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Los días previos a una carrera de tres semanas son de tranquilidad, de distensión, de relajar la mente para poder preparar el cuerpo. En la edición 72 de la Vuelta a España los 198 corredores, de 22 escuadras, deberán recorrer 3.156 kilómetros, 19 menos que la distancia que hay entre Bogotá y Ciudad de México. Un montón para las piernas, una eternidad para la cabeza. Uno de los equipos más asediados por estos días en Nimes, la población francesa donde empezará la prueba y que parece una versión pequeña de Roma por su arquitectura, es el Trek de Alberto Contador, el conjunto en el que el ciclista de Pinto dirá adiós a la actividad profesional.
Y a su lado estará Járlinson Pantano, el colombiano que se ha ganado su respeto y admiración, el que lo hace reír con sus ocurrencias, el que le pone la rueda cuando la carretera se empina y pedalear de pie ya no es suficiente. El Espectador habló con el vallecaucano a unas cuantas horas de su debut en la última grande de la temporada.
¿Quiénes serán los hombres claves del Trek en esa crono por equipos?
Koen de Kort rueda muy bien en llano y te pone un ritmo muy alto. Y Markel Irizar, que es muy fuerte en este tipo de pruebas. Para mí, ellos dos van a ser fundamentales a lo largo de los 13,7 kilómetros. Tampoco nos podemos olvidar de John Degenkolb, que es una máquina.
Ni de usted, que es el campeón nacional de la modalidad…
Yo voy con toda, pero mi fuerte sigue siendo la montaña. Para eso me trajeron.
¿Cómo está físicamente luego del Tour de Francia?
Tuve la oportunidad de regresar unos días al país y eso recarga... y mucho. Físicamente habrá que esperar a que empiece todo, a que lleguen los ataques para poder saber realmente en qué condiciones me encuentro. Lo que sí te puedo decir es que estoy perfecto de la cabeza y eso, a veces, pesa más.
¿Cómo ve a Alberto Contador a tan pocos días del retiro?
Está motivado. Quiere tener una gran actuación frente a su gente, dar espectáculo, que lo recuerden por lo que siempre ha sido: un ciclista de impulsos y ataques memorables. Y eso nos motiva a los demás de paso. Queremos ayudarle para que cierre su carrera de una gran forma. Serán 21 días inolvidables, sin importar lo que pase en la carretera.
Es su debut en la Vuelta, ¿qué le ha dicho Contador de esta prueba?
Que es una cosa de locos. Ciclismo en su máxima expresión. Sí, el Giro y el Tour son fantásticos, pero lo que uno siente en la Vuelta no lo vive en otras competencias. Me dijo que me quería con él y eso me motivó a venir.
Ha hecho gran amistad con Contador en ocho meses…
Estar al lado de uno de los mejores de la historia es increíble. Hablamos con mucha naturalidad, siento que con él puedo charlar sin tapujos. Que el ciclismo, que la familia, que lo que hay más allá de las carreras. Se habla de todo. Además, su mentalidad y su tenacidad son de admirar. Por eso es grande y lo seguirá siendo.
¿Alguna anécdota en especial con él?
Fíjate que en la primera jornada de descanso del Tour le dije, en broma, que para mí esos días de parar eran sagrados y que no pensaba montar bicicleta. Pensé que me iba a refutar, porque todos los equipos salen aunque sea una hora. Pero no. Terminamos tomando el sol en el hotel, hablando de la vida. Ese día me dijo que el ciclismo era algo pasajero y que la vida apenas comienza cuando la carrera acaba.
¿Qué cosas hay que corregir del Tour para no repetirlas en la Vuelta?
No vi errores en Francia. No contamos con suerte. Eso fue todo. Alberto se cayó, yo me caí y eso va mermando de a poco, va quebrantando la voluntad. Lo que puedo decir es que para el Tour no estaba totalmente recuperado de un malestar que tuve en la Vuelta a Suiza y eso se vio reflejado en las etapas de montaña. Ahora la salud me acompaña.
Después de la Vuelta, ¿cuál es su calendario?
Correré el Mundial con la Selección de Colombia (será en Noruega del 16 al 24 de septiembre) y dos carreras más en Italia. Y luego a casa, a descansar y a preparar el 2018.