Los juegos tradicionales suelen evocar recuerdos de infancia y camaradería, pero algunos de ellos, como las vencidas, esconden peligros que pocos imaginan.
Esto quedó en evidencia con el caso de Jorge Iván Hernández Ramírez, conocido como Sonrixs, quien terminó en el quirófano tras fracturarse el brazo en tres partes. Este accidente, que podría costarle la movilidad en su extremidad, abre el debate sobre los riesgos ocultos de este popular juego de fuerza.
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Por qué es peligroso jugar a las vencidas?
Aunque parece un juego de destreza física, las vencidas implican una alta tensión en los huesos, músculos y ligamentos del brazo. El esfuerzo extremo y los movimientos bruscos pueden generar fracturas, desgarros musculares e incluso daños en nervios importantes.
De acuerdo con expertos en ortopedia, una fractura de húmero, como la sufrida por Sonrixs, puede requerir meses de recuperación y dejar secuelas permanentes si no se trata adecuadamente.
En muchos casos, la competencia lleva a los participantes a ignorar señales de dolor o fatiga, aumentando el riesgo de lesiones graves. Además, la fuerza aplicada por un contrincante más fuerte puede superar la resistencia natural del hueso, llevándolo al punto de ruptura.
Más que un juego: accidentes frecuentes
El caso de Sonrixs no es aislado. Estudios médicos han registrado un aumento en las fracturas relacionadas con las vencidas, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos. Estas lesiones son más comunes en el húmero distal, donde la torsión generada por el juego puede causar un daño estructural crítico.
Además, los nervios y vasos sanguíneos que recorren el brazo pueden comprimirse o lesionarse durante el esfuerzo, resultando en entumecimiento, pérdida de movilidad o incluso complicaciones circulatorias. La recuperación de estas lesiones no siempre garantiza una funcionalidad completa, dejando a los pacientes con restricciones de por vida.
Medidas de precaución y alternativas en las vencidas
Evitar lesiones graves requiere precaución. Si bien no es necesario eliminar completamente las vencidas de las actividades recreativas, es fundamental establecer límites claros:
- Conocer las propias capacidades físicas: no se debe competir con alguien de fuerza desproporcionada.
- Evitar movimientos bruscos: la torsión excesiva aumenta el riesgo de fracturas.
- No jugar bajo fatiga: los músculos cansados son menos resistentes a lesiones.
Para quienes buscan una actividad competitiva sin riesgos elevados, se recomienda optar por deportes supervisados o juegos que no impliquen esfuerzos extremos en una sola parte del cuerpo.
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Así, el caso de Sonrixs es un recordatorio de que incluso los juegos más cotidianos pueden tener consecuencias inesperadas. Más allá del entretenimiento, la seguridad debe ser siempre una prioridad.
Informarse sobre los riesgos y tomar medidas preventivas puede marcar la diferencia entre una tarde divertida y una lesión que cambie la vida. Antes de aceptar el próximo desafío de vencidas, vale la pena preguntarse: ¿vale la pena el riesgo?
*Contenido generado con asistencia de la IA.