El vitiligo es una condición dermatológica que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizada por la pérdida de pigmentación en ciertas áreas de la piel.
Aunque sus causas exactas no se conocen completamente, cada vez hay más estudios que sugieren que el estrés puede ser un factor desencadenante o agravante.
Sigue a Cromos en WhatsAppEn este artículo, exploraremos cómo el estrés puede relacionarse con el desarrollo y progreso del vitiligo, los efectos fisiológicos que lo provocan y qué podemos hacer para controlarlo.
El estrés tiene una relación significativa con el desarrollo y la progresión del vitiligo.
¿Cómo afecta el estrés al vitiligo?
El estrés tiene un impacto directo en el sistema inmunológico, activando la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina.
Este tipo de respuesta, aunque es natural y saludable en situaciones de riesgo, puede resultar dañina cuando se vuelve crónica. El estrés crónico genera un estado de inflamación en el organismo que puede desencadenar o exacerbar enfermedades autoinmunes como el vitiligo.
El vitiligo ocurre cuando las células inmunitarias atacan a los melanocitos, las células encargadas de producir melanina en la piel. Este proceso autoinmune lleva a la pérdida de pigmento en ciertas áreas del cuerpo, generando manchas blancas.
Estudios del Journal of Dermatology revelan que, cuando una persona se encuentra bajo estrés prolongado, los niveles elevados de cortisol pueden desestabilizar el sistema inmune, haciéndolo más propenso a atacar el propio cuerpo, lo que incluye los melanocitos.
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¿Puede el estrés provocar la aparición de vitiligo?
Si bien el estrés no es la causa principal del vitiligo, puede ser un factor importante en su aparición. De hecho, investigaciones señalan que muchas personas con vitiligo experimentaron episodios de estrés intenso o trauma emocional antes de notar sus primeros signos.
Según un estudio publicado por la Asociación Americana de Dermatología (AAD), un gran porcentaje de los pacientes con vitiligo reportaron haber pasado por eventos estresantes importantes antes de su diagnóstico.
El mecanismo que explica esta conexión se basa en que el estrés prolongado altera la función de los neurotransmisores y de las hormonas, lo que podría interferir con los melanocitos y hacer que el sistema inmunitario los identifique como células extrañas.
¿Cómo manejar el estrés para reducir el avance del vitiligo?
Controlar el estrés no solo es importante para mejorar la calidad de vida, sino también para reducir la progresión del vitiligo. Algunas estrategias útiles para manejar el estrés incluyen:
- Terapias de relajación: La práctica de técnicas de relajación como el yoga y la meditación ayuda a reducir los niveles de cortisol.
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- Apoyo emocional y terapias psicológicas: La terapia psicológica, especialmente la terapia cognitivo-conductual, ha mostrado buenos resultados en la reducción del estrés en personas con condiciones crónicas.
- Ejercicio regular: La actividad física no solo mejora la salud general, sino que también reduce los niveles de estrés, ayudando a la persona a sentirse más equilibrada.