¡Colombianos tenían que ser!
Histórica actuación de los escarabajos en la edición 97 del Giro 2014, que terminó este domingo.
Luis Guillermo Ordónez
Colombia celebra este domingo el éxito deportivo más importante de su historia. El color rosado en nuestras páginas deportivas y en la portada y contraportada es un homenaje a la brillante actuación de los escarabajos en el Giro de Italia, que vio coronar a un boyacense, Nairo Quintana, como gran campeón de su edición 97.
Como si fuera poco, el antioqueño Rigoberto Urán lo acompañó en el podio de la segunda prueba ciclística más tradicional del mundo, solo superada por el Tour de Francia.
Así quedó definido el sábado, tras la última etapa de alta montaña, en la que los dos pedalistas criollos volvieron a dominar a sus principales rivales y aseguraron el 1-2 en la clasificación general, aunque la fracción fue para el australiano Michael Rogers, quien ganó en solitario tras una larga escapada.
Ese resultado, sumado al título de los premios de montaña de Julián Arredondo y al protagonismo del Team Colombia, que siempre tuvo corredores en las fugas, no son otra cosa que la confirmación de que nuestro país es una de las potencias mundiales del deporte de las bielas.
Siempre se dijo que si algún día un ciclista latinoamericano lograba ganar el Giro, tenía que ser un colombiano, así como en la Vuelta a España el primero en coronarse fue Luis Alberto Herrera, en 1987. El triunfo de El Jardinerito de Fusagasugá, sin embargo, no fue tan contundente como este de Quintana, quien pareció controlar la carrera de principio a fin, incluso en la primera semana, cuando sufrió una caída y una infección pulmonar mermó su rendimiento.
Nairo, se quedó además con el título de mejor joven de la carrera y ganó dos etapas, que con la crono en la que se impuso Rigoberto Urán y la que se llevó Julián Arredondo, suman cuatro fracciones en 2014. Colombia llegó así a 20 triunfos parciales en el Giro, el primero de ellos por allá en 1973, con Martín Emilio Cochise Rodríguez, emulado después por otros grandes guerreros como Luis Herrera, José Chepe González, Iván Parra, Luis Felipe Laverde y Rigoberto Urán, para nombrar solo a los que repitieron.
Y es que las palabras no alcanzan para describir lo que hicieron los colombianos en las carreteras italianas e irlandesas, porque la prueba arrancó ya hace 25 días en las islas británicas. Quintana se convirtió en el quinto pedalista en los últimos 50 años que gana el Giro en su primera participación, al lado de leyendas del deporte como Michel Pollentier, Bernard Hinault, Miguel Induraín y Alberto Contador.
Y Rigobeto Urán también hizo historia, porque repitió el segundo lugar que consiguió el año pasado, detrás de Vicenzo Níbali. A pesar de no haber logrado el título, que era su objetivo, el corredor del equipo Omega Pharma celebró la buena actuación del ciclismo colombiano. “Hicimos lo que estaba a nuestro alcance, pero Nairo fue mejor. Nos queda seguir trabajando para tratar de ganar en el futuro. Lo importante es que seguimos demostrando el poderío del ciclismo colombiano”, admitió Rigoberto con caballerosidad.
Al paisa le queda el consuelo de haberse convertido en el primer colombiano en vestirse de rosado, pues fue líder durante cuatro jornadas, antes de cederle el primer puesto a Quintana, quien ya no lo soltó, porque era el más fuerte de la carrera y tenía a un poderoso equipo trabajando para él.
Porque en buena medida el éxito de Nairo en el Giro se debe a que contó con la escuadra del Movistar, dirigida magistralmente por Eusebio Unzué, el hombre que lo contrató hace dos años y que terminó de pulirlo para alcanzar la gloria. “Siempre supimos que iba a ser un supercorredor, pero la verdad no que explotara tan rápido. Lo que ha hecho en este Giro no tiene nombre. Se comportó como un capo de principio a fin. Manejó perfectamente la estrategia, es un justísimo campeón”, señaló.
Porque a decir verdad, fue el técnico español el que le ordenó a Nairo correr el Giro. A finales del año pasado el boyacense había manifestado que prefería el Tour de Francia, pues el grandioso segundo lugar de 2013 lo dejó con la espinita de la victoria.
Pero Unzué analizó el recorrido de la prueba italiana y le explicó a Quintana que estaba hecho para él. Y el tunjano, de 24 años, astuto y calculador como pocos, aceptó lo recomendación de su jefe.
Además asumió el papel de líder y respondió con creces. Escogió a sus coequiperos, los puso a su disposición, pero respondió en los momentos claves de la carrera. “Hicimos un trabajo extraordinario. Mis compañeros y todos los integrantes del equipo, desde el director deportivo hasta el personal de apoyo”, admitió Nairo ayer en la conferencia de prensa tras la vigésima fracción, que terminó con la subida al Monte Zoncolan, “el ascenso más duro que he visto”.
Sobre la carrera, que termina hoy con una etapa plana de 175 kilómetros de recorrido con meta en Trieste, Nairo señaló que “no ha sido fácil. Por fortuna superamos los problemas de salud y llegamos muy fuertes en la última semana, que es en la que se define la clasificación general. Estoy feliz porque Colombia está de fiesta, nuestro país es amor y gente buena, no es guerra”, señaló el pedalista, profesional desde 2008, cuando defendió los colores del Boyacá es para Vivirla.
Después estuvo en el Colombia es Pasión, con el que se impuso en 2010 en el Tour de L’Avenir, la prueba más importante del ciclismo aficionado. Ya Nairo era considerado como una de las promesas del pedalismo nacional.
Fue por eso que el español Vicente Belda lo recomendó para que integrara el equipo Movistar, que lo contrató en 2012. El año pasado fue segundo en el Tour de Francia detrás de Christopher Froome. Además ganó una etapa y el título de mejor joven. También se coronó campeón de la Vuelta al País Vasco y la Vuelta a Burgos.
Y en 2014 se llevó el título en el Tour de San Luis en Argentina, antes de afrontar el Giro, en el que sus principales rivales fueron Rigoberto Urán, los italianos Fabio Aru y Domenico Pozzovivo, el francés Pierre Rolland, el polaco Rafal Majka y el australiano Cadel Evans.
También, brillaron en el Giro el antioqueño Julián Arredondo, del equipo Trek, quien se consagrará como el rey de la montaña, así como Fabio Duarte, el mejor del Team Colombia, y Sebastián Henao, del Sky, que con apenas 20 años de edad terminará en el puesto 22.
Colombia celebra este domingo el éxito deportivo más importante de su historia. El color rosado en nuestras páginas deportivas y en la portada y contraportada es un homenaje a la brillante actuación de los escarabajos en el Giro de Italia, que vio coronar a un boyacense, Nairo Quintana, como gran campeón de su edición 97.
Como si fuera poco, el antioqueño Rigoberto Urán lo acompañó en el podio de la segunda prueba ciclística más tradicional del mundo, solo superada por el Tour de Francia.
Así quedó definido el sábado, tras la última etapa de alta montaña, en la que los dos pedalistas criollos volvieron a dominar a sus principales rivales y aseguraron el 1-2 en la clasificación general, aunque la fracción fue para el australiano Michael Rogers, quien ganó en solitario tras una larga escapada.
Ese resultado, sumado al título de los premios de montaña de Julián Arredondo y al protagonismo del Team Colombia, que siempre tuvo corredores en las fugas, no son otra cosa que la confirmación de que nuestro país es una de las potencias mundiales del deporte de las bielas.
Siempre se dijo que si algún día un ciclista latinoamericano lograba ganar el Giro, tenía que ser un colombiano, así como en la Vuelta a España el primero en coronarse fue Luis Alberto Herrera, en 1987. El triunfo de El Jardinerito de Fusagasugá, sin embargo, no fue tan contundente como este de Quintana, quien pareció controlar la carrera de principio a fin, incluso en la primera semana, cuando sufrió una caída y una infección pulmonar mermó su rendimiento.
Nairo, se quedó además con el título de mejor joven de la carrera y ganó dos etapas, que con la crono en la que se impuso Rigoberto Urán y la que se llevó Julián Arredondo, suman cuatro fracciones en 2014. Colombia llegó así a 20 triunfos parciales en el Giro, el primero de ellos por allá en 1973, con Martín Emilio Cochise Rodríguez, emulado después por otros grandes guerreros como Luis Herrera, José Chepe González, Iván Parra, Luis Felipe Laverde y Rigoberto Urán, para nombrar solo a los que repitieron.
Y es que las palabras no alcanzan para describir lo que hicieron los colombianos en las carreteras italianas e irlandesas, porque la prueba arrancó ya hace 25 días en las islas británicas. Quintana se convirtió en el quinto pedalista en los últimos 50 años que gana el Giro en su primera participación, al lado de leyendas del deporte como Michel Pollentier, Bernard Hinault, Miguel Induraín y Alberto Contador.
Y Rigobeto Urán también hizo historia, porque repitió el segundo lugar que consiguió el año pasado, detrás de Vicenzo Níbali. A pesar de no haber logrado el título, que era su objetivo, el corredor del equipo Omega Pharma celebró la buena actuación del ciclismo colombiano. “Hicimos lo que estaba a nuestro alcance, pero Nairo fue mejor. Nos queda seguir trabajando para tratar de ganar en el futuro. Lo importante es que seguimos demostrando el poderío del ciclismo colombiano”, admitió Rigoberto con caballerosidad.
Al paisa le queda el consuelo de haberse convertido en el primer colombiano en vestirse de rosado, pues fue líder durante cuatro jornadas, antes de cederle el primer puesto a Quintana, quien ya no lo soltó, porque era el más fuerte de la carrera y tenía a un poderoso equipo trabajando para él.
Porque en buena medida el éxito de Nairo en el Giro se debe a que contó con la escuadra del Movistar, dirigida magistralmente por Eusebio Unzué, el hombre que lo contrató hace dos años y que terminó de pulirlo para alcanzar la gloria. “Siempre supimos que iba a ser un supercorredor, pero la verdad no que explotara tan rápido. Lo que ha hecho en este Giro no tiene nombre. Se comportó como un capo de principio a fin. Manejó perfectamente la estrategia, es un justísimo campeón”, señaló.
Porque a decir verdad, fue el técnico español el que le ordenó a Nairo correr el Giro. A finales del año pasado el boyacense había manifestado que prefería el Tour de Francia, pues el grandioso segundo lugar de 2013 lo dejó con la espinita de la victoria.
Pero Unzué analizó el recorrido de la prueba italiana y le explicó a Quintana que estaba hecho para él. Y el tunjano, de 24 años, astuto y calculador como pocos, aceptó lo recomendación de su jefe.
Además asumió el papel de líder y respondió con creces. Escogió a sus coequiperos, los puso a su disposición, pero respondió en los momentos claves de la carrera. “Hicimos un trabajo extraordinario. Mis compañeros y todos los integrantes del equipo, desde el director deportivo hasta el personal de apoyo”, admitió Nairo ayer en la conferencia de prensa tras la vigésima fracción, que terminó con la subida al Monte Zoncolan, “el ascenso más duro que he visto”.
Sobre la carrera, que termina hoy con una etapa plana de 175 kilómetros de recorrido con meta en Trieste, Nairo señaló que “no ha sido fácil. Por fortuna superamos los problemas de salud y llegamos muy fuertes en la última semana, que es en la que se define la clasificación general. Estoy feliz porque Colombia está de fiesta, nuestro país es amor y gente buena, no es guerra”, señaló el pedalista, profesional desde 2008, cuando defendió los colores del Boyacá es para Vivirla.
Después estuvo en el Colombia es Pasión, con el que se impuso en 2010 en el Tour de L’Avenir, la prueba más importante del ciclismo aficionado. Ya Nairo era considerado como una de las promesas del pedalismo nacional.
Fue por eso que el español Vicente Belda lo recomendó para que integrara el equipo Movistar, que lo contrató en 2012. El año pasado fue segundo en el Tour de Francia detrás de Christopher Froome. Además ganó una etapa y el título de mejor joven. También se coronó campeón de la Vuelta al País Vasco y la Vuelta a Burgos.
Y en 2014 se llevó el título en el Tour de San Luis en Argentina, antes de afrontar el Giro, en el que sus principales rivales fueron Rigoberto Urán, los italianos Fabio Aru y Domenico Pozzovivo, el francés Pierre Rolland, el polaco Rafal Majka y el australiano Cadel Evans.
También, brillaron en el Giro el antioqueño Julián Arredondo, del equipo Trek, quien se consagrará como el rey de la montaña, así como Fabio Duarte, el mejor del Team Colombia, y Sebastián Henao, del Sky, que con apenas 20 años de edad terminará en el puesto 22.