En la vida de una mujer, pocas experiencias son tan transformadoras como enfrentar el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama.
En medio del miedo, el dolor y la incertidumbre, muchas encuentran una luz al final del túnel: la posibilidad de reconstrucción mamaria, un procedimiento que no solo restaura el cuerpo, sino también el alma.
Sigue a Cromos en WhatsAppPara muchas sobrevivientes, este podría ser el capítulo final en una batalla contra la enfermedad, pero también el comienzo de una nueva vida.
Conocer de qué se trata esta enfermedad es una forma de prevenir.
Por ello, Cromos, en conmemoración del mes de cáncer de seno, habló con la doctora Diana Giraldo, cirujana plástica oncóloga sobre este tema que deben enfrentar muchas mujeres después de sufrir una mastectomía.
La reconstrucción mamaria: “La autoestima hace parte de la salud”
Para la especialista, también coordinadora científica de Oncology Fighters, y gerente de Investigación y Docencia de Clinaltec, ha indicado que es necesario llevar un manejo integran de la enfermedad.
“El cáncer para lograr los mejores resultados debe ser manejado multidisciplinariamente y de manera integral. Para el cáncer de mama la institución debe contar con mastólogo, oncólogo, radioterapeuta, con cirugía plástica oncológica”, entre otros.
Esta última es más que un simple procedimiento quirúrgico; es un símbolo de renacimiento. Tras el tratamiento de cáncer de mama, que a menudo incluye mastectomía (extirpación del tejido mamario), muchas mujeres optan por la reconstrucción para recuperar la simetría corporal y, en muchos casos, su autoestima.
Según varios estudios, más de mitad de las mujeres diagnosticadas con cáncer de seno en etapa temprana eligen algún tipo de reconstrucción mamaria como parte de su proceso de sanación física y emocional.
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“El momento ideal para recurrir a la reconstrucción mamaria es el enfoque oncológico. Es decir, el mastólogo es el que nos dice si esa paciente puede reconstruirse de manera inmediata o si su reconstrucción debe ser tardía”, afirmó Diana Giraldo sobre este procedimiento.
Para muchas mujeres, la reconstrucción puede ser la oportunidad de recuperar lo que la enfermedad se llevó. Por ello, “afortunadamente, la seguridad social en Colombia cubre estas reconstrucciones, incluso hasta la colocación de implantes en la mama”, añadió la especialista.
Es importante que las pacientes entiendan que no es solo una cirugía estética. Es un procedimiento que, para muchas, mejora la calidad de vida al ayudar a las mujeres a reconectar con su cuerpo después de una experiencia tan invasiva como el cáncer de mama.
El impacto emocional de la reconstrucción mamaria es profundo. Según un estudio publicado en la revista Psycho-Oncology, las mujeres que optan por la reconstrucción reportan una mejora significativa en su bienestar psicológico, autoestima y satisfacción con su imagen corporal.
El apoyo psicológico también juega un papel fundamental en este proceso. Muchas mujeres buscan acompañamiento de grupos de apoyo o terapia individual para enfrentar las emociones que surgen después del tratamiento.
Además, la Dr. Giraldo indica que “debes continuar haciéndote tu seguimiento igual, que si no tuvieras ninguna cirugía de senos. Es decir, mamografías y ecografías anuales para identificar precozmente cualquier lesión sospechosa”.
Recuerda que la decisión de someterse a una reconstrucción mamaria es profundamente personal. Algunas mujeres optan por no hacerlo, eligiendo en su lugar llevar prótesis externas o simplemente aceptar su cuerpo tal como está.
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Lo más importante es que cada mujer elija el camino que la haga sentir más cómoda y en paz consigo misma.
La reconstrucción mamaria, en última instancia, no solo restaura el cuerpo, sino también el espíritu, ayudando a las mujeres a cerrar un capítulo de lucha y comenzar uno nuevo lleno de esperanza.