Cada tipo de licor es una demanda distinta al hígado. Bebidas de alta graduación alcohólica, como el vodka y el whisky, son particularmente exigentes debido a su alta concentración de alcohol.
(Lee en Cromos: Esto le pasa al hígado cuando dejas de tomar alcohol)
Sigue a Cromos en WhatsAppOpciones como la cerveza y el vino, aunque con menor concentración de alcohol, pueden ser igualmente dañinas si se consumen en exceso. Por lo anterior hay que moderar el consumo de alcohol y mantener un estilo de vida saludable para proteger la salud del hígado.
Ten presente que no solo la cantidad debe considerar; el tipo de alcohol consumido juega un papel relevante en la salud hepática.
Para que lo tengas en cuenta, el 27 de febrero se celebrará el día Mundial del Trasplante y, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), en 2022 en Colombia se registraron 1.190 trasplantes, lo que representó un aumento del 21.1 % con respecto a la cifra de 2021 (938).
Vodka en versión coctel. Es refrescante al paladar, pero exigente al hígado.
Vodka
El vodka, una bebida destilada, generalmente tiene un alto grado alcohólico, lo que puede ser particularmente duro para el hígado. Al tener una alta concentración de alcohol, el hígado necesita trabajar más para metabolizarlo, lo que puede incrementar el riesgo de daño hepático, especialmente en consumo excesivo.
Whisky
También una bebida destilada, contiene alcoholes superiores y congéneres que pueden intensificar la carga en el hígado. Además, su alto contenido alcohólico significa que el hígado debe esforzarse más para procesarlo, aumentando el riesgo de enfermedades hepáticas.
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Aguardiente
Cuando se consume aguardiente, el hígado trabaja para convertir el alcohol (etanol) en acetaldehído, una sustancia química más tóxica, y luego en acetato, que es menos dañino y puede ser eliminado del cuerpo. Este proceso requiere energía y recursos del hígado.
Cerveza
A pesar de tener una concentración alcohólica más baja que los destilados, la cerveza se consume en mayores cantidades, lo que puede acumular la misma cantidad de alcohol en el cuerpo. Esto representa una carga significativa para el hígado, especialmente durante el consumo en un corto período.
Vino
Sobre todo el tinto, contiene antioxidantes como el resveratrol. Aunque estos componentes pueden ofrecer ciertos beneficios para la salud, el alcohol en el vino todavía requiere que el hígado trabaje para metabolizarlo. El consumo excesivo puede ser igualmente dañino.
Las razones por las que debes conocer las diferencias
- Concentración de Alcohol: Los licores como el vodka y el whisky tienen una mayor concentración de alcohol en comparación con la cerveza y el vino, lo que los hace más exigentes para el hígado.
- Volumen de Consumo: La cerveza, aunque tiene menor concentración alcohólica, a menudo se consume en mayores cantidades, lo que puede resultar en una carga similar para el hígado.
- Compuestos Adicionales: Los congéneres en bebidas como el whisky pueden aumentar la carga sobre el hígado. Por otro lado, los antioxidantes en el vino ofrecen un efecto mixto.
*Contenido generado por la IA, con supervisión humana.
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