Día Mundial del Dolor: ¿cómo ser empáticos ante el dolor del otro?
Aunque parezca algo normal, el dolor no debería ser visto como parte de la vida cotidiana y mucho menos como una razón para alejar social, emocional o físicamente a alguien. En el Día Mundial del Dolor te damos algunos consejos para abordar con empatía el dolor de otras personas sin caer en la burla o la discriminación.
Por Christopher Ramírez Hernández
16 de octubre de 2024
Este 17 de octubre se conmemora el Día Mundial del Dolor, una fecha destinada a visibilizar el impacto del dolor en la vida de millones de personas y a resaltar la importancia de no normalizar esta experiencia.
De acuerdo con la quinta edición del Índice de Dolor (HPI) de Haleon, el 93% de los colombianos y 9 de cada 10 personas en todo el mundo padecieron algún tipo de dolor en 2023. Sin embargo, el dolor a menudo es enfrentado en silencio, cargado de estigmas, lo que nos obliga a preguntarnos: ¿cómo podemos ser más empáticos ante el dolor de los demás?
El dolor no es sinónimo de debilidad
Un dato alarmante del estudio revela que el 51% de los colombianos ha sido estigmatizado por experimentar dolor, con percepciones que los tachan de débiles o incapaces. Esta visión perjudicial refuerza la creencia de que el dolor debe ocultarse o enfrentarse solo. En cambio, lo que debería normalizarse es hablar sobre el dolor abiertamente, creando espacios donde las personas se sientan comprendidas y apoyadas.
La empatía hacia quienes sufren debe comenzar por erradicar estos prejuicios. Acompañar a una persona que experimenta dolor no es ofrecer consejos rápidos o minimizar su sufrimiento, sino escuchar y reconocer la validez de sus emociones y malestares.
Sigue a Cromos en WhatsAppPara Antonio Hernández, presidente de la compañía para Colombia y Perú, el dolor sigue siendo un tabú cargado de ideas erróneas, que afecta especialmente a quienes ya están marginados en la sociedad, como las mujeres, las personas de color y la comunidad LGBTIQ+.
¿Cómo ser más empáticos ante el dolor de los demás?
- Escuchar sin juzgar: a menudo, cuando alguien expresa su dolor, la primera reacción es minimizarlo o cambiar de tema. Es fundamental escuchar sin interrumpir y sin emitir juicios, dejando de lado la tendencia a comparar el dolor propio con el ajeno.
- Validar los sentimientos: decir frases como “sé cómo te sientes” puede restarle importancia al sufrimiento del otro. En su lugar, reconocer que el dolor es una experiencia personal única y que su vivencia es válida, permite a la persona sentirse comprendida.
- Evitar los clichés: frases como “el tiempo lo cura todo” o “tienes que ser fuerte” no alivian el dolor de quien lo padece. En cambio, ofrecer apoyo concreto o simplemente estar presente puede ser de mayor ayuda.
- Fomentar el diálogo sobre el dolor: hablar sobre el dolor debería ser visto como un paso hacia la solución, no como una señal de debilidad. El 68% de los participantes del estudio de Haleon indicó que una mayor empatía en torno al dolor supondría una diferencia significativa en su bienestar. Promover conversaciones sobre el dolor ayuda a romper con los estigmas y a buscar soluciones.
El impacto social y emocional del dolor
Cabe recordar también que el dolor no solo afecta a nivel físico, sino también en el ámbito emocional y social. Según el Índice de Dolor, el 59% de los colombianos se siente menos sociable cuando está en dolor, y el 37% reporta una caída en su autoestima. Este aislamiento puede intensificarse cuando la persona siente que su dolor no es comprendido por quienes la rodean.
Es por esto que es crucial que, como sociedad, reconozcamos el dolor de los demás y estemos dispuestos a ofrecer nuestro apoyo. Ser empáticos ante el dolor ajeno no implica resolverlo, sino acompañar y validar el sufrimiento de la otra persona.
Sin embargo, la realidad es que muchas personas han normalizado el dolor como parte de su vida diaria. El doctor Rodrigo Santacoloma, médico bilingüe especializado en nutrición clínica, advierte que esta perspectiva impide que quienes sufren reciban el tratamiento adecuado, algo que podría mejorar significativamente su calidad de vida. Aunque no siempre es posible eliminar el dolor por completo, un tratamiento adecuado y oportuno puede ofrecer alivio.
Asimismo, el autocuidado juega un papel importante en el manejo del dolor. Aunque los analgésicos de venta libre pueden ayudar a mitigar el dolor leve a moderado, es esencial consultar a un profesional de la salud para abordar las causas subyacentes. El éxito del tratamiento, como afirma Santacoloma, radica en la disposición de buscar ayuda y comprometerse con el plan indicado por el médico.
Dolores como el abdominal o el de cabeza se han normalizado en nuestra sociedad.
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Rompiendo el ciclo de estigmatización
El Día Mundial del Dolor no solo es una oportunidad para visibilizar una realidad que afecta a millones, sino también para fomentar un cambio de mentalidad. No debemos normalizar el dolor, ni el propio ni el ajeno. En su lugar, deberíamos comprometernos a ser más empáticos, romper con los estigmas y buscar soluciones que mejoren la calidad de vida de quienes sufren.
El dolor es una experiencia humana compartida que merece ser tratada con compasión y empatía. El simple acto de escuchar y comprender puede marcar una gran diferencia en la vida de quienes lo padecen, ayudando a romper el silencio y a buscar un alivio que no solo cure el cuerpo, sino también el alma.