Acto reprochable de un fanático: le ofrece un rollo de papel a Dumoulin
En el transcurso de la etapa 19 del Giro de Italia, un hombre vestido con la camiseta de la selección de Colombia persiguió al holandés con un rollo de papel higiénico en la mano.
Redacción deportes
El martes Tom Dumoulin perdió tiempo. Lo hizo porque sufrió un apretón súbito, un ataque intestinal, que lo obligó a pararse a un lado de la vía para hacer sus necesidades. Fueron dos minutos los que cedió el pedalista holandés, quien se batió a capa y espada en el ascenso y en el descenso para evitar que ese apretón no le hiciera perder la ‘maglia rosa’. Y lo logró, se mantuvo como líder. Este viernes un fanático le recordó ese incidente ofreciéndole un rollo de papel. (Vea el especial del Giro del Centenario)
Son momentos que no se olvidan. Que quedan registrados en la memoria de los fanáticos. Por ejemplo, hay veteranos del ciclismo que recuerdan que Gastone Nencini ganó un Giro hace 60 años porque Charly Gaul se paró a orinar. Son cosas de humanos y de humanos está hecho el ciclismo, no de máquinas. Carlos Arribas en una de sus notas del Giro de Italia en el diario El País recuerda la historia de Greg LeMond en el Tour de 1986 como se la contó Perico Delgado: "Llegando a Futuroscope, el segoviano se dio cuenta de que detrás de la rueda del norteamericano, futuro vencedor, no se quería poner nadie. Se acercó intrigado y el olor que despedía LeMond, y los chorretones en sus piernas, le hicieron comprender rápido lo sucedido".
Y por esa memoria casi nítida de los fanáticos es que durante el recorrido de una carrera tan grande como la del Giro se observan cosas que para unos puede que sea jocoso y para otros reprochables. Los hombres, que madrugan para ver la caravana ciclística pasar, que se agrupan durante horas para vivir durante un instante la emoción de una carrera, saben que tienen unos segundos de fama. Unos intentan alargarlo, corriendo semidesnudos o con algún disfraz al lado de los ciclistas, mientras que otros intentan ser creativos con lo que muestran en cámara.
Todos siguen el molde en las grandes carreras europeas. Corren, corren como desenfrenados animando a los corredores. Sin embargo, en la etapa 19 del Giro hubo uno que fue más allá. Que recordó el apretón de Dumoulin y le enseñó un rollo de papel higiénico. “Algunos fanáticos compartieron conmigo papel higiénico y al menos me hizo reír un poco. Buen humor, ha ha”, escribió el ciclista holandés en su cuenta de Twitter.
“No fue un día fácil”, escribió Dumoulin en ese trino. Y sí, no lo fue. Perdió tiempo en la general, perdió el liderato de la competencia, quedó a 38 segundos de Nairo. Todo se definirá en las dos últimas etapas. La idea del holandés es no perder tiempo el sábado para poder retomar el liderato del Giro en la contrarreloj que se llevará a cabo entre Monza y Milán.
El martes Tom Dumoulin perdió tiempo. Lo hizo porque sufrió un apretón súbito, un ataque intestinal, que lo obligó a pararse a un lado de la vía para hacer sus necesidades. Fueron dos minutos los que cedió el pedalista holandés, quien se batió a capa y espada en el ascenso y en el descenso para evitar que ese apretón no le hiciera perder la ‘maglia rosa’. Y lo logró, se mantuvo como líder. Este viernes un fanático le recordó ese incidente ofreciéndole un rollo de papel. (Vea el especial del Giro del Centenario)
Son momentos que no se olvidan. Que quedan registrados en la memoria de los fanáticos. Por ejemplo, hay veteranos del ciclismo que recuerdan que Gastone Nencini ganó un Giro hace 60 años porque Charly Gaul se paró a orinar. Son cosas de humanos y de humanos está hecho el ciclismo, no de máquinas. Carlos Arribas en una de sus notas del Giro de Italia en el diario El País recuerda la historia de Greg LeMond en el Tour de 1986 como se la contó Perico Delgado: "Llegando a Futuroscope, el segoviano se dio cuenta de que detrás de la rueda del norteamericano, futuro vencedor, no se quería poner nadie. Se acercó intrigado y el olor que despedía LeMond, y los chorretones en sus piernas, le hicieron comprender rápido lo sucedido".
Y por esa memoria casi nítida de los fanáticos es que durante el recorrido de una carrera tan grande como la del Giro se observan cosas que para unos puede que sea jocoso y para otros reprochables. Los hombres, que madrugan para ver la caravana ciclística pasar, que se agrupan durante horas para vivir durante un instante la emoción de una carrera, saben que tienen unos segundos de fama. Unos intentan alargarlo, corriendo semidesnudos o con algún disfraz al lado de los ciclistas, mientras que otros intentan ser creativos con lo que muestran en cámara.
Todos siguen el molde en las grandes carreras europeas. Corren, corren como desenfrenados animando a los corredores. Sin embargo, en la etapa 19 del Giro hubo uno que fue más allá. Que recordó el apretón de Dumoulin y le enseñó un rollo de papel higiénico. “Algunos fanáticos compartieron conmigo papel higiénico y al menos me hizo reír un poco. Buen humor, ha ha”, escribió el ciclista holandés en su cuenta de Twitter.
“No fue un día fácil”, escribió Dumoulin en ese trino. Y sí, no lo fue. Perdió tiempo en la general, perdió el liderato de la competencia, quedó a 38 segundos de Nairo. Todo se definirá en las dos últimas etapas. La idea del holandés es no perder tiempo el sábado para poder retomar el liderato del Giro en la contrarreloj que se llevará a cabo entre Monza y Milán.