Seguramente te has preguntado: ¿cada cuánto debo lavar mis toallas de baño? Aunque puede parecer una pregunta trivial, la respuesta tiene un impacto directo en nuestra salud y bienestar. Según la química farmacéutica Karen Luna, es fundamental lavar las toallas después de tres usos, y hay razones poderosas detrás de esta recomendación.
La experta, en una entrevista para el programa Hoy Día de Telemundo, explicó que “las bacterias se reproducen por un proceso asexual que se llama fisión binaria. Es decir, una bacteria puede dividirse en dos cada cierto determinado tiempo cuando tiene humedad y temperatura adecuada”. Las condiciones que se encuentran en un baño, como la humedad constante y el calor, se convierten en el ambiente perfecto para la proliferación bacteriana.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Por qué lavar las toallas cada tres días?
Aunque a simple vista nuestras toallas parezcan limpias, la realidad es muy distinta. Karen Luna recalcó que “en solo cuestión de horas, nuestra toalla albergaría millones de colonias bacterianas. Estudios demuestran que las toallas deben ser cambiadas a menudo cada dos o tres usos”. No se trata solo de higiene superficial, sino de protegernos de la exposición a bacterias potencialmente dañinas.
Una de las bacterias más comunes en los baños es la temida Escherichia coli (E. coli), que puede transferirse fácilmente a las toallas. “En el baño tenemos la presencia de la bacteria fecal (E. coli), que para nadie es un secreto que el problema está cuando estas bacterias que albergan en nuestras toallas se transfieren a nuestro cuerpo o a nuestra piel y pueden ocasionar múltiples daños o afecciones”, detalló Luna.
Las toallas de tu baño pueden ser un caldo de cultivo si no se lavan periódicamente.
Las toallas, un hogar para bacterias
Entre las bacterias más comunes que pueden habitar en nuestras toallas, además de la E. coli, se encuentran Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa, las cuales pueden provenir de superficies o del propio ambiente del baño. A pesar de que nos bañamos para estar limpios, “las toallas ya están sucias porque hay presencia inevitable de la E. coli y humedad y calor en nuestros baños”, afirmó la experta.
La situación es aún más delicada con las toallas para secar el rostro y las manos. La química farmacéutica aconseja cambiarlas cada uso o cada dos días, debido al contacto frecuente con zonas especialmente sensibles de nuestro cuerpo.
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Por eso, para minimizar el riesgo de infecciones o afecciones en la piel, la solución más sencilla es establecer una rutina regular de lavado de toallas. Karen Luna concluye que adoptar este simple hábito es clave para cuidar nuestra salud y bienestar: “Cambiar las toallas cada tres días es la mejor manera de evitar que las bacterias se multipliquen y lleguen a nuestro cuerpo”. No lo pienses más: incorporar este hábito en tu rutina diaria puede marcar una gran diferencia en tu salud.
*Contenido generado con asistencia de la IA.
