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El título de la antioqueña Caterine Ibargüen es histórico: es el primer oro olímpico para el atletismo colombiano en 84 años de participaciones en Juegos Olímpicos. La segunda victoria de una suramericana en 68 años de intervenciones en esa justa, pues en 1948 Argentina debutó por esta parte del continente en el atletismo olímpico. Y lo hizo con una presea de plata obtenida por Noemí Simonetto De Portela, en salto largo. Con apenas 22 años la gaucha hizo una marca de 5,60 metros. Simonetto se había mantenido al frente hasta la última ronda, siendo superada por la húngara Olga Gyarmati, en el último intento, con 5,695 m.
Antes de Caterine, a lo más alto del podio olímpico se subió la brasileña Maurren Higa Maggi, en Beijing 2008, en el salto largo (7,04 metros). Con 40 años, ella no está presente el Río y anunció su retiro hace pocas semanas.
En el balance global, en 104 años la región ha conquistado nueve preseas doradas en ese deporte, si se tiene en cuenta que el atletismo chileno hizo su estreno por Suramérica en 1912. Dos títulos fueron conquistados por el brasileño Adhemar Ferreira Da Silva, el canguro brasileño en el salto triplle, el más ganador.
La chilena Marlene Ahrens consiguió para Suramérica la segunda medalla olímpica en damas. Lo hizo el 28 de noviembre de 1956 en Melbourne, tras lanzar la jabalina a 50,38 metros, que se tradujo en un metal de plata. La medalla de oro fue ganada por la soviética Inese Jaunzen (53,86 m).
Después de Ahrens, el atletismo femenino de Suramérica debió esperar 36 años para que una de sus atletas volviera a pisar un podio olímpico. Fue en 1992, con la antioqueña Ximena Restrepo Gaviria, bronce en los 400 metros (49.64 segundos) de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Colombia debió esperar 20 años para que otra de sus atletas volviera a colgarse una presea olímpica: la de plata con Ibargüen en Lindres 2012 en salto trilple (14,80 metros).
El primer título olímpico para Suramérica, en atletismo, fue un honor que recayó en otro argentino: Juan Carlos Zabala, ganador del maratón (2:31:36), en Los Ángeles 1932. Por un estrecho margen de 19 segundos derrotó al británico Samuel Ferris.
Tras un receso olímpico de 12 años, causado por la Segunda Guerra Mundial, y mientras el mundo aún no terminaba de levantarse entre sus escombros, Delfo Cabrera, compatriota de Zabala, repitió para Argentina el título en maratón (2:34:51) durante los Juegos Olímpicos de Londres 1948, donde por apenas 16 segundos doblegó al británico Thomas John Henry Richards.