La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado su lista actualizada de patógenos bacterianos prioritarios para 2024, destacando la creciente amenaza que representan las bacterias resistentes a los antibióticos.
Esta lista, que incluye 15 familias de bacterias, se clasifica en tres categorías: crítica, alta y media, y busca guiar los esfuerzos globales para desarrollar nuevos tratamientos y frenar la propagación de resistencias antimicrobianas.
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La amenaza de la resistencia antimicrobiana
La resistencia a los antimicrobianos ocurre cuando los microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos desarrollan la capacidad de sobrevivir a los tratamientos diseñados para eliminarlos. Este fenómeno, impulsado principalmente por el uso excesivo e indebido de antimicrobianos, conduce a enfermedades más graves, aumenta la transmisión de infecciones y eleva las tasas de morbimortalidad.
“Para elaborar la lista de patógenos bacterianos prioritarios se ha determinado la carga mundial de infecciones por bacterias farmacorresistentes y se ha analizado su repercusión en la salud pública. Por ello, esta lista es fundamental para orientar la inversión y superar los obstáculos que dificultan la obtención de nuevos antibióticos y el acceso a ellos”, explicó Yukiko Nakatani, subdirectora general interina de la OMS para la Resistencia a los Antimicrobianos.
Categorías de patógenos prioritarios
Prioridad crítica
- Bacterias gramnegativas resistentes: estas bacterias, incluyendo aquellas resistentes a antibióticos de último recurso, representan una amenaza severa debido a su capacidad de resistir tratamientos y transmitir resistencia a otras bacterias.
- Mycobacterium tuberculosis resistente a rifampicina: esta cepa de tuberculosis es especialmente preocupante debido a su alta incidencia y resistencia a uno de los principales tratamientos disponibles.
Prioridad alta
- Salmonella y Shigella: altamente prevalentes en países de ingresos medianos y bajos, estas bacterias causan una considerable carga de enfermedades.
- Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus: comúnmente presentes en establecimientos de salud, representan un desafío significativo debido a su resistencia a múltiples antibióticos.
- Neisseria gonorrhoeae y Enterococcus faecium: estas bacterias causan infecciones persistentes y son resistentes a varios antibióticos, lo que requiere intervenciones de salud pública específicas.
Prioridad media
- Estreptococos de los Grupos A y B, Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae: estos patógenos, que afectan especialmente a niños y ancianos, son responsables de una alta carga de morbilidad y necesitan una vigilancia constante, especialmente en áreas con recursos limitados.
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“La resistencia a los antimicrobianos pone en jaque nuestra capacidad para tratar eficazmente infecciones que causan mucha morbimortalidad, como la tuberculosis, lo que provoca enfermedades graves y un aumento de las tasas de mortalidad”, afirmó Jérôme Salomon, subdirector general de la OMS para Cobertura Sanitaria Universal/Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles.
La lista de 2024 enfatiza la importancia de un enfoque integral de salud pública que incluya acceso universal a medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento de infecciones. Este enfoque es esencial para enfrentar la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos y garantizar que los logros de la medicina moderna no se vean comprometidos.