El aumento de personas con diabetes es una realidad global. Como afirma Jairo Quintana, odontólogo estético experto en tecnología dental y presidente de la Asociación Colombiana de Odontología Estética y Digital (ACOED), esta condición crónica está influida por varios factores, desde la genética hasta la dieta y el consumo excesivo de azúcares.
Pero, ¿sabía que la diabetes afecta también la salud oral de maneras profundas y a veces poco visibles? La relación entre la diabetes y la salud de dientes y encías es tan significativa que las señales de un descontrol pueden reflejarse en la boca antes de detectarse en el sistema metabólico.
Sigue a Cromos en WhatsAppSegún Quintana, “un paciente que no está controlado en su diabetes (...) va a tener manifestaciones orales”, tales como periodontitis, sangrado espontáneo de encías y mal aliento persistente. Estos síntomas no son meramente superficiales; pueden ser señales de que la diabetes está afectando también la capacidad del cuerpo para combatir infecciones en la boca, creando una interacción compleja y problemática.
¿Cómo la diabetes afecta la salud oral?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en EE. UU. destacan que “los niveles altos de azúcar en la sangre pueden debilitar los glóbulos blancos, que luchan contra las infecciones”, y esta vulnerabilidad es especialmente crítica en la boca, donde las bacterias de la placa dental pueden proliferar debido al exceso de glucosa en la saliva. Esta situación contribuye a problemas como la boca seca, inflamación de encías y una curación lenta de las lesiones bucales, problemas que pueden escalar hacia infecciones severas y pérdida de dientes.
Ahora bien, la boca seca, por ejemplo, no solo genera incomodidad; como explica el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), “la saliva ayuda a prevenir las caries dentales al eliminar los restos de comida, evitar el crecimiento de bacterias y combatir los ácidos”. Sin una producción adecuada de saliva, el riesgo de caries y de enfermedad de las encías aumenta considerablemente, ya que la glucosa presente en la boca facilita el crecimiento de bacterias que forman placa y sarro.
Síntomas clave: la boca como una alerta temprana
Identificar y actuar ante las señales orales puede ser fundamental para prevenir complicaciones mayores. Algunos de los síntomas bucales asociados con la diabetes, según NIDDK, incluyen:
- Encías inflamadas y sangrantes: esta es una manifestación temprana de enfermedad periodontal y puede avanzar hasta la periodontitis si no se trata a tiempo.
- Movilidad de los dientes: un signo claro de que la salud de las encías está comprometida y el hueso que sostiene los dientes está deteriorado.
- Mal aliento persistente: aunque es un síntoma común de la mala higiene, en personas con diabetes puede ser una indicación de una infección subyacente.
La salud oral habla más que solo del bienestar de la boca; también muestra cómo está el resto de nuestro cuerpo.
Quintana enfatiza que “un paciente diabético no juicioso en su control (...) seguramente va a tener manifestaciones orales” que pueden complicar el desarrollo de la enfermedad en todo el organismo.
Estrategias de prevención y cuidado
La buena noticia es que, con un manejo adecuado de la diabetes y un cuidado dental constante, los problemas orales pueden ser prevenidos o controlados. El CDC recomienda realizar visitas periódicas al dentista y mantener un riguroso calendario de cuidados, ya que el tratamiento de la enfermedad de las encías “podría ayudar a reducir sus niveles de azúcar en la sangre con el tiempo”.
Consejos para una salud oral óptima en personas con diabetes:
- Cepillarse al menos dos veces al día: usar pasta con flúor ayuda a fortalecer los dientes.
- Uso diario del hilo dental: mantener las encías libres de placa reduce el riesgo de inflamación.
- Avisar al dentista sobre la diabetes: es vital para adaptar el tratamiento y prevenir infecciones.
También es fundamental no omitir las visitas regulares al dentista, ya que un control adecuado puede evitar que la enfermedad de las encías avance y ocasione pérdida de dientes. En palabras del NIDDK, “mantener la boca sana facilitará el control de la diabetes y prevendrá los problemas de salud relacionados”.
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Queda claro que la diabetes es una condición que afecta mucho más que los niveles de azúcar en la sangre; tiene un impacto directo en la salud oral, un área a menudo ignorada pero crucial para el bienestar general. Cuidar de la boca no solo ayuda a prevenir el dolor y las infecciones, sino que facilita el control de la diabetes y reduce el riesgo de complicaciones graves.
El mensaje es claro: al mantener una rutina de higiene oral adecuada y supervisión médica constante, los pacientes diabéticos pueden mejorar su calidad de vida y prevenir problemas que, a la larga, pueden ser difíciles de revertir.