Charlene de Mónaco vuelve a casa seis meses después. Así ha sido su reencuentro con el Príncipe Alberto y sus hijos
El Príncipe Alberto anunciaba, hace tan sólo unos días, que el regreso de Charlène a casa era inminente y que su esposa estaría a su lado antes de la celebración de la fiesta nacional de Mónaco el próximo 19 de noviembre.
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Una deseada vuelta a casa que por fin se ha hecho realidad este lunes 8 de noviembre, cuando la Princesa ha aterrizado en Montecarlo en helicóptero procedente de Niza - a donde voló en avión privado desde su país natal, Sudáfrica - y se ha reunido con su marido el príncipe Alberto y sus hijos mellizos, los príncipes Jacques y Gabriella, que la esperaban a pie de pista protagonizando un precioso y emocionante reencuentro. Y es que los pequeños llevaban casi tres meses si ver a su madre, ya que fue en agosto cuando el Príncipe Alberto y los niños viajaron hasta Sudáfrica para visitar a Charlène en su convalecencia.
Fue el pasado mes de mayo cuando la Princesa Charlène se desplazó a su país de origen para participar en una campaña contra la caza furtiva de rinocerontes, con la intención de pasar en el continente africado una semana. Sin embargo, y a causa de una grave infección de oídos, garganta y nariz, Charlène ha permanecido en Sudáfrica los últimos seis meses y ha pasado por quirófano hasta en tres ocasiones debido a sus problemas de salud.
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Una larguísima ausencia del Principado - por la imposibilidad de volar porque sus tímpanos no soportarían la presión - que desató los rumores de separación entre los Príncipes de Mónaco y que provocaron que Alberto viajase hasta Sudáfrica el pasado verano con sus hijos para dejar claro que su matrimonio continuaba gozando de una buena salud que en los últimos meses no había acompañado a su esposa.
La pareja posaba enamorada y feliz en unas idílicas imágenes familiares compartidas por la propia Charlène en sus redes sociales, feliz por la visita de su marido y sus pequeños, en las que todas las miradas se centraron en la delgadez y el aspecto frágil de la Princesa, una vez desmentidos los rumores de crisis en el matrimonio.
Sin embargo, y aunque todos pensábamos que el regreso de la sudafricana a Mónaco estaba próximo, su salud no se lo ha permitido hasta este domingo, cuando Charlène, emocionada y expectante, tomaba un vuelo privado en la ciudad de Durban para desplazarse hasta la ciudad francesa de Niza y, de ahí, un helicóptero hasta Montecarlo, cuando por fin se ha reencontrado con el Príncipe Alberto y sus hijos Jacques y Gabrielle que le recibieron a pie de pista con un gran ramo de flores.
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Un regreso a casa que la Princesa no ha hecho sola, ya que su nueva mascota la acompañaba; un perro de la raza Rodhesian Ridgeback que Charlène, feliz y emocionada por pisar suelo monegasco seis meses después, llevaba agarrado con una correa. Visiblemente más delgada y con un favorecedor corte de pelo, la sudafricana ha optado por la comodidad en su largo viaje de vuelta al Principado y ha lucido un vestido midi de punto en color arena, un amplio abrigo negro y unas botas planas en el mismo color.
Sin ocultar su felicidad, y ya en Palacio, el Príncipe Alberto, la Charlène y los pequeños Jacques y Gabrielle - con el uniforme escolar - han posado felices y emocionados por la ansiada vuelta a casa de la Princesa, una realidad largamente esperada por toda la familia después de seis meses en su Sudáfrica natal por su delicado estado de salud.