Las zonas más vulnerables al frío son las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos. Por eso es importante tener una rutina de cuidado para la piel que sirva para protegerla en esta esta temporada decembrina.
Consejos para cuidar la piel en invierno
Hidratación diaria y constante
La hidratación es esencial para mantener la piel sana, no solo en épocas frías, sino en general. Es importante aplicar cremas hidratantes varias veces al día, especialmente en personas con problemas como dermatitis atópica o problemas similares.
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Reducir el lavado excesivo de manos
El lavado frecuente de manos, aunque necesario en ciertas ocasiones, puede provocar dermatitis por el desgaste. Para evitar el lavado de manos en exceso se debe usar guantes o cremas que eviten tener que realizar esta acción desgastante.
La piel necesita de una rutina especifica en esta época del año en la que las jornadas tienen a ser más largas por las fiestas navideñas.
Elegir productos suaves para la higiene
Otro paso importante en una rutina de cuidado para la piel es uso de jabones o geles de ducha agresivos, esta práctica puede empeorar la sequedad de la piel en invierno. Es mejor optar por productos suaves y dermatológicamente comprobados que limpien sin eliminar los aceites naturales de la piel.
Evitar duchas con agua muy caliente o fría
El agua extremadamente caliente elimina los aceites naturales de la piel, mientras que el agua fría puede resultar agresiva. Lo ideal es ducharse con agua tibia y limitar el tiempo en la ducha para evitar una mayor deshidratación.
Proteger e hidratar los labios
Los labios son especialmente sensibles al frío y tienden a agrietarse con facilidad. Funciona usar labiales hidratantes que también incluyan protección solar para evitar daños por los rayos UV.
Usar protección solar, incluso en invierno
Aunque los días soleados son menos frecuentes, la radiación ultravioleta sigue presente. En zonas con nieve, esta refleja hasta el 80% de los rayos solares, lo que aumenta el riesgo de daño en la piel. Aplicar protector solar y usar gafas de sol es imprescindible.
Abrigarse adecuadamente
El uso de guantes y ropa de abrigo ayuda a proteger la piel de la exposición directa al frío. Esto es aún más importante para personas con sensibilidad al frío.
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Evitar cambios bruscos de temperatura
Pasar del frío exterior al calor de los interiores puede causar la dilatación de capilares faciales, dando lugar a telangiectasias o “arañas vasculares”. Es importante proteger la piel con productos adecuados, dependiendo de su tipo y sensibilidad. Para pieles no sensibles, se recomiendan ingredientes como vitamina C, mientras que las pieles sensibles deben usar productos calmantes y sin alcohol.
Mantener una alimentación equilibrada
Una dieta rica en vitamina C y antioxidantes ayuda a proteger la piel desde el interior. Además, es fundamental mantenerse hidratado bebiendo entre 1.5 y 2 litros de agua al día, incluso si no se siente tanta sed.
Evitar el tabaco y el alcohol
El consumo de cigarrillo y alcohol afecta negativamente a la salud de la piel, generando radicales libres que aceleran el envejecimiento. Además, el alcohol agrava la dilatación de capilares en la cara, lo que puede causar problemas estéticos.
