Armar una rutina de la piel parece que no es nada fácil, pero Cromos conversó con un experto para desglosar todo lo que necesitas saber. Es importante que tengas presente que no todas las rutinas funcionan para todas las personas, ya que cada uno tiene necesidades individuales.
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Sigue a Cromos en WhatsAppLo básico son la limpieza, la hidratación y la protección del sol. A partir de ahí puedes jugar con lo que quieras, pero de momento te contamos más a profundidad sobre lo que debes saber para dar con la rutina más idónea. “En general, lo primero que se requiere es hacer una limpieza con un producto adecuado para cada tipo de piel. En las mañanas se aconseja usar productos hidratantes y antioxidantes, por ejemplo que tengan vitaminas C y E, para que nos ayuden a proteger de radicales libres de oxígeno a lo largo del día. De último se aconseja utilizar el protector solar, que también debe ser adecuado para cada tipo de piel, y si se desea usar maquillaje se puede después de dejar actuar el protector. En la noche seguimos con una rutina de limpieza, dependiendo de cada tipo de piel se usan diferentes cremas hidratantes que tengan sustancias con ácido hialurónico”, explica Luis Arturo Gamboa, del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta.
En el skincare hay muchos mitos.
Hablemos de la limpieza
Gamboa recomienda que la limpieza sea diaria. Hay versiones que apuntan a que no es necesario, pero el experto aclara que la frecuencia depende del tipo de piel, sea grasa, sensible, mixta o seca. Si es normal, se puede limpiar una vez. Para este paso es evidente que el limpiador es el producto protagonista, ¿cómo escoger el indicado? Gamboa sugiere: “Hay de muchas clases, para pieles sensibles o normales se pueden usar limpiadores micelares que ayudan con la limpieza sin hacer agresión a la piel; para las pieles grasas también hay soluciones micelares que pueden usarse para desengrasar; si vamos a usar detergentes, están los que se llaman Syndet, que son sustitutos del jabón, tienen un pH ácido que es el mismo de la piel y son menos agresivos.
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Algunos de ellos deben ser diluidos, y, en último lugar, están los jabones comerciales, que no recomendamos que sean muy alcalinos, por ejemplo, los antibacteriales, que resecan”. Aquí es importante prestar atención a los ingredientes que contiene este producto, especialmente para cuidar el tipo de cutis que tienes: “Para las pieles sensibles lo que son los antibacteriales o los productos que tienen muchos perfumes o preservantes pueden generar irritación y daño, entonces se recomiendan para limpieza y para hidratación productos que no tengan fragancia”.
¿Agua caliente o fría?
Otros detalles útiles son la temperatura del agua y cómo secar la piel después de la limpieza. Según Gamboa, puedes recurrir al agua fría o tibia, pero nunca caliente, y menos en exceso: “La piel se puede resecar y perder sus lípidos naturales, entonces no se recomienda hacer la limpieza con agua caliente”. En cuanto al secado, lo que se aconseja es utilizar una toalla suave, que tú destines exclusivamente para tu rostro, nunca refregar y hacerlo a toquecitos. “Si tenemos pieles más sensibles es preferible que la toallita no sea de algodón, una toallita que parece servilleta, que es de material absorbible, son de tela, pero más suaves”.
Para las personas que se maquillan es imperativo desmaquillarse apenas sea posible. Es bien sabido el crimen que es irse a la cama con maquillaje encima. Existen productos que son efectivos, algunos más aceitosos o espesos, perfectos para quitar la pestañina a prueba de agua o el labial que perdura a pesar de la comida y los besos. Sin embargo, estos que son más pesados pueden ser un problema para las pieles acneícas u oleosas, entonces hay que probar qué es lo que mejor te va, dependiendo del caso.
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