El testamento de Felipe de Edimburgo permanecerá sellado durante 90 años.
El pasado 9 de abril falleció a los 99 años el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II. Y aunque muchos esperaban conocer sus últimos designios en su testamento, no será si no hasta dentro de 90 años que su voluntad se conozca. Según el Tribunal Superior de Londres, el testamento permanecerá sellado y en privado para preservar la dignidad de la reina. De esta forma, no se harpa ninguna copia del testamento para el registro o el expediente judicial.
Te puede interesar: ¿Por qué Britney Spears cerró su cuenta de Instagram?
Sigue a Cromos en WhatsAppTe invitamos a leer más contenidos como este aquí
En el Reino Unido, los documentos con la última voluntad de sus ciudadanos suelen ser públicos. Sin embargo, cuando se refiere a la realeza, durante casi un siglo, tras el fallecimiento de uno de sus miembros, se solicita sellar el testamento.
En el mes de julio se realizó una audiencia privada en la que los abogados que representan la herencia del duque de Edimburgo y el Fiscal general expusieron los argumentos para mantener en privado la última voluntad del esposo de la reina.
Luego de esto, el presidente del Tribunal Superior, Andrew McFarlane, ordenó en una sentencia publica que el testamento permanezca sellado durante 90 años a partir de la legalización del mismo. Este solo podrá abrirse en privado, incluso cuando ya se haya superado ese periodo de tiempo.
En sus declaraciones, McFarlane dijo “he sostenido que, debido a la posición constitucional del soberano, es apropiado tener una práctica especial en relación con los testamentos reales”. El presidente del Tribunal Superior añadió que “es necesario mejorar la protección que se brinda a los aspectos verdaderamente privados de la vida de este grupo limitado de personas a fin de mantener la dignidad de la soberana y los miembros cercanos de su familia”.
Lee también: Meghan y Harry pierden los Premios Emmy y reciben críticas en Reino Unido
En el fallo, el presidente del Tribunal justificó su decisión afirmando que “el grado de publicidad que probablemente atraiga la publicación sería muy extenso y totalmente contrario al objetivo de mantener la dignidad de la soberana”.
El juez también explicó que no conoce el contenido del testamento, aparte de su realización o identidad del ejecutor de la última voluntad. McFarlane dijo que es custodio de una caja fuerte en la que hay 30 sobres cada uno con un testamento sellado de un miembro de la familia real que ha muerto. Dentro de estas personas se encuentra la reina madre Isabel y la princesa Margarita, que fallecieron en 2002.
El primer miembro de la familia real cuyo testamentó se sometió a este tratamiento fue el del príncipe Francisco de Teck, hermano menor de la esposa de Jorge V, la reina María.