La forma en que comenzamos el día puede influir significativamente en el bienestar físico y mental. Sin embargo, algunas rutinas al despertar, que parecen inofensivas, pueden afectar negativamente nuestra energía, concentración y estado de ánimo.
Descubramos cuáles son estos tres hábitos perjudiciales y cómo evitarlos para tener un resto de día productivo y sin complicaciones.
Sigue a Cromos en WhatsAppHábitos dañinos al despertarse
El inicio del día establece el tono para el resto de nuestras actividades. Unos hábitos matutinos saludables no solo mejoran la productividad, sino también la calidad de vida a largo plazo.
Dormir unos minutos más, mirar el teléfono o saltarse el desayuno pueden parecer detalles insignificantes, pero tienen un impacto significativo en la calidad de vida.
Según estudios publicados en Harvard Health Publishing, el primer par de horas después de despertar son cruciales para regular nuestros niveles de cortisol, la hormona del estrés, que influye en la energía y el estado de ánimo.
Sin embargo, ciertas prácticas comunes pueden interferir con este proceso, llevándonos a sentirnos cansados, desmotivados o incluso afectando nuestra salud física. Algunos de estos son:
1. Dormir “cinco minutos más”
Una de las prácticas más comunes es retrasar la alarma y quedarse en cama unos minutos más. Aunque parece un pequeño placer matutino, puede ser muy perjudicial para el ciclo de sueño.
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El botón de “repetición” fragmenta la siesta, afectando la calidad de este último tramo. Al volver a dormir, entramos en una fase de sueño ligero que no es reparadora y puede causar una sensación de cansancio al levantarnos.
2. Mirar el teléfono inmediatamente al despertar
Otra costumbre muy extendida es revisar el móvil nada más al abrir los ojos, ya sea para mirar redes sociales, correos electrónicos o noticias.
El uso del teléfono al despertar expone nuestros ojos a luz azul, lo que puede alterar la producción de melatonina y afectar tu ritmo circadiano. Además, comenzar el día revisando notificaciones o problemas laborales puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad.
Según un artículo publicado por Psychology Today, este hábito sobreestimula el cerebro en un momento en que debería estar ajustándose gradualmente a la vigilia.
3. Saltarse el desayuno o tomar decisiones poco saludables
Muchas personas, por falta de tiempo o apetito, tienden a saltarse el desayuno o consumir alimentos poco nutritivos como café en exceso o productos ultraprocesados.
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Saltarse el desayuno puede causar picos de glucosa más tarde en el día, lo que afecta la energía y la concentración. Por otro lado, un desayuno poco balanceado, alto en azúcares y grasas saturadas, no proporciona los nutrientes necesarios para empezar el día con vitalidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un desayuno equilibrado debe incluir proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables.
