Los latidos de Sonia Osorio
La magia no estaba solo en sus pies, que aprendieron a moverse al ritmo de la
música cuando apenas aprendía a caminar. Su alma, que se había alimentado
desde siempre con las lecciones musicales y teatrales de sus padres y
abuelos, también estaba cruzada por ese destino que la llevaría por el
mundo aprendiendo y enseñando a bailar. Sonia Osorio vivió en constante
movimiento. Nació en Bogotá, pero se crió en Barranquilla. Estudió en
Estados Unidos y se casó en París. Volvió al país a crear el Ballet de
Colombia, a innovar el Carnaval de Barranquilla, y a ser la formadora de
varias generaciones de bailarines. Y de paso, se convirtió en una gran
embajadora de nuestro folclor. La disciplina y la dedicación fueron su sello
personal y hoy decenas de artistas le reconocen su pasión contagiosa por la
danza. Apenas cumplió sus 83 años, falleció con la tranquilidad de haber
dejado un legado de más de 40 años de trabajo.
Por El Espectador
12 de abril de 2011