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¿Puedo prepararme con anticipación para afrontar un diagnóstico de cáncer?

El cáncer es la enfermedad que nadie quiere tener, rozar, leer, oír, escribir ni pronunciar. Justamente para cambiar mi relación lejana, forjada desde el temor, entrevisté a una psicooncóloga con el objetivo de profundizar en lo que pocos piensan hasta que les toca: afrontarlo desde ya. ¿Es posible construir desde antes unas bases psicológicas sólidas, para asimilar y vivir con la enfermedad que en cualquier momento puede aparecer?

Por Carlos Torres T.
22 de noviembre de 2024
¿Es posible prepararse para el cáncer?
Fotografía por: pixabay

Pocas enfermedades causan el temor que produce el cáncer. Nunca me lo han diagnosticado, pero conozco personas que lo tienen o lo han sufrido.

La Organización Panamericana de la Salud prevé que la carga mundial por cáncer aumentará 30 millones de nuevos casos para 2044. Esta entrevista se concibió como un ejercicio casi filosófico para acercarme a esta enfermedad. Busqué a una fuente para que describa en términos generales el impacto del cáncer a nivel integral (mente y cuerpo).

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En el camino me encontré con la psicooncología, una especialidad que tiene respuestas que ojalá no solo echen raíces en mí sino en los lectores, independientemente si está afrontando un diagnóstico inicial, un tratamiento avanzado o no tiene la patología.

Comparto a continuación la entrevista con la psicooncóloga Laura Osorio.

¿Qué es la psicooncología?

El cáncer tiene un impacto que trasciende un escenario físico, implica poder revisar cuál es el proceso emocional que puede involucrar aspectos personales, familiares, ambientales y hasta laborales de la persona. Lo que hace la psicooncología es tener una mirada a las necesidades emocionales de los pacientes y las familias ante un proceso de salud de enfermedad oncológica. Acompañamos en todas las fases, empezando por las respuestas que pueden existir ante un diagnóstico reciente, lo que implica asimilar, comprender y aceptarlo, conocer cuál es ese plan de tratamiento que ofrece el médico tratante, ya sea desde una radioterapia o un procedimiento quirúrgico.

¿Qué tiene para enseñarnos la psicooncología frente a las enfermedades oncológicas?

Se ha connotado que el cáncer es igual a muerte, pero existen sobrevivientes y allí también existen respuestas para adaptarse a una nueva cotidianidad. Los psicooncólogos acompañamos en un proceso de recaída oncológica, que es cuando puede llegar el cáncer nuevamente al cuerpo y en contextos también de una fase final de vida, entonces lo que hace la psicooncología es realizar un abordaje individual y familiar ante estas alteraciones psicológicas que se pueden generar ante el afrontamiento de una enfermedad que configura como amenazante.

¿Es común encontrar psicólogos con esta especialidad en la mayoría de las clínicas de Colombia?

La psicooncología nació en los años 70, existen psicólogos que trabajan en unidades oncológicas en hospitales, en clínicas, pero no todos cuentan con esta formación, de hecho, pienso que la psicooncología en nuestro país se ha venido posicionando los últimos tres años con más fuerza, ya existe un programa avalado por el Ministerio de Educación para formar profesionales en psicología oncológica.

¿Cómo suelen reaccionar los pacientes que reciben por primera vez un diagnóstico de cáncer?

Se presentan reacciones centradas en el miedo y la incertidumbre, piensa que un recién diagnóstico, una recaída oncológica y un contexto de fin de vida implica tener un acercamiento a algo que es desconocido, y todo aquello que es desconocido para nosotros lo podemos configurar como amenazante. Entonces el abordaje en un día a día implica revisar en qué contexto estamos, teniendo en cuenta el tratamiento ambulatorio. Se resuelven dudas entorno al proceso de adaptación a la enfermedad, los significados que pueda tener el paciente acerca de calidad de vida, y con qué redes de apoyo cuenta para afrontar un tratamiento desde un escenario de recaída oncológica.

Vale la pena mencionar lo siguiente: no todas las recaídas oncológicas están relacionadas a una progresión de la enfermedad.

¿La psicooncología da herramientas esperanzadoras?

Fomenta escenarios de seguridad en el paciente y la familia para poder construir estrategias de afrontamiento. Algo muy importante: esto se da transversalmente, se trabaja en equipo y de manera interdisciplinar con el equipo de salud, se procura ampliar la información de la impresión diagnóstica y el abordaje psicoterapéutico con el médico tratante.

¿Qué tiene para enseñarnos la psicooncología a todos y todas, independientemente si hay una enfermedad oncológica?

La psicooncología nos enseña ver al paciente más allá de un diagnóstico de cáncer, el cáncer no es una etiqueta que define la humanidad del paciente, porque también son mujeres, hombres, papás, mamás, pareja, hijos, hermanos, profesionales. La idea es poder conectar con lo que es valioso y lo que es importante para ellos y para la familia. Buscamos poder visibilizar los recursos emocionales cognitivos espirituales con los que contamos para afrontar situaciones de cambio.

¿Cómo podemos prepararnos para el cáncer, sobre todo teniendo en cuenta que es una enfermedad que puede aparecer en cualquier momento?

Mira, los seres humanos no nos preparamos para el cáncer, pero entiendo que tu pregunta me conecta con cuáles serían esos aspectos que se podrían tener en cuenta para prevenir el desarrollo del cáncer o para mantener una vida saludable. Ante eso yo te diría definitivamente mantener pautas de cuidado a nivel físico y mental, prevenir factores de riesgo de lo que ha señalado la evidencia científica, como evitar el consumo de alcohol, el tabaco, la exposición a radiaciones, a agentes químicos, mantener controles médicos ante antecedentes oncológicos que puedan existir a nivel familiar y, por supuesto, ante síntomas.

Si me diagnosticaran una enfermedad oncológica, ¿inmediatamente me derivan a consulta en psicooncología?

Se activa la red tratante en el momento en que llega el paciente al consultorio del oncólogo clínico a recibir su diagnóstico. Entonces se mantiene un abordaje integral en salud, se solicita valoración por psicología y nutrición oncológica. Si lo hablamos desde un contexto de hospitalización, esta se realiza desde la valoración que haga el médico tratante.

¿Prima el desasosiego en las consultas?

He visto esperanza, he visto en los pacientes mantener un espíritu de lucha, de hecho, haciendo referencia a las alteraciones psicopatológicas, en ocasiones vienen pacientes con antecedentes en salud mental, con factores psicosociales externos donde a veces ni siquiera lo problemático es el cáncer. El contexto socioeconómico, las dinámicas familiares, saber avisar en el trabajo, el proceso de hospitalización, cada campo implica poder ver en la integralidad al paciente.

Volviendo a tu pregunta, he visto pacientes con espíritu de lucha, con esperanza ante un acompañamiento a morir dignamente, la esperanza no solo va anclada a la vida terrenal, sino también a no prolongar un sufrimiento y creo que esto es importante, entonces es necesario ver este proceso en la integralidad y reconocer a estos pacientes como seres en verdad holísticos, complejos, que tienen múltiples roles y que parte de las preocupaciones no siempre están mediadas por un diagnóstico de cáncer.

¿Qué tiene para decirle a las personas que tienen un familiar o un ser querido con enfermedad oncológica?

Que acompañamos y ayudamos a enfrentar estas dificultades, que son esperadas las reacciones emocionales que puedan presentarse, desde el temor, la tristeza, el enojo, el cuestionamiento, sabemos que puede haber miedo también a los cambios físicos, a la imagen corporal, a los tratamientos, definitivamente hay incertidumbre al no saber cómo afrontar y acompañar algunas situaciones de los pacientes. A pesar de lo anterior, existen estrategias y el abordaje interdisciplinario que siempre estará enfocado en el bienestar integral.

¿En qué hace énfasis a nivel psicológico?

Viene el cuidado de la salud física mental, social y espiritual del paciente, definitivamente es importante legitimar el proceso de autonomía, de independencia, acompañar en el manejo de la información, el paciente no siempre quiere ampliarlo con todo el mundo. Es esencial que se prevea el riesgo de una sobreprotección ante el cuidado, también hay señales de alarma respecto a los cambios emocionales y las alteraciones en salud mental, también el abordaje y el acompañamiento es para la familia, para el cuidador.

¿Los pacientes oncológicos menores de edad tienen una particularidad?

En la mayor parte de diagnósticos oncológicos en niños, los tratamientos suelen ser recibidos de manera intrahospitalaria, eso significa que hay que trabajar mucho en equipo con la familia y con el equipo médico para favorecer esa adaptación en un contexto de hospitalización. Con los niños se trabaja todo el tema psicoprofiláctico, como acompañar en que no haya dolor, sufrimiento, y mantener también la escolarización.

¿Se enfrenta con regularidad a pacientes que entran en fase de negación, que no dimensionan la enfermedad?

Los elementos de negación también son una manera de afrontarlo, puedes ver comportamientos o verbalizaciones de los pacientes y de las familias de que esto no es real. Si siguen asistiendo a los controles, al tratamiento, entonces entran a ser los elementos de negación una manera también para afrontar un contexto de fin de vida y un acercamiento a la muerte. La negación puede hacer referencia a las conexiones que tienen los pacientes y las familias con la vida y al temor a la pérdida. Intervenimos sobre ellos para prevenir factores de riesgo que impacten en una adherencia al tratamiento o en comportamientos de riesgo en el que atenten en contra su salud.

Háblenos de la preparación para una muerte digna. ¿Cuál es el papel de la psicooncología en esta fase de la enfermedad?

Una muerte digna está mediada por el constructo que tenga el paciente acerca de su calidad de vida y el significado que ha construido frente al sufrimiento. Cuando hablamos de sufrimiento, hacemos referencia también a un sufrimiento físico, psicológico y espiritual. El equipo médico acompaña para aliviar el sufrimiento de los pacientes en su integralidad.

¿Qué ha aprendido usted de los pacientes que han pasado por su consulta?

He aprendido a reconocer y respetar al otro en sus experiencias y trayectorias únicas, he aprendido a reconocer que las palabras pueden cuidar, a mantener acciones compasivas con los pacientes, las familias y también conmigo misma, a ser consciente de mi autocuidado físico y mental. Yo creo que en definitiva el cáncer me ha enseñado el escenario compasivo conmigo y con el mundo respecto a lo que implica la vulnerabilidad del otro.

Si un lector o lector está diagnosticado con una enfermedad oncológica, ¿puede darle un consejo, independientemente de la fase del cáncer?

Si es una primera fase o una recaída, lo primero es no anticiparse. También le diría que prevenga la sobreinformación digital y sociocultural, que es válido tener dudas, preguntas, inquietudes, pero lo ideal es que deben ser atendidas por su médico tratante o por fuentes confiables a nivel científico. También le hablaría de ser concientes de un lenguaje más compasivo para afrontar un diagnóstico oncológico, que el cáncer no es una lucha, no es una guerra, es una enfermedad que hay que hacerle frente con acciones compasivas. El lenguaje de lucha y de guerra puede generar sobrecargas emocionales para el paciente y la familia.

Le sugiero al paciente activar sus redes de apoyo con sus vínculos afectivos más cercanos, que mantenga una relación cercana médico-paciente-familia. Es clave construir escenarios de seguridad y confianza con su equipo médico.

*La psicooncóloga Laura Osorio trabaja en la Clínica del Country.

Por Carlos Torres T.

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