Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Si bien es verdad que la posibilidad se da más por azar (la pareja sentimental del King vive en Cali) que por una intención del equipo rojo de hacerse a una figura del fútbol mundial, también es cierto que este tipo de cosas engrandecen nuestro fútbol y los otros equipos grandes lo podrían tomar como ejemplo.
Arturo Vidal, futbolista, no está en discusión. Lo vimos hace unos meses enfrentar a Colombia y de no ser por nuestro arquero Camilo Vargas nos hubiera quitado el invicto. Fue la figura del partido.
Ahora, Arturo Vidal, el ícono de la cultura popular, es todavía más grande. Un bicampeón de Copa América (tiene más títulos que Colombia en toda su historia en este torneo), tricampeón de la Bundesliga, campeón en Italia y jugador estelar del Barcelona en su momento, representa muchos valores de identificación para los amantes del fútbol de todas las edades y colores.
No es secreto que el King no solo llenaría el Pascual. Es el tipo de futbolista que llenaría todos los estadios del país con su presencia.
¿Y cómo lo traen? La figura ya está inventada: con patrocinadores. El club no tiene que mojar su estado de pérdidas y ganancias. Simplemente, se trata de una buena labor de mercadeo en la que todos los implicados ganan. Así jugó Faustino Asprilla en La U de Chile, por ejemplo.
Sí, de no ser por el asunto sentimental que está de por medio en esta situación sería muy difícil que un jugador de sus pergaminos llegara a nuestro país. Pero Colombia tiene mucho para ofrecerle a tipos como él. Al menos lo deberían intentar los otros grandes.
Con un palmarés menor les ha ido bien a Adrián Ramos, Viera (exarquero de Júnior), Carlos Bacca y Cristian Zapata, todos ellos exseleccionados de sus países que levantaron títulos por acá después de haber hecho lo mejor de su carrera por fuera.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador