En el mundo “adulto” es normal escuchar frases como “debo ir a casa a limpiar” o “¡Dios mío! Estoy cansado/a de limpiar la casa”. Sin embargo, muchas veces decimos “limpiar” cuando lo que realmente se necesita es “desinfectar”.
¿Sabes cuál es la diferencia? Aquí te la contamos.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Qué es limpieza?
La limpieza es el proceso de eliminar la suciedad, el polvo y las impurezas visibles de las superficies. Este procedimiento generalmente se realiza con agua, detergentes o jabones. La idea principal es remover las partículas visibles que pueden ser un caldo de cultivo para microorganismos.
Por ejemplo, cuando limpias una mesa con un paño húmedo, estás eliminando restos de comida y polvo. Sin embargo, la limpieza no necesariamente mata los gérmenes, sino que los reduce en cantidad al remover la materia donde estos pueden proliferar.
¿Qué es desinfección?
La desinfección, por otro lado, va un paso más allá. Este proceso implica el uso de productos químicos desinfectantes para matar microorganismos en las superficies. La desinfección se enfoca en destruir virus, bacterias y otros patógenos que pueden causar enfermedades.
Un ejemplo: después de limpiar la mesa, aplicar un desinfectante específico eliminaría cualquier germen residual, proporcionando una capa adicional de protección contra enfermedades.
Limpieza y desinfección: la combinación perfecta
Para mantener un entorno verdaderamente higiénico, es esencial combinar ambos procesos: limpieza y desinfección. Imagina esto como una receta de cocina; la limpieza es como preparar los ingredientes, mientras que la desinfección es cocinar el plato.
Uno no es completamente efectivo sin el otro. Primero, se remueve la suciedad visible, y luego se aplica el desinfectante para asegurar que cualquier microorganismo restante sea eliminado.
¿Cuál es la ciencia detrás de la desinfección?
Los desinfectantes funcionan destruyendo la estructura celular de los microorganismos o interfiriendo con sus funciones vitales. Existen varios tipos de desinfectantes, desde los a base de alcohol hasta los compuestos cuaternarios de amonio.
Es vital seguir las instrucciones del fabricante para asegurarse de que se aplique correctamente y sea efectivo.
¿Cuándo limpiar y cuándo desinfectar?
En la vida cotidiana, es importante saber cuándo aplicar cada proceso. Por ejemplo, limpiar es suficiente para áreas que no están en contacto frecuente con alimentos o personas, como los pasillos.
Sin embargo, para superficies de alto contacto como manijas de puertas, interruptores de luz, y áreas de preparación de alimentos, es crucial aplicar tanto la limpieza como la desinfección.
Consejos para una desinfección efectiva
- Leer etiquetas: no todos los productos de limpieza son desinfectantes. Asegúrate de que el producto indique claramente sus capacidades desinfectantes.
- Tiempo de contacto: deja que el desinfectante actúe el tiempo recomendado para asegurar que los gérmenes sean eliminados.
- Frecuencia: algunas áreas requieren desinfección diaria, especialmente en tiempos de pandemia.
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La diferencia entre limpieza y desinfección puede parecer sutil, pero es fundamental para mantener un ambiente saludable. Saber qué es limpieza y qué es desinfección, y cómo y cuándo aplicarlas, no solo mejora la higiene, sino que también protege contra enfermedades.
Así que la próxima vez que te pongas manos a la obra, recuerda: limpiar primero, desinfectar después.