Los otros padres e hijos
¿Podrá sobrevivir Colombia sin Padres e hijos? La respuesta es sí. Pero sin duda, la hora del almuerzo ya no será la misma en millones de hogares colombianos, que durante 17 años han seguido la serie más antigua de la televisión. Algo de nostalgia comienza a sentirse entre quienes la siguieron e incluso entre los que la criticaron. Al fin y al cabo todos han visto al menos un capítulo o identifican a algún miembro de la familia Franco.
Amada por sus fanáticos y odiada por quienes la observaban de reojo, Padres e hijos marcó una generación no solo de televidentes, sino de actores. Por su espacio pasaron novatos que luego se consagraron hasta convertirse en símbolos. El ejemplo más evidente es Daniela, el personaje con más situaciones y vivencias extremas en la historia de la serie y que inmortalizó a la actriz Ana Victoria Beltrán.
Sigue a Cromos en WhatsApp“Yo crecí ahí, fue algo muy bonito. Mi personaje nunca me aburrió porque siempre vivió muchas historias, le pasaron muchas cosas”, dice la actriz. Daniela se casó dos veces, estuvo secuestrada y perdió la memoria, y vivió experiencias juveniles que incluso causaron controversia, como la pérdida de la virginidad.
La suerte de la serie parece estar echada. Colombiana de Televisión (la compañía que produjo la serie en los últimos seis años) anunció hace poco que Caracol, el canal que la emite, no renovó el contrato y por lo tanto las grabaciones terminarán el próximo 24 de julio.
Con un esquema similar a la serie gringa Séptimo cielo (7th Heaven), con una familia como protagonista y de la que se derivan historias paralelas, Padres e hijos fue también un próspero semillero de actores. Allí debutaron nuevas figuras que luego saltaron a producciones en los canales privados. En Colombiana de Televisión no tienen la cuenta exacta pero sí están seguros de que algunas de las actrices nuevas y galanes actuales fueron amigos, parientes de los Franco o novios y hasta esposos de Danielita.
Parte del éxito de la serie fue precisamente ese, tener personajes de todo tipo que desaparecían pero quedaban en la memoria del televidente. Y de eso da fe el personaje de Daniela, casada dos veces, la primera con Diego Cadavid, quien con candongas y cara de adolescente dio el sí en ceremonia religiosa. Aunque el personaje de Diego desapareció, no dejó en líos a su esposa, quien pudo contraer segundas nupcias con Cristóbal (Diego Noceti), otro actor que salió pero le dejó dos hijos a Daniela, quien otra vez vestida de novia, dejó plantado a su futuro tercer esposo J. Pits (Ricardo Herrera).
Con situaciones diferentes también pasaron otros actores como Manolo Cardona, Sebastián Martínez, Lincoln Palomeque, Juan Pablo Obregón, Agmeth Escaf, Orlando Lamboglia, Andrés Suárez, Karoll Márquez, Fabián Ríos y otro símbolo de la serie: Naren Daryanani, quien fue pareja en la pantalla y fuera de ella de la actriz Andrea Guzmán.
“Siempre se arriesgaron con gente nueva y como tenían tantas historias, necesitaban siempre actores. Fue una gran escuela porque se grababan muchas escenas al día y eso le daba a uno agilidad y cancha”, dice el actor Diego Cadavid.
De igual manera, algunas de las caras femeninas más reconocidas pasaron con pena y gloria por la serie, entre ellas Johanna Bahamón, Karen Martínez, Sandra Hernández, Angely Moncayo, Jenny Osorio, Érika Glasser, Astrid Hernández, Helga Díaz, Laura Perico, la modelo Catalina Maya, Tania Robledo (hoy en México) y Camila Zuluaga, una de las pocas que no siguió en la televisión y hoy es parte del equipo de Julio Sánchez Cristo en La W.
Los testigos de este proceso son pocos: Luis Eduardo Motoa, quien interpretó a Carlos Alberto (papá de Daniela) y que junto con Ana Victoria Beltrán es el único que está desde el comienzo; así como Roberto Reyes, el director desde el primer capítulo. Y por supuesto su creador, Malcom Aponte, gestor del proyecto, un hombre con gran habilidad para descubrir talentos, a los que les daba su primera oportunidad en el programa.
Por esto y por los 3.900 capítulos, la hora del almuerzo no será la misma. Pero como dicen que el show debe continuar, sus creadores desean que Padres e hijos no termine. Por eso dejarán un final que quedará abierto, tal vez esperando un regreso o un nuevo contrato. En este sentido, Aponte es enfático: “Lo único que no quiero es que en el último capítulo aparezca la palabra Fin”.