Ojo con tus ojos: así afecta el uso prolongado de pantallas electrónicas a tu vista

Con un mundo lleno de nuevas tecnologías y pantallas por doquier, el uso de dispositivos electrónicos es constante y casi inevitable. Desde el trabajo hasta el entretenimiento, los computadores, teléfonos móviles y tablets forman parte de nuestra rutina diaria.

Sin embargo, exceder el tiempo de exposición a las pantallas puede generar serias consecuencias para la salud visual, y los expertos advierten que estas secuelas podrían ser irreversibles si no se toman medidas preventivas.

¿Qué le sucede a tus ojos?

Los ojos, uno de los órganos más sensibles y esenciales del cuerpo, están expuestos a diversas enfermedades. En particular, el uso excesivo de dispositivos electrónicos ha incrementado el número de casos de fatiga visual y otras afecciones. Aunque las pantallas no son inherentemente malas, el problema radica en la cantidad de tiempo que pasamos frente a ellas.

La American Academy of Ophthalmology señala que el principal riesgo es el tiempo de exposición. De hecho, el Institut Català de Retina (ICR) de Barcelona indica que 7 de cada 10 personas padecen el llamado “Síndrome Visual Informático” (SVI).

Asimismo, estudios realizados por el Col·legi Oficial d’Òptics i Optometristes de Catalunya sugieren que los menores de 60 años pasan en promedio 8 horas diarias frente a pantallas, mientras que los mayores de 60 años rondan las 4 horas. En los más jóvenes, esta cifra puede aumentar, especialmente debido al uso del celular, donde el tiempo estimado es de 3.5 horas al día.

Síndrome Visual Informático: una realidad alarmante

El Síndrome Visual Informático (SVI) es una afección cada vez más común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas incluyen fatiga ocular, visión borrosa, irritación, sequedad ocular, enrojecimiento y dolores de cabeza. Además, el sobreesfuerzo de los músculos oculares al enfocar durante largos periodos puede desencadenar una serie de molestias que interfieren en la calidad de vida.

Otro problema frecuente es la sequedad ocular, que ocurre cuando parpadeamos menos de lo habitual al usar pantallas. Mientras que una persona promedio parpadea alrededor de 15 veces por minuto, frente a una pantalla este número disminuye drásticamente, lo que afecta la lubricación natural del ojo.

La controversia sobre la “luz azul”

Uno de los aspectos más debatidos en los últimos años es el impacto de la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos. Algunos especialistas han sugerido que esta luz puede dañar las células de la retina, contribuyendo a la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una condición que afecta a personas mayores de 60 años. Sin embargo, hasta la fecha no hay consenso científico sobre este tema.

Lo que sí se sabe es que la exposición prolongada a la luz azul puede afectar el ciclo del sueño, especialmente si usamos dispositivos antes de dormir, lo que provoca insomnio y una mala calidad de descanso.

Igualmente, los expertos también señalan una preocupante relación entre el uso prolongado de dispositivos y el aumento de la miopía. Esto es particularmente alarmante en niños que pasan largas horas frente a pantallas desde una edad temprana. De hecho, la prevalencia de la miopía ha aumentado un 50% en los últimos años, afectando principalmente a países desarrollados o en vías de desarrollo.

Consejos para cuidar tu salud visual

Afortunadamente, es posible reducir el impacto de las pantallas en la vista siguiendo algunas recomendaciones:

• Visita al oftalmólogo regularmente para detectar y corregir cualquier problema visual a tiempo.
• Reduce el tiempo de exposición a pantallas electrónicas, especialmente en niños.
• Haz pausas cada hora de cinco a diez minutos. Cierra los ojos o mira objetos lejanos para relajar los músculos oculares.
• Ajusta el brillo de la pantalla y usa protectores que reduzcan el deslumbramiento.
• Trabaja en ambientes bien iluminados. Evita usar dispositivos en la oscuridad.
• Mantén una distancia adecuada de entre 50 y 60 cm de la pantalla y ajuste el tamaño de la letra para evitar forzar la vista.
• Parpadea con frecuencia para mantener los ojos lubricados.
• En el caso de los niños, limite su tiempo de pantalla: los menores de 5 años no deben superar una hora diaria y siempre con supervisión.

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No hay duda de que las pantallas han llegado para quedarse, pero el uso responsable es clave para preservar la salud visual. Sigue estos consejos y no olvides que tu bienestar ocular está en tus manos.