Los resultados del estudio indicaron que los consumidores diarios de cannabis tenían un 34 % más de probabilidades de tener una enfermedad de las arterias coronarias (CAD) frente a los que nunca habían consumido marihuana.
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Sigue a Cromos en WhatsAppEl estudio confirmó una intuición que tenía parte de la comunidad médica: fumar marihuana sí está relacionado con la CAD (Enfermedad de las arterias coronarias). Esto se explica por haber una relación dosis-respuesta, en la que el consumo más frecuente de cannabis se asocia con un mayor riesgo de estas enfermedades o de infarto.
Se evaluaron encuestas a 175.000 personas en las que los investigadores primero analizaron la relación entre la frecuencia de consumo de cannabis y tasas de CAD (evaluadas en base a registros médicos que abarcan varios años).
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Luego de ajustar por edad, sexo y los principales factores de riesgo cardiovascular, los resultados indicaron que los consumidores frecuentes de cannabis tenían un 34% más de probabilidades de tener CAD que aquellos que nunca habían consumido marihuana.
El impacto del consumo de marihuana: Lo que dice la Liga colombiana contra el infarto y la hipertensión
Manuel Ricardo Lombo, médico internista y cardiólogo de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión, afirma que el uso de cannabis, además de la reciente presentación en el Congreso Mundial de Cardiología, que la asocian con riesgo de infarto, también produce euforia, y otros efectos cardiovasculares (taquicardia, contracciones ventriculares prematuras, fibrilación auricular, arritmias ventriculares), broncopulmonares (bronquitis), oculares (visión borrosa), psicológicos (juicio alterado, disforia, ansiedad, y, con dosis altas, paranoia y psicosis) y motores (alteración en la coordinación motora).
Debido a que los preparados comestibles de marihuana se absorben más lentamente, su consumo se asocia más con efectos secundarios psicológicos o cardiovasculares.
A nivel cardíaco y vascular el tetrahidrocanabinol estimula el sistema nervioso simpático y deprime el sistema parasimpático, aumentando así la frecuencia cardíaca, la demanda miocárdica de oxígeno, la presión arterial y la activación plaquetaria. En contraste, el canabidiol puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, modular la disfunción endotelial, reduciendo la respuesta inflamatoria.
Tabaco versus Cannabis: ¿Cuál es más peligroso?
Fumar e inhalar cannabis, comparado con fumar tabaco, aumenta las concentraciones de la hemoglobina cargada de dióxido de carbono cinco veces y el contenido de alquitrán tres veces. Se asocia con efectos negativos en el endotelio, el metabolismo de las grasas altera el transporte de oxígeno, y puede así causar alteraciones cardíacas (cardiomiopatía, angina, infarto del miocardio, arritmias, falla cardíaca, edema pulmonar, choque cardiogénico y muerte súbita).
El doctor Lombo también menciona que en los estados de la unión americana en los cuales se ha legalizado el cannabis, ha sido evidente el aumento de las consultas a Urgencias por infartos del miocardio y efectos adversos asociados al uso de cannabis. Reportes de casos y estudios observacionales apoyan la relación entre el uso de cannabis y fibrilación auricular, así como infartos que ocurren en individuos jóvenes sin enfermedad isquémica conocida. Entre usuarios de cigarrillo, el uso de cannabis se asocia a un incremento en las calcificaciones de las arterias abdominales y coronarias.
“El uso de cannabis se ha asociado con aumento del riesgo de accidentes cerebrovasculares. Se ha encontrado un riesgo 3,3 veces mayor de eventos cerebrales establecidos y transitorios en usuarios de cannabis en el último año, específicamente en usuarios semanalmente o con mayor frecuencia”, dice el especialista.
El humo de cannabis contiene muchos de los cancerígenos y mutágenos del humo del cigarrillo. El uso continuado y a largo plazo pudiera estar relacionado con el desarrollo de cáncer testicular. Los datos para cáncer pulmonar son conflictivos por el uso concomitante de tabaco.
Por la alta probabilidad de toxicidad cardíaca, vascular y cerebral por el consumo a corto y largo plazo de marihuana, se considera que antes de decretar el uso libre de cannabis se debe tener evidencia firme de que no producirá efectos cardiovasculares y en el sistema nervioso, entre otros, que a futuro (inmediato y mediato) puedan crear un serio problema de salud pública, afectando especialmente a la población joven y productiva del país. No tomar en serio las advertencias actuales podría causar un impacto hacia futuro que incluye todas las esferas del funcionamiento personal y social.