatsAppNo obstante, con los métodos adecuados y un poco de cuidado, puedes lograr resultados brillantes sin dañar el vidrio. Estos son algunos de los trucos:
1. Opta por estas soluciones naturales:
Evita los limpiadores abrasivos que puedan rayar el cristal del horno. En su lugar, opta por soluciones suaves y naturales. Una mezcla de bicarbonato de sodio y agua o vinagre blanco puede ser una excelente opción para eliminar la suciedad sin dañar la superficie.
2. Trata con anticipación las manchas difíciles:
Si el cristal del horno tiene manchas difíciles de eliminar, puedes pretratarlas para aflojar la suciedad antes de limpiar. Aplica una pasta de bicarbonato de sodio y agua sobre las áreas manchadas y déjala actuar durante unos minutos antes de limpiar con un paño suave.
3. Evita objetos abrasivos:
Nunca uses estropajos duros u otros objetos abrasivos para limpiar el cristal del horno, ya que pueden rayar la superficie y dejar marcas permanentes. En su lugar, opta por paños suaves, esponjas no abrasivas o incluso papel de periódico para limpiar.
Aplica una pasta de bicarbonato de sodio y agua sobre las áreas manchadas
4. Prueba con vapor:
El vapor puede ser un aliado efectivo para aflojar la suciedad y la grasa acumulada en el cristal del horno. Llena una bandeja resistente al calor con agua y colócala en el horno a una temperatura baja durante unos minutos. El vapor generado ayudará a ablandar la suciedad, facilitando su limpieza posterior.
5. Limpia regularmente:
La clave para mantener el cristal del horno en buenas condiciones es limpiarlo regularmente. Intenta limpiarlo después de cada uso para evitar que la suciedad y la grasa se acumulen y se vuelvan más difíciles de eliminar con el tiempo.
Siguiendo estos consejos y siendo diligente en el cuidado de tu horno, podrás mantener su cristal limpio y reluciente sin riesgo de dañarlo. Recuerda que la limpieza regular es fundamental para preservar la apariencia y el funcionamiento de tu horno a largo plazo.
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