En el pasado, el conocimiento sobre la salud intestinal era limitado. Se la veía como un simple tubo digestivo, sin comprender la complejidad de su ecosistema microbiano. Los remedios para los problemas intestinales eran rudimentarios, basados en la observación y la experiencia. La dieta, rica en fibra y fermentados, jugaba un papel fundamental en la salud digestiva.
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Con el tiempo, la ciencia desentrañó los misterios del intestino. Se descubrió la importancia de la microbiota intestinal, un universo de billones de bacterias que influyen en nuestra salud en general. La dieta, el estilo de vida y el uso de antibióticos se reconocieron como factores clave en el equilibrio intestinal.
¿Qué es bueno para la salud intestinal?
Un intestino sano ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), una afección crónica que causa inflamación en el tracto digestivo. Victor Chedid, M.D., gastroenterólogo de Clínica Mayo, comparte recomendaciones para ayudar a mantener el intestino sano y las enfermedades inflamatorias a raya.
Nutrición: una dieta bien equilibrada que incluya muchas verduras, frutas, granos enteros, semillas, frutos secos, aceite de oliva. El Dr. Chedid recomienda consumir de 30 a 40 gramos de fibra por día. Se recomienda evitar aquellos alimentos que causan procesos inflamatorios como las harinas y azúcares procesados. Es bueno incluir pescado, carnes blancas y evitar las carnes procesadas en especial las ahumadas.
- Ejercicio/estilo de vida saludable: el ejercicio regular además de ayudar al corazón y al bienestar en general hace que los movimientos intestinales sean más regulares. Evita el aumento de peso y obesidad y así mismo cuida la salud del hígado.
- Salud mental: es importante mantener su salud mental y bienestar, dada la relación entre el intestino y el cerebro. Por ejemplo, la gente que ha experimentado un trauma infantil o que tiene otros factores de estrés en sus vidas puede experimentar síntomas o afecciones gastrointestinales, como síndrome del intestino irritable, dispepsia funcional, disfunción del piso pélvico o estreñimiento. En este sentido se debe trabajar en técnicas de respiración, técnicas de comportamiento, resiliencia, etc.
- Consumo de agua: trate de beber 2 litros de agua al día. Esto ayuda a prevenir el estreñimiento y asegura que sus órganos estén bien nutridos. Esto es particularmente importante en climas cálidos donde la deshidratación puede ser un problema.
Mantener la salud intestinal es importante, especialmente cuando una persona está lidiando con una enfermedad inflamatoria intestinal. Hay dos tipos principales de EII: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
La enfermedad inflamatoria intestinal es global con alrededor de 6 a 8 millones de casos por todo el mundo.
“Es por lo que tenemos que crear conciencia y asegurarnos de que la gente busque atención médica cuando presente los síntomas para que pueda obtener el diagnóstico y la atención adecuados”, dice el Dr. Chedid.
No hay cura para la enfermedad inflamatoria intestinal, pero existe una variedad de tratamientos para ayudar a los pacientes a lograr la remisión. Los tratamientos incluyen medicamentos antiinflamatorios, supresores del sistema inmunitario, productos biológicos, antibióticos y cirugía.
La diarrea y el sangrado rectal son síntomas comunes, pero estos síntomas pueden dejar la gente con esta enfermedad intestinal avergonzada y reacia a buscar ayuda. El Dr. Chedid dice que las familias pueden desempeñar un papel crucial en ayudar a sus seres queridos a lidiar con ella.
“Esto significa estar allí para cuando lo necesiten, reconociendo que no siempre serán ellos mismos en todo momento. Habrá momentos en los que se sentirán deprimidos, tendrán dolor o no comerán lo que cocine. No se ofenda. Solo necesita estar presente para ellos”, explica el Dr. Chedid.