La reina Isabel durante su aparición este 29 de marzo.
El pasado martes 27 de marzo, varias figuras de la realeza se dieron cita en la abadía de Westminster, el lugar donde Felipe e Isabel contrajeron matrimonio hace 75 años, para una ceremonia en homenaje a Felipe de Edimburgo.
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El evento no se trató de un funeral en sí, sino de una celebración religiosa en memoria del que fue miembro de la casa real griega por nacimiento y de la británica por su matrimonio con la Isabel II.
El color verde como protagonista
Teniendo en cuenta que se trató más de un ‘in memoriam’, se dictó para el protocolo no usar el color negro como elección principal, sino colores oscuros.
A pesar de que el duque de Edimburgo murió el pasado 9 de abril de 2021, a sus 99 años, en el Castillo de Windsor; dejó perfectamente detallado cómo quería que fuera su funeral, teniendo en cuenta cada detalle.
Este acto que se programó durante años y se dio a conocer como Fourth Bridge, no se logró realizar debido a la pandemia, la cual llevó a que los fastos homenajes y planes dedicados al esposo de Isabel II no se pudieran realizar. Con esto presente, el carácter militar sí se notó en la ceremonia celebrada este martes, por lo cual el verde tuvo lugar entre la realeza invitada.
De una forma muy explícita, la mayoría de la realeza europea respetó dicho código de vestimenta que se centró en que el negro no era un color adecuado para los invitados.
Tanto la reina Letizia como Camila, esposa del Príncipe Carlos, entre otros reyes y miembros de las monarquías de España, Dinamarca, Bélgica, Mónaco, entre otros, lucieron vestidos elegantes de la misma tonalidad la cual se asocia precisamente, al ejército.
Sin embargo, no todos los asistentes escogieron el color verde, pues entre sus elecciones se encontraron estampados diferentes, como en el vestuario de la casa real británica. Kate Middleton llegó, luciendo imponente con un vestido negro de lunares blancos y Eugenia de York apostó por un primaveral print de flores.
Al igual que ellas, Sofía de Wessex, Lady Louise Mountbatten o Silvia de Suecia, decidieron usar el color azul; mientras que una imponente Máxima de Holanda, lo combinó con gris, el mismo tono elegido por Beatriz de York, quien también usó el color granate para mezclar su atuendo.
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Desde las 10:30 de la mañana, hora de Londres, una hora más en la España peninsular, la abadía de Westminster, recibió a cuerpos diplomáticos y de seguridad, políticos actuales y de tiempos pasados, casas reales europeas, buena parte de la sociedad británica y de la aristocracia, quienes llenaron todos los bancos de la abadía para poder despedir de alguna manera al duque de Edimburgo.
La reina y sus cuatro hijos —Carlos, Ana, Andrés y Eduardo— estuvieron acompañados por sus respectivas parejas, hijos y nietos. Todos estuvieron al lado de la reina.
