
Flavia Dos Santos: "Estoy hecha de carne, hueso y escarcha. Yo no sudo. Brillo."
Su sexo mandamiento
Disfrutar siempre.
Sigue a Cromos en WhatsAppEl sexo para qué?
Para disfrutar, para pasarla bueno, para sentir placer, para comunicar, para vivir, para dar colorido en la vida, para energizar…
para todo.
La mayor tara de los hombres a nivel de sexo
El miedo a la comparación.
Y de las mujeres
El miedo al rechazo.
¿Hacer el amor o tener sexo?
Tener sexo. Amor no se hace, se siente.
La última vez que lloró
El día que me dijeron, en el chequeo del cáncer, que llevaba un año bien.
Escribir un libro para qué
Para poner en el papel lo que no logro hacer verbalmente.
Lo más difícil de escribirlo
La concentración mental. Yo puedo pensar, elucubrar y hablar, pero a la hora de poner en el papel se me dificulta.
El momento más difícil de la producción del libro
Para mí, empezar.
Una pregunta que la haya dejado sin respuesta
Las que tienen que ver con religión. No es que me corchen, es que es muy difícil ir en contra de las creencias religiosas.
Su lugar favorito en el mundo
Mi cuarto… mi cama.
Lo mejor de los brasileros
La capacidad de reírse de todo.
¿Y lo peor?
El ego.
Lo mejor de los colombianos
La amistad y el cariño hacia los extranjeros.
¿Y lo peor?
Cuando se montan en un carro. Se transforman. Cambian de personalidad.
Una canción que la enamore
Crazy, de Patsy Cline.
Lo más chistoso que le ha tocado vivir como sexóloga
Que la gente piense que uno es capaz de hacer un diagnóstico solamente con la mirada. Sobre todo los hombres.
Y lo más difícil
Tratar a un tipo pedófilo. Muy difícil.
¿Cómo la ven sus hijos?
Cansona, habladora e intensa.
¿Teatro, radio o televisión?
Los tres juntos. El teatro es un enamoramiento, tiene feromonas, un olor que te excita. La radio fue un gran descubrimiento y la televisión aumenta mi ego.
Su plato preferido
El chocolate. Soy adicta al chocolate.
Un lugar en el mundo al que siempre quiera volver
A Río de Janeiro.
Su libro favorito
Sexo mandamiento, de los míos y La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera.
¿Qué tiene de especial Agenda en tacones?
Nadie es libreteado y nadie tiene miedo a exponerse, cosa que se ve muy a menudo en los medios. Somos nosotras y somos honestas, ahí está la clave de la cosa.
¿Es fácil trabajar con mujeres?
Es un rollo. Pero es un aprendizaje. Las hormonas existen, se alborotan, pero por el hecho de que somos honestas las cosas y los problemas se resuelven.
¿Qué hace en su día a día?
Hay tres ingredientes fundamentales en la vida: terapia, ejercicio y sexo.
¿Es rumbera?
Cero rumbera. Es más, a las 11 de la noche ya no doy para nada.
La mejor escena de su vida, de su historia del sexo
El día que me dormí en el sexo fue la más chistosa en mi vida.
¿Su color favorito?
Rojo.
Lo mejor de hacer teatro
Aprender sobre teatro y poder estar con el público en ese contacto diario. Es delicioso.
¿Y lo peor?
El miedo todas las noches de que se me olvide un parlamento.
¿Siempre está sonriente?
Trato. Yo creo que si uno le sonríe a la vida, la vida sonríe de vuelta. Yo creo que como tu tratas a la vida, la vida te trata de vuelta.
¿Con qué la seducen?
Con una buena conversación.
Su película favorita
Emmanuelle.
¿Qué heredó de su mamá?
El pelo largo, la cara, porque dicen que somos igualitas y ya. Porque ella es diametralmente opuesta a mi. Pero dicen mis amigas que heredé mucho más, que soy tan loba como ella. (Risas).
¿Y de su papá?
Heredé la disciplina por el ejercicio y el gusto por los estudios. Mi papá hasta hoy no ha parado de estudiar, es médico, abogado, filósofo y siempre está metido en alguna cosa relativa al estudio.
¿Navidad o Año nuevo?
Año nuevo. La fiesta es más divertida. La Navidad es más familia y tiene siempre un aire nostálgico, alguien ya se fue, los hijos que crecen... El Año nuevo tiene más aire de renovación, de comienzo.
Un regalo que recuerda.
Un jabón de baño. Cuando era niña había un comercial de un jabón de las estrellas y yo lo anhelaba. Hasta que un día mi abuelo me regaló una caja y yo tuve ese jabón como mi tesoro.
Fotos: David Schwarz