En el marco del Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, es fundamental entender que esta enfermedad puede afectar a cualquier mujer, y sus causas pueden variar entre factores genéticos, estilo de vida o la edad al tener el primer hijo. Afortunadamente, los avances médicos han permitido que los tratamientos para el cáncer de mama sean cada vez más personalizados, adaptándose a las necesidades de cada paciente.
Cada año, más de dos millones de mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la ciencia ha avanzado de manera significativa, y hoy existen diversas opciones para tratar esta enfermedad, desde la cirugía hasta tratamientos como la quimioterapia, radioterapia, terapia hormonal y terapias dirigidas.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Cuál es el mejor tratamiento para el cáncer de mama?
La cirugía es uno de los tratamientos más comunes para el cáncer de mama, con dos procedimientos principales: la lumpectomía y la mastectomía. La lumpectomía implica la extirpación del tejido canceroso y un margen de tejido mamario sano circundante. Esta opción es menos invasiva y permite preservar gran parte de la mama, lo que puede tener beneficios estéticos y psicológicos para las pacientes.
Por otro lado, la mastectomía consiste en la extirpación completa de la mama afectada. Esta opción puede ser preferida por mujeres con cáncer más avanzado o que tienen factores genéticos que aumentan el riesgo de recurrencia.
La elección entre una lumpectomía y una mastectomía es profundamente personal, como explica la doctora Sarah McLaughlin, cirujana oncológica de mama y presidenta del Departamento de Cirugía de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida: “La decisión depende de una combinación de factores médicos, antecedentes familiares y la tranquilidad emocional de la paciente”.
Además de estas dos cirugías principales, también existen procedimientos adicionales como la biopsia de ganglio centinela, que ayuda a determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos, y la disección de ganglios linfáticos axilares en caso de que el cáncer ya esté presente en estos.
Innovaciones en la cirugía del cáncer de mama
La cirugía del cáncer de mama ha evolucionado notablemente. Por ejemplo, las tasas de supervivencia a largo plazo son similares tanto para la lumpectomía como para la mastectomía, siempre que la enfermedad se detecte en etapas tempranas. Además, las técnicas modernas de mastectomía buscan minimizar el impacto físico, conservando la piel, los pezones y las areolas siempre que sea posible, lo que facilita la reconstrucción mamaria posterior.
Una técnica en particular que ha ganado relevancia es la cirugía oncoplástica, que combina la extirpación del cáncer con técnicas reconstructivas. En este procedimiento, los cirujanos hacen incisiones alejadas del área cancerosa y reorganizan el tejido mamario para mantener una apariencia estética favorable, algo que ha transformado la calidad de vida de muchas mujeres.
Tratamientos complementarios para el cáncer de mama
En muchos casos, la cirugía no es el único tratamiento necesario. Los médicos pueden recomendar radioterapia para eliminar células cancerosas remanentes, o quimioterapia para reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía y atacar cualquier célula cancerosa que haya quedado en el cuerpo. La terapia hormonal también puede ser una opción para las mujeres cuyo cáncer está influenciado por las hormonas, y las terapias dirigidas ofrecen tratamientos más personalizados, adaptados a las características genéticas del cáncer.
Ahora bien, como todo tratamiento, en el caso del cáncer de mama no se está exento de riesgos como el linfedema, un efecto secundario importante tras la extirpación de los ganglios linfáticos. Esta es una hinchazón crónica que afecta a muchas sobrevivientes de cáncer de mama. El linfedema puede causar molestias, pesadez en los brazos y limitar el movimiento, afectando la calidad de vida de las pacientes.
Para esta situación, la doctora McLaughlin ha sido una pionera en la investigación para predecir, prevenir y tratar el linfedema, desarrollando técnicas como el mapeo axilar reverso, que permite extirpar solo los ganglios linfáticos esenciales, reduciendo así el riesgo de desarrollar esta afección.
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¿Cómo escoger el mejor tratamiento para el cáncer de mama?
El tratamiento del cáncer de mama es un proceso complejo y personal, que debe ser discutido y evaluado en conjunto con un equipo médico especializado.
La elección de la cirugía y los tratamientos complementarios depende de múltiples factores, como la etapa del cáncer, los antecedentes familiares y las preferencias personales de la paciente. Según la especialista, “el objetivo es hacer lo menos posible y lograr el mayor éxito posible, que es la supervivencia a largo plazo”.
Hoy en día, los avances en la investigación y la personalización de los tratamientos han dado esperanza a millones de mujeres alrededor del mundo, mejorando no solo su pronóstico, sino también su calidad de vida.