Edulcorantes: ¿son tan buenos como los pintan?

En los últimos años, los edulcorantes han ganado popularidad como una alternativa al azúcar, especialmente entre quienes buscan controlar su peso o tienen problemas de salud como la diabetes. Estos productos prometen el dulzor sin el impacto calórico, pero ¿son realmente una opción saludable?

Para responder a esta pregunta, consultamos a la doctora Manuela Calle, nutricionista dietista de la Universidad CES, y analizamos las últimas recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Edulcorantes y su papel en la dieta

“¿Se debería reemplazar el consumo de azúcar por edulcorantes?” pregunta la doctora Calle. La respuesta no es sencilla. Los edulcorantes, explica, son sustancias diseñadas para imitar el dulzor del azúcar sin proporcionar las mismas calorías, lo que puede ser útil para personas con diabetes. “Se ha visto que el consumo de edulcorantes no afecta el pico de azúcar en sangre”, lo que les da una ventaja en la dieta de estos pacientes.

Sin embargo, como advierte la doctora, la recomendación es limitada. En mayo de 2023, la OMS desaconsejó el uso de edulcorantes para controlar el peso, tras revisar evidencia que sugiere que no ofrecen beneficios a largo plazo para la pérdida de grasa corporal y, en algunos casos, pueden estar asociados con riesgos para la salud, como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

De hecho, Francesco Branca, director de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS, indicó que “los edulcorantes sin azúcar no son factores dietéticos esenciales y carecen de valor nutricional” y que por el contrario, “las personas deberían reducir totalmente el dulzor de la dieta, desde una edad temprana, para mejorar su salud”.

¿Es mejor el azúcar o los edulcorantes?

El dilema entre azúcar y edulcorantes sigue siendo complejo. La doctora Calle señala que el consumo de azúcar debe ser moderado: “se recomienda un consumo inferior al 10% del valor calórico total del día”. Esto significa que, aunque es posible consumir azúcar, debe hacerse con mesura. Para los niños menores de dos años, tanto el azúcar como los edulcorantes están totalmente desaconsejados, según la especialista.

Lo que recomiendan tanto la OMS como los expertos en nutrición es reducir en general el nivel de dulzor en la dieta. En lugar de sustituir el azúcar por edulcorantes, se debe optar por alimentos naturales, como frutas, que aporten dulzor sin los efectos negativos asociados con los azúcares añadidos o los edulcorantes artificiales.

Moderación y sentido común con los edulcorantes

La especialista enfatiza la importancia de la moderación: “no consuman edulcorantes todos los días en grandes cantidades, sino que sea todo en moderación, como cualquier otra cosa en la nutrición”. Esta recomendación está en línea con las directrices de la OMS, que recalcan que los edulcorantes pueden formar parte de una dieta equilibrada, pero no deben utilizarse como una solución milagrosa para controlar el peso o mejorar la salud sin otros cambios en la alimentación y el estilo de vida.

Además, varios estudios sugieren que el uso excesivo de edulcorantes puede tener consecuencias imprevistas. Un estudio realizado en Chile, por ejemplo, mostró que, tras la implementación de la Ley de Etiquetados, aumentó significativamente el uso de edulcorantes en alimentos procesados, especialmente en productos dirigidos a niños, lo que plantea dudas sobre los posibles efectos a largo plazo en la salud de la población.

Te puede interesar: ABC del huevo: nutricionista explica todo lo relacionado con este alimento

Entonces, ¿son los edulcorantes tan buenos como los pintan? La respuesta, según los expertos, es no tan simple. Si bien pueden ser útiles en casos específicos, como en personas con diabetes, su uso indiscriminado no es recomendable, especialmente para el control del peso.

Como señala Calle, la moderación es la clave y adoptar una dieta equilibrada que priorice los alimentos naturales y mínimamente procesados. Tanto el azúcar como los edulcorantes pueden tener un lugar en nuestra dieta, siempre y cuando se consuman con responsabilidad.