Burocracia o negligencia: las razones detrás de la suspensión de la Vuelta al Tolima
Los ciclistas recibieron la noticia dos días antes en la que iba a ser la primera carrera del ciclismo nacional en 2021. En la Liga del Tolima dicen que se trató de un tema de cláusulas, pero en el Ministerio del Deporte no piensan lo mismo. Esto fue lo que pasó.
Thomas Blanco- @thomblalin
A dos días de abrirse, por fin, el calendario del ciclismo nacional de 2021, el pelotón recibió una noticia desmoralizadora: la suspensión de La Vuelta al Tolima. Todos se quedaron con las maletas listas, no por el virus, falta de recursos, nada parecido: por burocracia. Al menos en los papeles oficiales...
¿La razón? Los permisos de las autoridades viales de la ANI e Invías no habían sido concedidos, “tal y como exige el Indeportes del Tolima”, dice el comunicado de la Liga de Ciclismo del Tolima.
“Invías se demora mucho en dar los permisos, nosotros hicimos la solicitud con un mes de anticipación. Y este año, el gerente actual, que es un gerente nuevo, colocó una cláusula en la parte jurídica de que si no tenemos la autorización con dos o tres días de anticipación, para no arriesgar la plata del estado, no nos daban los recursos para la vuelta. ¿Qué tal que se hiciera la Vuelta al Tolima y pase lo que pasó en la Vuelta a Antioquia, que no se pudo hacer la primera etapa? ¿O que hagamos la primera y no se hagan el resto, quién le devuelve la plata a Indeportes y a los equipos, quién? Eso es lo difícil. Hace cuatro años hicimos La Vuelta al Tolima y al segundo día nos pararon porque la liga hizo mal el trámite”, le dijo Nazario Arango, presidente de la Liga del Tolima a El Espectador.
La semilla del problema: la cláusula que exigió Alexander Castro, gerente de Indeportes Tolima. Sin embargo, el funcionario, hasta el momento, no atendió a este diario.
Y circula una pregunta en el ambiente: el silencio. ¿Por qué si se avecinaba esa “fecha límite” no se hizo lobby, se llamó al Ministerio del Deporte o se hizo una denuncia a los medios de comunicación? “La liga es la que gestiona este tipo de requerimientos, el evento lo organizamos nosotros. Y como presidente no tengo la claridad de a quién llamar. Estaba esperando hasta último momento, hasta que me llamó el gerente. Sacar los permisos viales es lo más difícil de hacer una carrera de ciclismo. El año pasado fue lo mismo, llamé a pedirle ayuda a la Federación Colombiana de Ciclismo y el permiso igual me llegó la noche anterior”, advirtió.
(Lea: El récord de Patios sigue sin batirse: la memoria perdida detrás del alto)
Lo que llama la atención del gobierno y de los demás actores del ciclismo colombiano es que el común denominador es que este tipo de permisos lleguen, por lo general, el día anterior. “La resolución de permisos se da de uno a tres días antes de la carrera. Y nunca nos han negado un permiso, siempre nos los han dado”, las palabras de Mauricio Vargas, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo.
Y agregó que “la FCC organiza de manera administrativa, técnica y logística el Tour Colombia, la Vuelta a Colombia masculina y femenina, la Vuelta a la Juventud, la Vuelta del Porvenir, el Tour Femenino y la Vuelta del Futuro. Las otras carreras que están dentro del calendario las avala la federación, también nombramos jueces, ayudamos en la solicitud de permisos con un mes de antelación, pero la parte administrativa les corresponde a cada una de las ligas de ciclismo”.
El malestar del Ministerio del Deporte
La noticia llegó por sorpresa a las oficinas del Ministerio del Deporte a través de las redes sociales, no tenían la menor idea de que la carrera podía suspenderse. Y allí creen que hay mucho más que un tema burocrático de permisos con las autoridades viales. “No es posible que una vuelta se cancele faltando dos días para su inicio y mucho menos aduciendo presuntas razones que no son ciertas. El ministerio comenzará una investigación exhaustiva para decirle al país qué sucedió con la Vuelta al Tolima. No es posible jugar con los sueños de tantas personas”, apuntó Ernesto Lucena, ministro del Deporte, en sus redes sociales.
Desde el gobierno la opinión es clara: están convencidos de que sí les iban a dar los permisos viales. Y tienen la experiencia por los Juegos Nacionales de que esa luz verde llega un día antes, es lo normal.
“Hay temas de orden nacional y temas de urgencia que se pueden presentar en las carreteras, es lo lógico que den el permiso un día antes. No entendemos la suspensión, creemos que Invías ya le había dicho a la FCC que los permisos estaban listos. Los dirigentes no estamos para ser protagonistas, estamos para agotar todas las instancias para que no se suspenda una vuelta tan importante. Ellos no pueden poner unos pliegos de dos días o tres antes, esos permisos llegan el día antes y lo decimos por experiencia. Y nosotros como Ministerio del Deporte nunca recibimos una llamada de la liga para apoyarlos en estos recursos. Suspendieron y listo. Si nos hubieran notificado hubiéramos hecho más”, advirtió Miguel Acevedo, director de posicionamiento y liderazgo deportivo del Ministerio del Deporte.
(Lea: “El Zipa” Forero, el ingeniero de la primera Vuelta a Colombia)
¿La postura del ministerio? “Creemos que fue más un tema de que no tenían y no habían hecho los procesos contractuales para tener la plata de la organización. No podemos jugar así con las ilusiones de la gente, deben haber sanciones. El deporte se respeta”, añadió Acevedo.
El nuevo plan es realizar la Vuelta al Tolima del 6 al 9 de mayo, todo a la espera de la situación sanitaria del país. ¿Y cuánto vale organizar esta carrera? De acuerdo a Arango, presidente de la liga, “casi 300 millones de pesos”. Y aunque no ha hecho las cuentas, cree que las pérdidas por el aplazamiento pueden estar por un estimado de 40 millones de pesos, eso sin tener en cuenta los gastos que habían hecho los equipos en hoteles, pruebas de coronavirus y viáticos.
“Más que la plata es la moral de los deportistas, de los equipos, de los directivos, de todos. Era el primer evento nacional de ciclismo. La culpa no sé quién la tiene, pero hay que tomar cartas en el asunto, son eventos programados con anticipación, esto no puede pasar. Este es un precedente para que Invías, las concesiones, el Ministerio del Deporte, las ligas y la FCC nos organicemos y nos pongamos de acuerdo para que esto no vuelva a suceder”, reconoció el presidente de la Liga del Tolima.
Y esta es su opinión con respecto a la postura del Ministerio del Deporte: “No sé de qué hablan,la plata, los números, los papeles, todo está el día. La verdad a mí gustaría que averiguaran qué sucedió. Todo se hizo con anticipación. Cuando el gerente de Indeportes me pidió los permisos y no los tenía, no podía asumir ese riesgo”.
Los equipos, preocupados por no tener exposición de la marca que los patrocina. Los ciclistas, por no tener ritmo y opciones de carreras. “Y así quieren que el ciclismo colombiano siga creciendo cuando se cancela una carrera por algo tan burocrático como el préstamo de una vía”, las palabras de Javier Jamaica, uno de los principales candidatos a ganar la Vuelta a Colombia, carrera a la que llegarán los pedalistas sin competencias previas.
Desde la Liga del Tolima argumentan temas burocráticos, desde el Ministerio del Deporte falta de planeación. Y en Indeportes Tolima el silencio impera. Las pesquisas siguen.
Cada quién escogerá con qué versión de la historia se queda. Una disyuntiva que no nubla la única verdad irrefutable: sin organización y sin sembrar, el país se expone a un nuevo bache de embajadores colombianos en el mundo, como el que se vivió en las últimas décadas.
Por: Thomas Blanco- @thomblalin
A dos días de abrirse, por fin, el calendario del ciclismo nacional de 2021, el pelotón recibió una noticia desmoralizadora: la suspensión de La Vuelta al Tolima. Todos se quedaron con las maletas listas, no por el virus, falta de recursos, nada parecido: por burocracia. Al menos en los papeles oficiales...
¿La razón? Los permisos de las autoridades viales de la ANI e Invías no habían sido concedidos, “tal y como exige el Indeportes del Tolima”, dice el comunicado de la Liga de Ciclismo del Tolima.
“Invías se demora mucho en dar los permisos, nosotros hicimos la solicitud con un mes de anticipación. Y este año, el gerente actual, que es un gerente nuevo, colocó una cláusula en la parte jurídica de que si no tenemos la autorización con dos o tres días de anticipación, para no arriesgar la plata del estado, no nos daban los recursos para la vuelta. ¿Qué tal que se hiciera la Vuelta al Tolima y pase lo que pasó en la Vuelta a Antioquia, que no se pudo hacer la primera etapa? ¿O que hagamos la primera y no se hagan el resto, quién le devuelve la plata a Indeportes y a los equipos, quién? Eso es lo difícil. Hace cuatro años hicimos La Vuelta al Tolima y al segundo día nos pararon porque la liga hizo mal el trámite”, le dijo Nazario Arango, presidente de la Liga del Tolima a El Espectador.
La semilla del problema: la cláusula que exigió Alexander Castro, gerente de Indeportes Tolima. Sin embargo, el funcionario, hasta el momento, no atendió a este diario.
Y circula una pregunta en el ambiente: el silencio. ¿Por qué si se avecinaba esa “fecha límite” no se hizo lobby, se llamó al Ministerio del Deporte o se hizo una denuncia a los medios de comunicación? “La liga es la que gestiona este tipo de requerimientos, el evento lo organizamos nosotros. Y como presidente no tengo la claridad de a quién llamar. Estaba esperando hasta último momento, hasta que me llamó el gerente. Sacar los permisos viales es lo más difícil de hacer una carrera de ciclismo. El año pasado fue lo mismo, llamé a pedirle ayuda a la Federación Colombiana de Ciclismo y el permiso igual me llegó la noche anterior”, advirtió.
(Lea: El récord de Patios sigue sin batirse: la memoria perdida detrás del alto)
Lo que llama la atención del gobierno y de los demás actores del ciclismo colombiano es que el común denominador es que este tipo de permisos lleguen, por lo general, el día anterior. “La resolución de permisos se da de uno a tres días antes de la carrera. Y nunca nos han negado un permiso, siempre nos los han dado”, las palabras de Mauricio Vargas, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo.
Y agregó que “la FCC organiza de manera administrativa, técnica y logística el Tour Colombia, la Vuelta a Colombia masculina y femenina, la Vuelta a la Juventud, la Vuelta del Porvenir, el Tour Femenino y la Vuelta del Futuro. Las otras carreras que están dentro del calendario las avala la federación, también nombramos jueces, ayudamos en la solicitud de permisos con un mes de antelación, pero la parte administrativa les corresponde a cada una de las ligas de ciclismo”.
El malestar del Ministerio del Deporte
La noticia llegó por sorpresa a las oficinas del Ministerio del Deporte a través de las redes sociales, no tenían la menor idea de que la carrera podía suspenderse. Y allí creen que hay mucho más que un tema burocrático de permisos con las autoridades viales. “No es posible que una vuelta se cancele faltando dos días para su inicio y mucho menos aduciendo presuntas razones que no son ciertas. El ministerio comenzará una investigación exhaustiva para decirle al país qué sucedió con la Vuelta al Tolima. No es posible jugar con los sueños de tantas personas”, apuntó Ernesto Lucena, ministro del Deporte, en sus redes sociales.
Desde el gobierno la opinión es clara: están convencidos de que sí les iban a dar los permisos viales. Y tienen la experiencia por los Juegos Nacionales de que esa luz verde llega un día antes, es lo normal.
“Hay temas de orden nacional y temas de urgencia que se pueden presentar en las carreteras, es lo lógico que den el permiso un día antes. No entendemos la suspensión, creemos que Invías ya le había dicho a la FCC que los permisos estaban listos. Los dirigentes no estamos para ser protagonistas, estamos para agotar todas las instancias para que no se suspenda una vuelta tan importante. Ellos no pueden poner unos pliegos de dos días o tres antes, esos permisos llegan el día antes y lo decimos por experiencia. Y nosotros como Ministerio del Deporte nunca recibimos una llamada de la liga para apoyarlos en estos recursos. Suspendieron y listo. Si nos hubieran notificado hubiéramos hecho más”, advirtió Miguel Acevedo, director de posicionamiento y liderazgo deportivo del Ministerio del Deporte.
(Lea: “El Zipa” Forero, el ingeniero de la primera Vuelta a Colombia)
¿La postura del ministerio? “Creemos que fue más un tema de que no tenían y no habían hecho los procesos contractuales para tener la plata de la organización. No podemos jugar así con las ilusiones de la gente, deben haber sanciones. El deporte se respeta”, añadió Acevedo.
El nuevo plan es realizar la Vuelta al Tolima del 6 al 9 de mayo, todo a la espera de la situación sanitaria del país. ¿Y cuánto vale organizar esta carrera? De acuerdo a Arango, presidente de la liga, “casi 300 millones de pesos”. Y aunque no ha hecho las cuentas, cree que las pérdidas por el aplazamiento pueden estar por un estimado de 40 millones de pesos, eso sin tener en cuenta los gastos que habían hecho los equipos en hoteles, pruebas de coronavirus y viáticos.
“Más que la plata es la moral de los deportistas, de los equipos, de los directivos, de todos. Era el primer evento nacional de ciclismo. La culpa no sé quién la tiene, pero hay que tomar cartas en el asunto, son eventos programados con anticipación, esto no puede pasar. Este es un precedente para que Invías, las concesiones, el Ministerio del Deporte, las ligas y la FCC nos organicemos y nos pongamos de acuerdo para que esto no vuelva a suceder”, reconoció el presidente de la Liga del Tolima.
Y esta es su opinión con respecto a la postura del Ministerio del Deporte: “No sé de qué hablan,la plata, los números, los papeles, todo está el día. La verdad a mí gustaría que averiguaran qué sucedió. Todo se hizo con anticipación. Cuando el gerente de Indeportes me pidió los permisos y no los tenía, no podía asumir ese riesgo”.
Los equipos, preocupados por no tener exposición de la marca que los patrocina. Los ciclistas, por no tener ritmo y opciones de carreras. “Y así quieren que el ciclismo colombiano siga creciendo cuando se cancela una carrera por algo tan burocrático como el préstamo de una vía”, las palabras de Javier Jamaica, uno de los principales candidatos a ganar la Vuelta a Colombia, carrera a la que llegarán los pedalistas sin competencias previas.
Desde la Liga del Tolima argumentan temas burocráticos, desde el Ministerio del Deporte falta de planeación. Y en Indeportes Tolima el silencio impera. Las pesquisas siguen.
Cada quién escogerá con qué versión de la historia se queda. Una disyuntiva que no nubla la única verdad irrefutable: sin organización y sin sembrar, el país se expone a un nuevo bache de embajadores colombianos en el mundo, como el que se vivió en las últimas décadas.
Por: Thomas Blanco- @thomblalin