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Todavía en las calles de Chicago se siente el olor a triunfo, el multitudinario festejo por el título de la Liga Nacional, en una celebración que empezó un poco antes de la media noche del pasado sábado, y que, de acuerdo con los seguidores de los Cachorros, ‘’se puede prolongar hasta cuando ganemos la Serie Mundial’’.
El alcalde de la Ciudad de los Vientos, Rahm Emanuel, ha impartido instrucciones precisas para que los agentes del orden mantengan todo bajo control, para que la alegría no desborde por ningún motivo, la seguridad y la compostura de los aficionados al béisbol, y en especial, la de la fanaticada de los Cachorros, abnegada como muy pocas y resignada cuando la victoria finalmente no ha llegado, pero ahora más que nunca, se mantiene en vilo después de más de un siglo de no saborear la miel del triunfo en el Clásico de Otoño.
Por cierto, nadie se acuerda de la última vez en que los Cachorros de Chicago se alzaron con el titulo de la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas. Si acaso, en los libros de historia, aparece que su última corona fue conquistada en 1908.
Y a mediados del siglo pasado, los Indios de Cleveland cargaron con el codiciado trofeo del Clásico de Otoño. Eso fue en octubre de 1948.
Los Cachorros derrotaron en la Cita de Octubre de ese año 1908, a los Tigres de Detroit, 4 victorias contra 1 derrota. Los Indios, en 1948, vencieron a los entonces Bravos de Boston (hoy de Atlanta) por 4 triunfos frente a 2 derrotas.
Desde 1945 los Cachorros no concurrían a la Cita de Octubre, cuando perdieron en la gran final frente a los Tigres de Detroit, ¡otra vez los Tigres!, en seis partidos, 2-4. Mientras que los Indios no lo hacen desde aquella final de campaña frente a los Marlins, entonces de la Florida, de 1997, cuando cayeron en el séptimo y último desafío, con la carrera remolcada por el novato torpedero colombiano Édgar Rentería frente a una oferta del derecho Charles Nagy, para impulsar desde la intermedia a Craig Counsell, hoy estratega de los Cerveceros de Milwaukee, para señalar un tablero de 3 carreras por 2, en once episodios de juego, y caer 4-3 en la serie.
Finalmente, la Serie Mundial de 2016 es inédita. Por primera vez los Cachorros, una de las cuatro novenas más antiguas del Béisbol Organizado, se enfrentará a los Indios, por la corona de las Grandes Ligas.
Los Cachorros han ganado 2 títulos de Serie Mundial (1907 y 1908) en 10 participaciones, mientras que los Indios tienen 2 coronas (1920 y 1948) en 5 intervenciones del Clásico.
Muy parejos
En sumas y restas, tanto los Cachorros como los Indios se muestran como dos novenas equilibradas, con un puñado de peloteros, con el talento y la calidad necesarias para afrontar el compromiso de esta Serie Mundial.
Los Cachorros se deshicieron en la ronda divisional de los Gigantes de San Francisco, derrotándolos 1-0 en el primer juego; 5-2 en el segundo, ambos en Chicago; perdieron el tercero 6-5; y ganaron el cuarto 6-5, estos dos últimos en San Francisco.
Y acaban de superar a los Dodgers de Los Ángeles, en la Serie por el Campeonato. Eran favoritos en ambas citas y salieron adelante.
Los Indios, por su lado, en la Serie Divisional vapulearon a los Medias Rojas, 5-4 en el primer juego; 6-0 en el segundo, ambos en Cleveland; y triunfaron 4-3 en el tercero, éste último, efectuado en Boston. Contra los Azulejos de Toronto, los Indios volvieron a ganar, perdiendo un partido de los 5 jugados sobre los 7 previstos. Las victorias fueron 2-0 y 2-1, en Cleveland; 4-2 el tercero en Toronto; perdieron en el cuarto, 6-1 y en el quinto, vencieron por blanqueada de 3-0.
Los Indios no eran favoritos para la Serie Divisional frente a los Medias Rojas, como tampoco para la Serie de Campeonato, ante los Azulejos, pero en ambas confrontaciones, salieron adelante.
Los campeones de la Liga Nacional batearon para 222 en la postemporada en 10 partidos con 12 cuadrangulares despachados; y los campeones de la Liga Americana promediaron ofensiva de 208 con 11 tablazos de circuito completo, en los 8 encuentros en donde actuaron.
En los 8 partidos en donde participaron los Indios, la efectividad de sus lanzadores fue sencillamente espectacular, al señalar 1.77 carreras limpias por juego. En los 10 partidos que jugaron los Cachorros, su cuerpo de lanzadores mostró una tarjeta con 2.93 carreras limpias por juego.
Mirando igualmente las estadísticas en las confrontaciones de ambos clubes, tienen igualdad en 9 ganados y 9 perdidos cada uno en los encuentros de interligas que han jugado hasta la fecha. En el 2016, no estuvieron programados para jugar.
Lo que se espera
La suerte está echada, y por lo tanto, de aquí en adelante, todo lo que se diga, todo lo que se escriba, todo lo que se analice, hace parte de las especulaciones, porque una cosa es sentarse a tratar de comprender los partidos a disputarse en la gran final del Béisbol Organizado, y otra muy distinta, lo que puede ocurrir sobre el terreno de juego.
Dexter Fowler, Kris Bryant, Anthony Rizzo, Ben Zobrist, Jason Heyward, Javier Báez, Wilson Contreras, David Ross, Addison Russell, Albert Almora Jr., Miguel Montero, y luego, Jon Lester, Kyle Hendricks, Jake Arrieta, John Lackey, Pedro Strop, Aroldis Chapman, Travis Wood, Mike Montgomery, Carl Edwards Jr., Héctor Rondón, y paremos de contar, hace de los Cachorros una plantilla temible por donde se le quiera mirar.
Y que decir de Carlos Santana, Jason Kipnis, Francisco Lindor, Mike Napoli, José Ramírez, Lonnie Chisenhall, Coco Crisp, Rajai Davis, Tyler Naquin, Roberto Pérez, y Corey Kluber, Trevor Bauer, Josh Tomlin, Ryan Merrit, Dan Otero, Jeff Manship, Zach McAllister, Bryan Shaw, Cody Allen y Andrew Miller, en la nómina de los Indios, para sortear la dificultades de una final llena de ansias y sed de triunfo.
Joe Maddon es el veterano estratega de los Cachorros, y tiene en sus manos el boleto a ganador, no solo por lo que hizo su novena en toda la temporada, el mejor club de este 2016 en las Grandes Ligas, sino por lo que han demostrado sus muchachos a la hora de enfrentar los momentos difíciles.
Terry Francona es un experimentado orientador para los Indios, después de haber llevado en dos ocasiones al título de la Serie Mundial a los apagados Medias Rojas de Boston, que permanecieron sin poder ganar esa codiciada corona más de ocho décadas. Con él, con Terry, los ‘’patirrojos’’ de Boston se alzaron con los títulos del 2004, rompiendo una larga sequía desde 1918, para capturar el título de la Cita de Otoño, y agregando otra en el 2007, para rubricar un comienzo de siglo sencillamente espectacular con ese club.
Los Indios no son favoritos, pero nadie los puede desechar ni al principio ni al final, especialmente porque los dos primeros juegos, por aquello de la victoria de la Liga Americana sobre la Liga Nacional en el Juego de Estrellas de mitad de año, los juegan en su casa. Y si la ‘’tribu’’ se sale con las suyas, mucho nos tememos que puede ser una Cita de Octubre a siete desafíos, para conocer al nuevo campeón de la Serie Mundial cuando se cuelgue el out 27 del séptimo y último partido.
Cara o sello
Muchos se estarán preguntando, a pocas horas de comenzar a disputarse la gran final del béisbol de las Grandes Ligas, hacia dónde se inclina la balanza.
La combinación de novatos y veteranos en ambas novenas, reflejan el gran cambio que se palpa día a día en la Gran Carpa, mezcla perfecta para esta clase de series tan cortas y cerradas de principio a fin.
Jon Lester, Jake Arrieta, Kyle Hendricks y John Lackey, puede ser el orden de la rotación que señale Maddon por los Cachorros. Corey Kluber, Josh Tomlin, Trevor Bauer, si está en plenas condiciones de subir a la lomita, y Ryan Merrit, podría ser la que utilizará Francona.
Por lo pronto, el zurdo Jon Lester será el abridor del primer juego por los Cachorros, mientras que el derecho Corey Kluber, lo hará por los Indios, confirmaron los capataces de los dos equipos.
Lo que podría ser ventaja para los Indios por jugar en el Progressive Field los dos primeros partidos, se convertiría en punto de apoyo para los Cachorros si sus abridores amarran a la artillería de la ‘’tribu’’ para que no fabriquen anotaciones antes de la sexta entrada y estar en ventaja, porque la demoledora y efectiva actuación del cuerpo de relevistas de los Indios, con 1.67 de carreras limpias en 32 episodios en la postemporada de la Liga Americana, dice mucho y hace daño de verdad. Difícil es fabricarles carreras a esos brazos de Andrew Miller y Cody Allen, entre otros.
Si los Cachorros se acreditan una victoria en Cleveland, en donde se jugará martes 25 y miércoles 26 de octubre, para regresar al Wrigley Field de Chicago, para desarrollar los 3 partidos siguientes, si son todos necesarios, los días viernes 28, sábado 29 y domingo 30 de octubre, igualados en la Serie Mundial, y mantienen sus lanzadores a los Indios controlados en los tramos iniciales de los juegos, romper el ayuno de 116 años parece estar cerca.
Si son necesarios los encuentros sexto y séptimo, se volverá a la casa de los Indios para jugarlos el martes 1o. y el miércoles 2 de noviembre.
De todas maneras hay que lanzar la moneda al aire. Escojan cara o sello, porque no hay más. Cachorros o Indios. Decídanlo ustedes, amables lectores. Por el momento, se nos dañó el opinador… mejor dicho, no encontramos un claro favorito, porque a lo mejor se necesitarán los siete desafíos para conocer al nuevo campeón de la Serie Mundial.