El fútbol está lleno de momentos inesperados, pero lo que le ocurrió a Ion Nicolaescu supera cualquier guion. El delantero moldavo del Sportclub Heerenveen protagonizó un impactante episodio al sonarse la nariz y ver, literalmente, su ojo salir de su órbita.
Todo ocurrió en un partido de la Copa de Países Bajos. Nicolaescu entró al campo con la misión de cambiar el marcador y, tras anotar un gol, parecía que todo marchaba bien. Sin embargo, el verdadero golpe llegó cuando, en pleno tiempo extra, sintió presión en su nariz, tapó un orificio y se sonó con fuerza… provocando una imagen digna de película de terror.
Sigue a Cromos en WhatsAppEl video de lo sucedido rápidamente se volvió viral, dejando a muchos preguntándose: ¿cómo es posible que un estornudo o un simple gesto pueda causar algo así?
VIDEO🇳🇱| La impactante lesión ocular de jugador moldavo, Ion Nicolaescu,🇲🇩 elemento del Herenveen, equipo que se enfrentó al Quick Boys por la Copa en Países Bajos 🇳🇱: se sonó la nariz y ojo se le salió de su órbita 👁️
— Renán Martínez A (@RenanMartinezA) January 19, 2025
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Exoftalmía: cuando el ojo decide asomarse más de la cuenta
Lo que le pudo haber pasado a Nicolaescu tiene nombre: exoftalmía, una condición en la que el globo ocular sobresale más de lo normal. Puede estar relacionada con enfermedades como el hipertiroidismo, infecciones o, en casos extremos, con traumatismos súbitos que generan un aumento de la presión interna en la cabeza.
En este caso, la presión generada al tapar la nariz y expulsar el aire con fuerza hizo que el ojo encontrara una “vía de escape”. Según la oftalmóloga Inés Lipperheid, esto ocurre porque los tejidos alrededor del ojo son muy delicados y el aire atrapado puede causar inflamación y desplazamiento del globo ocular.
¿Qué tan peligroso es que el ojo se salga de su órbita?
Si bien el ojo de Nicolaescu no salió completamente, sí sufrió una proptosis transitoria, que es cuando el globo ocular se proyecta hacia adelante sin desprenderse. En estos casos, los riesgos incluyen:
- Daño en los nervios ópticos, que puede afectar la visión.
- Sequedad y ulceraciones corneales, ya que el ojo queda más expuesto al ambiente.
- Inflamación y dolor intenso, lo que requiere atención médica inmediata.
Los especialistas indican que, si la proptosis es leve y el ojo regresa a su posición normal sin complicaciones, el pronóstico es bueno. Sin embargo, en casos más severos, puede ser necesaria una cirugía para corregir el problema y evitar secuelas.
Cabe recordar que lo sucedido con Nicolaescu no es un caso aislado. Hay antecedentes de otras personas que han experimentado proptosis o exoftalmía en situaciones insólitas, como al levantar pesas, toser con mucha fuerza o incluso estornudar.
El cuerpo humano es una máquina compleja, y aunque está diseñado para soportar grandes presiones, a veces pequeños gestos pueden desencadenar efectos sorprendentes.
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En esta oportunidad le tocó a Nicolaescu vivir en carne propia lo que significa que la presión interna juegue en contra, convirtiéndose en protagonista de un episodio tan curioso como alarmante. Afortunadamente, fue atendido a tiempo y su ojo regresó a su lugar sin mayores complicaciones.
Este incidente deja una lección insólita pero útil: aunque suene exagerado, nunca subestime la fuerza de un estornudo o de sonarse la nariz con demasiada intensidad. Porque, aunque el fútbol siempre tiene sorpresas, hay cosas que nadie quiere ver salir de su órbita; literalmente.
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