Cuidado de la piel: hablemos de los ácidos láctico, azelaico y salicílico

Entre los ácidos los que son muy populares son el láctico, el azelaico y salicílico. A continuación el médico Luis Arturo Gamboa explica para qué sirve: “El ácido láctico es un derivado de la leche, que ayuda a hacer una exfoliación muy suave de la piel y también hidrata, entonces tiene estas ventajas en pieles que son maduras, secas, se pueden usar; sin embargo, los que tienen piel muy sensible pueden sentir un poquito de ardor al aplicar”.

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Frente al ácido azelaico, María Paulina Estrada, médica dermatóloga, expone: “Ayuda con las venitas que uno tiene en la cara que hace que la piel se vea un poquito más rojita, también controla la producción de nuevas venitas para que los pacientes intenten permanecer mejor en el tiempo y que no progrese la enfermedad como en los pacientes que tienen rosácea”.

En cuanto al ácido salicílico, este “es un producto que hace una exfoliación suave de la piel y que usualmente lo utilizamos más en pieles grasas o ásperas en zonas como rodillas o codos, porque ayudan a exfoliar esa superficie. En pieles con acné, muchos de los productos de limpieza o de tratamiento lo traen, pero puede generar irritación o poca tolerancia”, dice Gamboa.

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El valor de la exfoliación

Eliminar las células muertas para que la piel se vea más luminosa es un efecto beneficioso para las pieles grasas o personas que sufren de acné. Estrada dice que es un método con el que se aumenta el recambio de las células superficiales y que existen dos tipos: los exfoliantes químicos y los físicos. “Los químicos son sustancias con ciertas concentraciones que se usan para aumentar este recambio, esos podrían ser los famosos peelings, que mejoran no solo ese recambio celular, sino que también hay otras sustancias que nos ayudan con determinadas patologías de la piel. Hay exfoliantes específicos combinados con algunos componentes que nos ayudan a eliminar manchas, hay otros que son específicos para peelings de acné y peelings antienvejecimiento”, agrega la experta.

En cuanto a los físicos, “estamos hablando de aparatos que ayudan a levantar esa parte superficial de la piel, que suena muy abrasivo, pero realmente son exfoliaciones muy superficiales, son muy buenas a la hora de tratar cicatrices, porque ayudan a poner la piel más lisa. ¿Qué es importante tener claro? Esas pueden ser las microabrasiones, pero con un solo procedimiento no es suficiente, es un proceso y se necesita ser constante”.

¿Cómo afrontar el envejecimiento de la piel?

La dermatóloga Luisa Fernanda Galindo menciona: “El uso de protección solar es el mejor antiedad. Podemos usar ingredientes que estimulan el colágeno, como lo son retinoides contenidos en medicamentos, o algunos cosméticos antioxidantes como vitamina C, vitamina E, niacinamida, polifenoles, entre otros. Todo depende del tipo de piel”.

El retinol es uno de los ingredientes más conocidos para prevenir los signos del paso del tiempo, es confiable porque cuenta con diversos estudios científicos avanzados, en comparación al bakuchiol, que se supone es su alternativa más “natural”.

Hay quienes huyen al retinol y otros retinoides por su impacto inmediato sobre la piel (puede producir irritación). Para esto es mejor incorporarlo a la rutina paulatinamente, una vez cada 15 días, luego una vez a la semana e ir aumentando teniendo en cuenta cómo reacciona tu piel. Asimismo, puedes intentar el método del sánduche: primero aplicar hidratante, luego el retinol y sellar con más hidratante.

Hablemos de los artilugios tecnológicos

Se han popularizado las máscaras con láseres que ayudan a reducir manchas, controlar el acné o incluso a prevenir el envejecimiento, instrumentos para quienes quieren una rutina más avanzada. Pero igual están los famosos rollers o la guasha: “Pienso que el mejor gadget es un sombrero que nos proteja del sol. En cuanto a herramientas, podríamos usar los rollers de piedra jade para masajear la hidratante. Esto con el fin de relajarnos, no porque en sí mismo el roller tenga un efecto en el colágeno, pero relajarnos y manejar el estrés es importante en el cuidado de la piel”, dice la dermatóloga Galindo.

Finalmente, la experta sugiere que “no es necesario usar estas herramientas, pero sí puede ayudar al drenaje linfático y a relajarnos. Como mencioné es fundamental manejar el estrés, especialmente en enfermedades inflamatorias de la piel”.