No todo es trabajo y estudio: estos son los beneficios de descansar (de verdad)

Tomarse un respiro mejora el bienestar general y trae múltiples beneficios en distintas áreas de la vida. Uno de los principales beneficios de hacer una pausa es la reducción del estrés. Al distanciarnos de las tareas diarias y responsabilidades, los niveles de ansiedad tienden a disminuir, lo que nos permite afrontar los desafíos con mayor claridad y enfoque.

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El descanso fomenta el autocuidado, incentivando la práctica de hábitos saludables como el ejercicio o actividades recreativas que promueven el bienestar emocional y físico. Por otro lado, también nos ofrece la oportunidad de fortalecer los lazos con nuestros seres queridos y explorar intereses o hobbies que enriquecen nuestra vida personal.

Más allá de ser un simple paréntesis en nuestras actividades cotidianas, tomar un descanso es una manera de reconectar con nosotros mismos y lo que verdaderamente nos importa.

La relación entre salud mental y educación

La educación no es solo un proceso de enseñanza-aprendizaje; también es un viaje emocional que representa una experiencia tanto enriquecedora como retadora. En este camino los estudiantes enfrentan factores como: la exigencia académica, la presentación de exámenes institucionales y nacionales, el seguimiento de normativa y la convivencia diaria con más de 20 personas en un mismo espacio.

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Por su parte, la labor de un docente no se reduce sólo a transmitir conocimiento, implica: crear estrategias y dinámicas que promuevan la motivación, la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación asertiva y el aprendizaje en cada uno de los estudiantes pertenecientes a grupos heterogéneos que pueda tener asignados. Esta responsabilidad, sumada a factores como la carga administrativa, la falta de recursos y, en ocasiones las exigencias sociales, pueden resultar en un desgaste emocional significativo.

La importancia del receso escolar

En ocasiones estudiantes y docentes en la semana de receso escolar se sienten presionados a seguir estudiando, adelantando trabajos, planificando el próximo periodo o participando en cursos y capacitaciones.

Sin embargo, es importante recordar que la semana de receso es una oportunidad crucial para que los protagonistas de nuestro sistema educativo se desconecten de la academia, recarguen energías y cuiden de su salud mental.

Andrea Bibiana Criollo Gómez, psicóloga clínica y directora de los Posgrados en Psicología Clínica de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, menciona algunos beneficios que ofrece el receso escolar:

• Reducción del estrés: El distanciamiento de las demandas diarias de los estudiantes y docentes es fundamental para disminuir los niveles de ansiedad y estrés acumulados durante el periodo educativo.
• Promoción del autocuidado: La pausa en la rutina académica permite dar prioridad a la práctica de hábitos de autocuidado, como el ejercicio, actividades recreativas, de ocio o descanso, contribuyendo al bienestar emocional a largo plazo.
• Fortalecimiento de vínculos: El periodo de receso es una oportunidad para dedicar más tiempo a la interacción con familia y amigos, fortaleciendo vínculos y habilidades sociales, elementos esenciales para una buena salud mental.
• Fomento de la creatividad: Durante el receso, los estudiantes y docentes pueden explorar nuevas actividades, intereses o hobbies que enriquecen su vida personal y social.
• Periodo de reflexión: Los recesos brindan la oportunidad de reflexionar sobre el aprendizaje, la práctica docente, el equilibrio entre la vida personal, académica y laboral. Esto permite una conexión consigo mismo y con lo que cada uno considera como valioso e importante.

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¿Son suficientes los periodos de receso para promover la salud mental?

Aunque los recesos académicos se consideran como un factor clave para la salud mental, múltiples investigaciones demuestran la importancia de contar en las instituciones con:

• Espacios Seguros: Ambientes en los que los estudiantes y docentes se sientan cómodos para expresar sus pensamientos, creencias, emociones, dudas e inquietudes y a buscar ayuda cuando la necesiten; recibiendo el apoyo o la orientación que se requiera.
• Formación Continua: Capacitar a los docentes y estudiantes en habilidades para la identificación, gestión y expresión de emociones. Así como en la identificación de señales de alarma que anuncien problemas psicológicos.
• Consciencia sobre la Salud Mental: Realizar campañas informativas que permitan continuar derribando los mitos y estigmas relacionados con la salud mental, promoviendo su comprensión y aceptación.

*Contenido hecho con IA, bajo supervisión de un humano.