Cochise Rodríguez y los 50 años de un título mundial
Fue en Varese, Italia, donde Martín Cochise Rodríguez ganó la prueba final de los 4.000 metros persecución individual. Una fecha inolvidable.
Fue el 27 de agosto de 1971 en el Velódromo Luigi Ganna de Varese, Italia. Ese día, a las 9:30 a.m., fueron llamados el colombiano Martín Cochise Rodríguez y el suizo Joseph Fuchs, que prácticamente era local, pues el lugar de la prueba final de los 4.000 metros de persecución individual era un pequeño municipio ubicado en la frontera con Suiza.
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Fue el 27 de agosto de 1971 en el Velódromo Luigi Ganna de Varese, Italia. Ese día, a las 9:30 a.m., fueron llamados el colombiano Martín Cochise Rodríguez y el suizo Joseph Fuchs, que prácticamente era local, pues el lugar de la prueba final de los 4.000 metros de persecución individual era un pequeño municipio ubicado en la frontera con Suiza.
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Cochise, que se hizo llamar así por el indio que llevaba ese nombre y que aparecía en la película Flecha rota, corrió aquel 27 de agosto con la bicicleta plateada de siempre: una Pogliaghi que ahora reposa en el garaje de su casa, allí donde seguramente están reunidos varios objetos que resguardan las memorias de una carrera hecha a pulso y pedal.
En su bicicleta plateada se acomodó en la línea de partida. Más que su potencia física, lo que le aseguró desde antes la victoria fue su convicción. Sin arrogancia, pero sí con total confianza en sí mismo, pues venía de varias victorias los meses anteriores, Cochise salió a buscar una victoria que fue más victoria que todas, que fue hazaña y que hizo historia para el deporte colombiano.
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En orden, Cochise Rodríguez había conseguido los títulos como campeón centroamericano en Kinkston 1962, Puerto Rico 1966 y Panamá 1970; como campeón bolivariano en Quito 1965 y Maracaibo 1970; como campeón panamericano en Winnipeg 1967 y Cali 1971 y como campeón americano en Medellín 1969. Justamente, la medalla de oro que obtuvo en la capital del Valle del Cauca fue 15 días antes del mundial, un antecedente casi que inmediato que llenaba de seguridad al pedalista colombiano.
Otro precedente fue el récord amateur de la hora en pista, que lo obtuvo en México un año antes. Allí se preparó durante ocho días para el récord de la hora. Entrenó en velódromo y autódromo. Solo dormía y comía, alejado de toda distracción, además de practicar. En una entrevista de hace cinco años apuntó que si se sumaran los kilómetros que rodó en Colombia, México, Venezuela, los Tour de Francia y los Giros de Italia, el resultado sería una vuelta al mundo.
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En Italia, Cochise derrotó a los polacos Mirlan Purzla y Jerzy Glowacki y al ruso Alexander Bikov. Su último contrincante sería Fuchs, que había dejado en semifinales a Giacomo Bazán, ciclista italiano.
“Recuerdo que en la definición del título le dije a Costas que iba a ganarle a Josef Fuchs por 200 metros (risas), es que me tenía mucha confianza. Al final, en esa pista tan larga, que era casi de 400 metros, casi lo alcanzo. Gané con demasiada ventaja”, le dijo Cochise al País de Cali.
Apenas sonó el pistoletazo inicial, Cochise Rodríguez salió disparado y convencido. En el primer kilómetro obtuvo una ventaja de tres segundos; en el siguiente kilómetros aumentó la diferencia a cuatro segundos y medio, lo que vaticinaba un triunfo que venía persiguiendo hace tiempo. Con un tiempo de cuatro minutos, 53 segundos y 98 centésimas, el colombiano se coronó campeón de los 4.000 metros persecución individual.
Hoy, y de nuevo citando la entrevista de El País de Cali, Cochise recuerda a la perfección cada detalle de aquella victoria, la que abrió la puerta para que Colombia fuera un referente para el ciclismo y las glorias estuvieran siempre sobre las ruedas de las bicicletas: “Hubo demasiado júbilo, hasta el presidente Pastrana me llamo a felicitarme por esa hazaña no solo para Colombia sino también para Latinoamérica. Pienso que lo más importante fue la confianza que adquirieron los demás deportistas, porque se apreció que sí podíamos hacer la diferencia ante los otros referentes en el mundo. Si yo pude, ¿por qué los demás no? Entendimos que los sueños sí se cumplen. Siento satisfacción ser ejemplo a seguir”.