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Nos cuesta creer - y nos resistimos creerlo - que destacados y muy experimentados periodistas que hacen la cobertura del béisbol de las Grandes Ligas, caigan, como han caído, en el arrastre de llegar a discusiones bizantinas cuando las pruebas, irrefutables por cierto, demuestran que no hay por qué hacer parte de ellas.
La algarabía que hay por estos días sobre la actuación del formidable y respetado pelotero dominicano, Albert Pujols, con relación a las marcas que está imponiendo y que seguramente lo llevarán al Salón de la Fama, más temprano que tarde, sin temor a equivocarnos, podemos decir que una cosa es la tarea que desarrolla el quisqueyano para llegar con méritos propios a Cooperstown, y otra, muy distinta por cierto, que se trate de borrar de un plumazo, y sin formula de juicio, lo que en su época hizo el inmortal de los inmortales del béisbol, Babe Ruth.
Sus registros, los de Ruth, no pueden ocultarse, y para ello, basta con recurrir a los numeritos que reposan en Major League Béisbol, la entidad que maneja los hilos y la estructura del Béisbol Organizado, con pelos y señales, para percatarse, como cualquier neófito lo haría, que una cosa es lo que se está diciendo en los rincones deportivos, y otras, las que evidentemente corresponden a la realidad. Es decir, se está discutiendo sobre hechos irrefutables, en discusiones bizantinas, que en nada beneficia al béisbol, y mucho menos al sensacional Albert Pujols, ante quien hay que reconocerlo, como lo hemos repetido en múltiples ocasiones, es un señor pelotero, un hombre de bien y un ser humano lleno de humildad y de condiciones personales relevantes, más allá de los diamantes beisboleros.
Verdad de a puño
Todo se basa - las discusiones, señalamos nosotros -, en resaltar que Pujols ya le dio alcance a la marca establecida por Babe Ruth durante su prolongada permanencia en el béisbol de la Gran Carpa, como remolcador de carreras, y que además, ya lo superó.
Esa discusión no cabe, por tres lógicas razones: la primera porque eso no es cierto. La segunda, porque a Pujols le hace falta destronar a un pelotero más, por cierto, de extirpe latina. Y la tercera, porque nada más elogioso que un latino como Albert pueda superar esa marca del hombre que re-inventó el béisbol, como lo fue Ruth, desde los años 20.
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Cuando cerramos esta nota, a 30 de abril de 2019, Pujols ya está por encima de inmortales como Jimmie Foxx, Stan Musial y Lou Gehrig, a cual más de famoso; y va en la ruta de superar a Álex Rodríguez, el controvertido jugador de origen latino pero nacido en Nueva York que, por esos infortunios de la vida, tendrá muchas dificultades para llegar al Salón de la Fama.
Pujols todavía tiene todas las opciones para llegar a la cúspide del mejor pelotero de todos los tiempos en carreras impulsadas, para superar a Alex, a Babe Ruth, y por qué no, a Hank Aaron, el inmortal que se quedó a tres rayitas de compilar 2.300 anotaciones remolcadas hasta el pentágono.
Una verdad de a puño, que no puede ofrecer discusión alguna, es que Ruth está por encima de Pujols, en los actuales momentos, con más de 200 carreras impulsadas. Así de fácil. Así de cierto. Así de incontrovertible.
Estadísticas oficiales
Para algunos expertos, Babe Ruth tiene realmente acumuladas 2.217 carreras remolcadas, y esa cifra, en gracia de discusión, representa 4 anotaciones más conseguidas con la ofensiva de su bateo, que las que oficialmente aparecen en las estadísticas del béisbol de las Grandes Ligas, donde tiene compiladas 2.213.
Nosotros acogemos, sin discusión alguna, el registro que aparece en el listado del béisbol de la Gran Carpa, porque además de estar detallado, año por año, nadie puede ignorarlas porque sí. Es que frente a la historia y las estadísticas, esos numeritos son incontrovertibles, a menos que nos demuestren lo contrario.
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Pujols no está lejos de llegar y superar la marca. Está muy cerca en alcanzarla, si sus condiciones físicas le permiten mantenerse activado en el terreno de juego, pues sus dolencias, ampliamente conocidas, le han mermado sus excepcionales cualidades de jugador a medida que transcurren los días, los meses y los años. Y porque además, no es nada fácil llegar a la cifra de Ruth.
Con más de 1.900
Peloteros de la talla de Melt Ott, Al Kaline, Ted Williams, Carl Yastrzemski, Harmon Killebrew, Ernie Banks y Frank Robinson, para apenas citar nombres inolvidables del juego, no pudieron cruzar la barrera de las 1.900 carreras fletadas hasta el pentágono, vaya uno a saber por qué, mientras que Pujols, sin fórmula de juicio y a la vuelta de la esquina, va a llegar a las 2.000.
Eso demuestra, también sin controversia alguna, que su brillante carrera no se opaca si no supera a Babe Ruth, porque quedando detrás de él, le acumulan méritos más que suficientes en la historia estadística de las carreras impulsadas.
Con más de 1.900 remolcadas, aparecen jugadores del talento y jerarquía de Willie Mays, con 1.903; con 1.917, Eddie Murray; con 1.922 impulsadas, el sensacional Jimmie Foxx; con 1.938, ‘’El melocotón de Georgia’’, el controvertido Ty Cobb; y luego, con 1.951, tan grande como mucho de los grandes, Stan Musial, quien suma 1.951.
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A todos esos gloriosos e inmortales peloteros, Pujols ya los superó; y como se dice en el argot de la hípica, los dejó regados.
Es que la primera década en el juego de Pujols, luciendo el uniforme de los Cardenales de San Luis, fue sencillamente espectacular por donde se le mire, pues en esos dos lustros, en todos los años impulsó 100 o más carreras por temporada; incluyendo la de 137 en el año 2006; la de 135, en la campaña del 2009; y la de 130 en el 2001, cuando debutó en la Gran Carpa, conquistando, además, el título del Novato del Año en La Liga Nacional.
Lejos de muchos
Toda la vida se ha dicho que las comparaciones son siempre odiosas, y para nosotros, esa es una premisa más que cierta.
Pero en este caso, dejemos a un lado la cita, para decir, que Albert Pujos, el ídolo de Santo Domingo y su alrededores, está lejos, muy lejos, de ser alcanzado, por el momento, por cualquier otro pelotero de las Grandes Ligas. Para decirlo de manera concreta, su marca está, cualquiera que ella sea cuando concluya su carrera, fuera de todo peligro, por lo menos en los años venideros, quizás en dos o tres décadas del béisbol.
Su inmediato seguidor, de los jugadores que están activos en los actuales momentos, es el destacado pelotero venezolano Miguel Cabrera, quien suma 1.646 carreras empujadas, y cuya permanencia dentro del juego, no cuenta con cimientos muy fuertes hacia el futuro, dadas las últimas dolencias que viene padeciendo.
Luego aparecen, dentro de los que siguen en competencia, el también dominicano Robinson Canó, con 1.244 carreras impulsadas, y Matt Holliday, con 1.220, y pare de contar.
Ahora bien. Pujols, a sus 39 años y con las dolencias físicas que lo han venido acosando en los últimos tiempos, su permanencia en la Gran Carpa puede proyectarse máximo sobre tres o cuatro años más, o por lo menos, terminar el contrato que tiene actualmente con los Angelinos de California, que concluye en un par de años, es decir, en el 2021.
Grande entre los grandes
Pujols puede dormir tranquilo. Ya ha hecho todo lo que un pelotero de su jerarquía puede ofrecer sobre los diamantes, y esperar, más temprano que tarde, llegar al Salón de los Inmortales.
Grande entre los grandes, el dominicano camina a paso firme en busca de superar la marca de Álex Rodríguez, quien en los registros oficiales del béisbol de las Grandes Ligas, suma 2.086 carreras impulsadas en su carrera deportiva.
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Y luego, sí, aparece el siempre inmortal, Babe Ruth, con sus 2.213 carreras remolcadas, el hombre que empezó siendo lanzador con los Medias Rojas de Boston, con seis temporadas trabajando desde la loma de los sustos - entre 2014 y 2019 -, pero desde el 2020, con el uniforme de los Yanquis de Nueva York, abandona su actividad como serpentinero, apareciéndose esporádicamente en el montículo, y se dedica, de tiempo completo, a ser pelotero de campo, para convertirse en el ídolo de todo los tiempos, para el béisbol de las Grandes Ligas.
Pero el gran jerarca en las estadísticas de carreras impulsadas en la Gran Carpa, es el también famoso e inmortal, Hank Aaron, quien compila 2.297 remolcadas, por lo que, a Pujols le hace falta rebasar a tres peloteros que tienen guarismos indiscutibles en este departamento.
Para llegar a la marca de Álex Rodríguez, Pujols está a menos de 100 carreras empujadas; para superar a la de Babe Ruth, Albert se coloca a más de 200 remolcadas; y para llegar a la cima-cima, Albert Pujols necesita casi las 300 impulsadas para mejorar la marca del ‘’Martillo’’ Hank Aaron.
Con base en las estadísticas, no puede haber discusión alguna, cuando la contabilidad arroja las frías cifras pero incontrovertibles: Albert Pujols es un inmortal en ciernes, pero todavía le hace falta un buen tramo para que su bate produzca las impulsadas que necesita para superar a Babe Ruth, como es evidente; mientras que para llegar a la cúspide, en donde está Hank Aaron, necesita un número mayor de 300 remolcadas, como queda anotado, para entonces erigirse en el más grande entre los grandes de todos los tiempos empujando anotaciones hasta el pentágono.
Albert Pujols es sencillamente un latino ejemplar dentro del béisbol, y con todo lo que ha hecho, su paso para ser ciudadano de Cooperstown apenas le hace falta que transcurra el tiempo debido, y nada más.