Por: Diana Franco
Fotos: Juan Sebastián Galvis
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Rusia, como cuna de grandes compositores, atrajo a este samario y músico que hace cinco años dejó atrás la calidez de las playas de El Rodadero y de Taganga, para embarcarse rumbo a un país de temperaturas extremas, idioma extraño y cultura incierta.
Carlos es uno de los 577 colombianos que viven actualmente en Rusia, según registros de la Cancillería. Cualquier fanático del fútbol quisiera tenerlo en su grupo cercano de amigos en este momento. Este país se convertirá, por primera vez, en sede del evento deportivo más importante del planeta, por eso, a través de él quisimos acercarnos a esa cultura que para muchos es tan desconocida y, de paso, pedirle algunos consejos que no debemos perder de vista si planeamos aventurarnos a apoyar a la Selección Colombia en el país más grande del mundo.
¿Hace cuántos años se mudó a Rusia?
Yo dejé Colombia hace cinco años porque quería hacer una maestría en Música. Rusia me pareció el lugar idóneo al ser cuna de grandes compositores. Es un país que brinda muchas oportunidades a quienes pertenecemos al ámbito musical y cultural, además de ser asequible, ya que es muy económico para vivir.
¿De qué manera lo sorprendió el país cuando llegó?
Me sorprendió gratamente. Es un país muy seguro, organizado, con espacios públicos limpios y amplios. La cultura ciudadana es algo que puedes percibir fácilmente. Además, cuenta con mucha tecnología y un nivel educativo muy alto. Una vez logras dominar bien el idioma, se te abren muchas puertas, en lo social y en lo laboral.
¿El idioma representa una barrera?
Sí puede llegar a serlo. Creo que es muy necesario estudiar cursos básicos de ruso a la hora de venir a este país, ya que la mayoría de la gente no habla inglés y mucho menos español. No es un idioma fácil, pero si eres dedicado y lo aprendes bien, puedes desarrollar grandes amistades que te ayudarán a conectarte más con el mundo laboral.
¿Cómo fue el choque cultural?
Al principio extrañaba la manera de ser de los colombianos. Los rusos no sonríen a los desconocidos, tienden a ser personas poco expresivas y, muchas veces, el acento tan marcado de su idioma hace pensar, a quienes no estamos acostumbrados a escucharlos, que nos están gritando.
¿De qué manera la cultura rusa lo cambió?
Antes tomaba las cosas más relajado, ahora soy muy puntual, más organizado con el dinero, le doy mucha importancia a mi familia y no tanta a las cosas materiales. Aquí conocí el amor. A este país le debo la hermosa esposa que hoy tengo a mi lado.
¿Cómo conoció a su esposa?
La conocí cuando estudiaba el último semestre de la maestría en la universidad. Yo ya estaba comenzando a regalar mis chaquetas y mis botas porque pronto pensaba devolverme a Colombia. Comenzamos una amistad muy linda, siempre nos encontrábamos en la cafetería y hablábamos por mucho tiempo. Yo le dedicaba canciones en español que ella nunca entendía. Y me enamoré y decidí quedarme con ella. Me tocó volver a comprar chaquetas y botas, pero acá sigo, enamorado del ángel que Dios me puso como esposa.
Carlos Alberto y su esposa Irina estuvieron recientemente de vacaciones en Santa Marta, absorbiendo un poco de sol Caribe.
¿Cómo es la relación de un colombiano con una rusa, siendo ambas culturas tan diferentes?
Somos muy distintos. Chocábamos por cosas como la comida. Las rusas están acostumbradas a comer muchas ensaladas y para mí una comida sin arroz no era comida. Eso me dio muy duro. Además, ella era vegetariana y yo he sido carnívoro toda mi vida. Pero con el tiempo ella aprendió a comer pescado y eso me alegró la vida. Pero en la convivencia nos ha ido superbien. Ella me ha enseñado ruso y yo, español.
¿Hay muchos colombianos viviendo en Rusia?
Sí, hay muchos y somos muy unidos. Casi siempre nos reunimos para festejar cumpleaños, las fiestas patrias o para ver algún partido de la Selección Colombia.
¿Qué enamora y qué desenamora del país?
Me enamora que siempre hay planes culturales, es un país que nunca duerme. Me desenamora que la gente sea tan fría y, las bajas temperaturas; casi todo el año cae nieve y el verano es muy incierto.
Con el Mundial que está por venir, ¿cómo se siente el ambiente en el país?
La gente tiene la esperanza de que Rusia gane el Mundial, ya que aquí se invierte mucho dinero en el deporte. Hay toda clase de expectativas alrededor de este evento. Hay mujeres que, por ejemplo, sueñan con conocer el amor de su vida entre los extranjeros que visitarán el país durante esos meses.
Se ha hablado mucho sobre Rusia a raíz del Mundial. De los lugares para visitar, el costo de viajar, ¿han sido estas aproximaciones acertadas?
No. Creo que las agencias están cobrando precios exagerados que la gente se podría economizar. Hay algunos blogs de latinoamericanos que dan muchos consejos para conseguir mejores precios y que explican sobre los planes disponibles en las ciudades, la comida y todo lo que necesitas saber. Hay uno muy popular en donde un amigo mexicano da información muy útil sobre el tema: se puede encontrar en YouTube como Futvodka.
¿Cuál es la mayor mentira que ha leído en los medios sobre Rusia?
Que los rusos son agresivos y racistas. Pienso que, aunque no son muy abiertos, son personas muy amables con los extranjeros. Además, se preocupan por dar una buena impresión a los visitantes.
Si pudiera ejercer de guía turístico para colombianos durante el Mundial, ¿qué lugares les mostraría, que no están en las guías de viajes convencionales?
Yo vivo en San Petersburgo y un plan muy interesante son las excursiones sobre los tejados de las casas antiguas, donde hay cafés, restaurantes y, además, se puede apreciar la vista de la ciudad y conocer un poco de la historia local.
A la espera del Mundial. Hay mujeres que sueñan con conocer el amor de su vida entre los extranjeros que visitarán el país durante esos meses.
Para los colombianos que irán a Rusia para el Mundial, ¿qué deben hacer, aparte de ir a los partidos?
Tienen que visitar los museos y las construcciones antiguas, los puentes que abren y cierran sus compuertas todos los días, a partir del verano. Yo recomiendo muchísimo las noches blancas, que se pueden disfrutar en San Petersburgo; uno navega a través de sus hermosos canales y ve unas postales impresionantes del centro histórico. Es un plan económico y muy organizado.
¿Qué fortalezas y debilidades has encontrado en el régimen político de Rusia?
Me encanta el sistema político, es maravilloso que el estudio escolar y el sistema de salud sean gratuitos y de muy buena calidad, y que las universidades sean de bajo costo. Es sorprendente el valor que tiene lo público en este país. Las personas se preocupan por ofrecer un buen servicio.
¿Qué consejos puede darles a los colombianos que están a punto de empacar maletas camino al Mundial?
La vida en Rusia es muy segura, pero nunca sobran las precauciones, como no hablarles a desconocidos, ya que existe mucho alcoholismo y algunos pueden llegar a ser agresivos. También es mejor evitar beber licor en la calle; por lo general, las autoridades no les dicen nada a los rusos cuando lo hacen, pero si ven que eres extranjero te pueden llevar al calabozo. Otra recomendación es cargar siempre tus documentos originales, a veces, la policía es muy corrupta y pueden intimidarte para que les des dinero si no llevas identificación. Otra buena precaución es contar con los teléfonos de las autoridades colombianas en Rusia, en caso de cualquier situación.
¿Qué divisa deberían llevar los viajeros para cambiar en Rusia?
Mi consejo es traer dinero en cuentas de ahorro, ojalá de los bancos Bancolombia o Caja Social, ya que estos no cobran mucha comisión por el retiro. Pero si quieren traer efectivo, lo ideal es comprar euros. Sin embargo, se debe tener cuidado con que los billetes no tengan ningún tipo de sellos o manchas porque, de lo contrario, no los reciben.
Si los turistas quieren comer económico, ¿a dónde deben ir?
La gente aquí prefiere las estolovayas, que son el equivalente a los corrientazos. En estos lugares la comida es buena, bonita y barata. Aunque también será una buena experiencia ir a restaurantes de comida típica rusa, donde podrán probar platos como el borch, que es una sopa de remolacha deliciosa y que puede costar, al cambio colombiano, unos 8.000 pesos.
¿Y la ropa?, ¿qué empacar y qué no?
A pesar de que el Mundial será en verano, siempre será una buena idea llevar una chaqueta ligera, porque en algunas ciudades, como San Petersburgo o Moscú, después de las cinco de la tarde comienza a hacer frío. No recomiendo traer chaquetas de invierno, ya que pesan mucho y no son necesarias para esa época. La temperatura promedio es de 20 grados Celsius.
