“Me hubiera gustado perdonar la infidelidad de mi ex, a veces me arrepiento”
Tres personas comparten sus experiencias con parejas que los decepcionaron y una terapeuta analiza la infidelidad más allá de los maniqueísmos. “Si tu sentido del yo está consolidado, tienes más capacidad de perdonar”, sostiene la psicóloga.
Por Carlos Torres T.
01 de noviembre de 2024
Dice la terapeuta Esther Perel que “la infidelidad ocurre en buenos matrimonios, en malos matrimonios e, incluso, cuando el adulterio es castigable con pena de muerte”. En su libro El dilema de la pareja, una nueva mirada acerca del amor y las relaciones, la psicóloga belga, cuyas conferencias sobre las relaciones son virales en redes sociales, señala que “la libertad de irse o divorciarse no ha convertido a la infidelidad en obsoleta. Después de sumergirme en el tema, he llegado a ver que no existe una verdad única o una tipología completa que describa este crisol de pasión y traición”.
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Para ponerle voz a los que han sufrido la infidelidad, reunimos a tres personas menores de 40 años. Nos permitieron publicar un pedazo de su testimonio que funciona como argumento en el que muchos y muchas pueden verse reflejados.
También, para el epílogo de esta nota, entrevistamos a una psicóloga para ver a la infidelidad desde una óptica que escapa a los extremos de lo bueno y lo malo. Las conclusiones sobre si es posible perdonarla son patrimonio de los y las lectoras.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Es posible perdonar una infidelidad?
Relatos infieles
Lo que le pasó a Fabián M. con la infidelidad que involucró a un ex:
“En la década pasada salió con sus amigos de universidad a una fiesta, y al día siguiente empecé a notar cambios en ella. Finalmente, después de mucho preguntarle, se llenó de valor para confesarme que esa noche había tenido algo con un exnovio de cuarto semestre. Yo di un paso al costado, apartarme fue lo más indicado, aunque al año y medio me buscó. Ambos estábamos solteros, me pidió perdón y yo no cedí. Suelo preguntarme qué habría pasado de haberla perdonado, porque quise hacerlo. A veces me arrepiento de mi decisión final”.
Testimonio de María Camila que siempre recuerda la infidelidad cuando juega la selección Colombia:
“Él se fue de viaje con sus amigos a Barranquilla para ver un partido de Colombia. Se fue con su parche porque me aburro viendo fútbol y las boletas son muy caras. A los meses, descubrí una foto en su celular que parecía tomada por otra persona en una situación que no se me olvida. Me dolió darme cuenta de que, mientras yo lo extrañaba, él estaba involucrándose con alguien. Nos separamos con abogado”.
Leonardo se quedó con su “amiga de trabajo”, según Tatiana:
“De un momento a otro empezó a salir más seguido con los de la oficina y, las constantes llegadas tarde, confirmaron mi intuición de mujer. Comenzó a evitarme cuando le preguntaba por esas salidas, en medio de las evasivas los dos sabíamos que algo se rompió. Duramos casi un mes en crisis hasta que tuvo la valentía de contarme que estaba enamorado de quien siempre sospeché de su trabajo”.
Cualquiera puede sentirse identificado con alguno de los testimonios anteriores. O seguramente conoce a alguien que vivió episodios similares. Para poder publicarlos, les cambiamos los nombres por solicitud de cada fuente y omitimos ciertos detalles que podrían hacerlos más humanos y fáciles de descifrar para los que conocen al autor de esta nota.
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La infidelidad entra al consultorio: entrevista con una psicóloga
Para pasar de lo vivencial a lo analítico, la psicóloga clínica Carolina Barreto comparte a los lectores de Cromos una visión más amplia de la infidelidad.
¿Cómo podemos entender la infidelidad desde el punto de vista de una terapeuta?
La infidelidad es un fenómeno que emerge en el contexto de una relación de pareja. En esta dinámica intervienen varios componentes: el intrapsíquico, que corresponde a los aspectos internos de cada miembro de la pareja, y el interrelacional o intersubjetivo, que representa el universo compartido por ambos. Desde esta perspectiva, entiendo y abordo la infidelidad como el resultado de variables intrapsíquicas de las dos personas que integran la relación, así como de factores intersubjetivos o interrelacionales.
Si estoy atravesando una crisis causada por la infidelidad, ¿cuál es el primer paso?
Cuando hay una infidelidad, una de las primeras cosas que hay que buscar es la causa. Algunas veces las infidelidades son el producto de una dinámica relacional en la que se pierde la energía erótica, esta última no es una energía exclusivamente sexual. La energía erótica es la vitalidad de sentirnos vivos, de sentirnos conectados, esta se despierta al comienzo de una relación y luego se equilibra. Al comienzo de una relación amorosa hay vitalidad, entusiasmo, mucha excitación y placer en todo lo que tiene que estar relacionado con el otro. La crisis o pérdida de la energía erótica es una de las causas de la infidelidad.
¿Hay motivos que agravan una infidelidad?
La razón por la que una persona entra en estado de infidelidad o decide hacer parte de una relación fuera de la relación monógama puede deberse al resultado de dinámicas internas. Hay asuntos pendientes que esa persona tiene con él o con ella misma para redescubrir. Una infidelidad puede tener diversos significados: rechazo a otra persona, abandono, traición, todo depende realmente de los esquemas de autoconcepto. Entonces una gran parte de gestionar, digerir y procesar la posibilidad del perdón tiene que ver con entender desde el infiel, qué estaba pasando y cómo llegó a tomar esa serie de decisiones.
¿Cómo empieza el proceso de perdonar?
El proceso de perdonar empieza con hacer conciencia de qué significó la relación infiel para la persona que está involucrada y para la que recibe la infidelidad. Es necesario preguntarse qué significa y determinar si hay posibilidad de tener un proceso de curación.
¿La monogamia está en crisis?
No sé si la monogamia sea insostenible, para unas parejas sí lo es, lo que pasa es que hay unas expectativas muy interesantes en las en el mundo posmoderno: la pareja se ha convertido en el núcleo de la satisfacción de la mayoría de las necesidades de los miembros, entonces hoy la expectativa de la pareja es que sea el amante, el amigo, el proveedor, el terapeuta, el consultor financiero, el abogado, el compañero de discusiones filosóficas, el padre y la madre ideal de los hijos, el hermano que nunca se tuvo...
No es que la monogamia sea insostenible, lo que pasa es que las expectativas del mundo posmoderno son diferentes, antes habían otras personas que ayudaban a sostener a la pareja, como la comunidad, las mujeres no necesitaban contar y hablar a su esposo sus de sus dolores del alma y de sus angustias de la maternidad, sino que lo hablaban con sus pares, lo hablaban con las otras mujeres mientras todas se reunían para hacer determinada labor en la aldea, lo mismo los hombres por su lado.
La presión en la actualidad es muy alta…
Ahora hay muchas expectativas y las necesidades que debe cumplir un miembro de la pareja permite que algunas veces la energía erótica vaya disminuyendo. El nivel de responsabilidad se vuelve más alto en el sistema de pareja y hay poco espacio para descubrir la búsqueda del placer, entendiendo el placer no como la dimensión sexual, sino como vitalidad.
Volvamos al perdón. ¿Por qué es tan difícil sanar realmente luego de una infidelidad?
La decisión requiere que haya un sentido de cohesión interna, casi como una solidez del yo que le permita gestionar las acciones del otro que le produjeron sufrimiento. Me atrevería a decir que una persona con un sentido del yo consolidado tiene más capacidad psicológica de pasar el capítulo y de distanciarse de lo que ocurrió.
Lo anterior depende de qué tanto se desmorona la persona con este tipo de experiencias, si hay un sentido del yo inestable e inseguro, pues va a ser muchísimo más difícil lograr esa diferenciación entre el valor de la persona y lo que sucedió.
¿Cómo podemos gestionar los sentimientos que se desencadenan en la persona afectada?
Hay otro componente clave en el proceso del perdón: la gestión de las emociones. Hay dos que van a ser muy típicas, una es la tristeza, que surge para avisarnos que hay algo que estamos perdiendo o para confirmarnos que hay una pérdida de las ilusiones, del concepto del otro, la confianza.
Otra emoción típica es la rabia, que es importante en el proceso de crear límites, a través de esa rabia vamos a poder entender cuáles son los límites que se van a poder establecer o que se tendrían que negociar en el caso de perdonar una infidelidad.