Dave Brailsford, el caballero del ciclismo mundial
El Espectador habló con sir Dave Brailsford, mánager del equipo Ineos y quien ve en Egan Bernal un futuro ganador del Tour de Francia. Su experiencia con la selección británica de pista traspasó hace mucho a la ruta.
Camilo Amaya /Enviado Especial al Tour de Francia
En el bus del equipo Ineos es fácil identificar al británico Dave Brailsford, el mánager y dueño de la escuadra más poderosa del mundo. Su cabeza depilada, a la que el sol parece atacar con todas las fuerzas, lo hace más visible, inconfundible. Ya ubicado, es normal verlo hablar con sus mecánicos, con su director de carrera y con uno que otro corredor. Eso sí, en ese instante de tensa calma antes de una etapa del Tour de Francia, se mantiene a raya. Los periodistas ingleses lo llaman sir Dave, reconocimiento que le dio la reina Isabel II luego de la espectacular actuación de la selección británica de ciclismo en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, también en los de Pekín 2008. Los menos protocolarios le dicen mister Dave a un hombre que hace parte de la Orden de Caballeros del Imperio Británico, que mueve influencias en los círculos más altos de la sociedad inglesa.
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En el bus del equipo Ineos es fácil identificar al británico Dave Brailsford, el mánager y dueño de la escuadra más poderosa del mundo. Su cabeza depilada, a la que el sol parece atacar con todas las fuerzas, lo hace más visible, inconfundible. Ya ubicado, es normal verlo hablar con sus mecánicos, con su director de carrera y con uno que otro corredor. Eso sí, en ese instante de tensa calma antes de una etapa del Tour de Francia, se mantiene a raya. Los periodistas ingleses lo llaman sir Dave, reconocimiento que le dio la reina Isabel II luego de la espectacular actuación de la selección británica de ciclismo en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas, también en los de Pekín 2008. Los menos protocolarios le dicen mister Dave a un hombre que hace parte de la Orden de Caballeros del Imperio Británico, que mueve influencias en los círculos más altos de la sociedad inglesa.
Brailsford es detallista y con una posición dominante está pendiente de que haya sincronía sin interceder, pues cree que la libertad genera responsabilidad. El encargado de prensa, George Solomon, cuenta que su jefe valora los pequeños detalles, que pasa horas en el hotel leyendo correos de agentes que dicen tener a la próxima figura del lote y que nunca lo ha visto exaltado; todo lo contrario, que la tranquilidad que tiene asombra. Sir Dave logró trasponer su éxito en la pista a la ruta y por ahora su Ineos da la sensación de ser invencible en el Tour (ha ganado las últimas cuatro ediciones), manejar la carrera a su antojo y ser la ventana a un mercado potencial para organizadores y patrocinadores: el Reino Unido.
Algunos lo prefieren cuando habla francés porque le entienden más, ya que su inglés, muy galés, hace complicado mantener una conversación. De hecho, su acento obliga a escuchar con más finura para pescar cada palabra y no equivocarse a la hora de entablar una conversación. “El Tour se divide en dos: primero está el de los nervios, que es el de las jornadas iniciales y luego viene el de las piernas, que es el de la tercera semana, cuando se define todo”, le dice a El Espectador.
El jefe de los jefes rememora lo sucedido hace dos días cuando Geraint Thomas, su campeón y líder del equipo, se fue de largo en una curva en un día desconocido por todos, por culpa del canadiense Michael Woods (la octava etapa se llevó a cabo por carreteras vecinales y se diseñó con base en el mapa de calor que arrojó la aplicación Strava) y el marco de carbono quedó destrozado. “Que se reviente la bicicleta y no él. Fue un susto, pero la carrera tiene cosas que salen de la nada. Todo depende de la capacidad de reacción. Y fíjate, un compañero lo auxilió, Geraint volvió al grupo y no hubo daño”.
A un día de la jornada del primer descanso, el Ineos luce inquebrantable, marca el ritmo en el pelotón y cuando otro quiere implantar condiciones aumenta la intensidad. “Movistar nos dio una mano enorme en la subida a La Planche des Belles Filles. Y eso es bueno porque no tiene gracia hacer el desgaste cuando no se amerita”. A estas alturas, cuando la competencia todavía es precoz, Thomas está fuerte y el colombiano Egan Bernal también. Por eso Brailsford evita un posible dilema con una respuesta básica en cuanto al tema de dos capos.
“Ellos saben cómo manejamos las cosas. Antes de tener líderes somos un equipo y, por ende, el conjunto es la prioridad. Yo no tomo esa decisión. Lo que sí puedo decir es que en la última semana habrá claridad y sin importar el nombre el objetivo es el mismo: que el Ineos suba al primer escalón del podio en los Campos Elíseos de París”.
En la Francia más profunda, donde los aficionados se enloquecen con cualquier ciclista que lleve el uniforme del equipo británico, Dave tiene designado a un hombre grande, de brazos largos y torso ancho, para que acompañe a Bernal cada vez que haga un desplazamiento lejos de la zona en la que está el bus. El sujeto, de mirada fija y que se abre paso entre la multitud con fuerza descomunal, hace las veces de escolta, pero solo con el colombiano, no con Thomas. “Cuidas a tus estrellas. Más si sabes que pueden ganar la carrera. Porque sí, Egan puede ser el mejor de este Tour”.
Suena pretencioso lo que dice Brailsford, incluso sus palabras aumentan la expectativa en un país como Colombia en el que una buena actuación de un ciclista glorifica y una mala lleva a la condena. Sin embargo, este rey midas sabe por qué hace tremenda afirmación. “La madurez que tiene es de un corredor veterano. Chicos de su edad ven un repecho y atacan como locos y después se funden y listo. En cambio Egan maneja esas cosas a la perfección, descifra lo que sucede en caliente y ahí va, metido en el top 10 de la general”.
Bernal es un cuaderno en blanco que va llenando páginas con cada kilómetro. En este 2019 completa su segundo capítulo, pero todavía faltan muchos, faltan caídas, pinchazos, errores y, sobre todo, victorias. “Es la única forma en la que un ciclista se enriquece. Además, si tienes gente con talento, como Egan, dirigirlo es sencillo. Ahora vienen los Alpes y después los Pirineos y de seguro habrá sorpresas. Su manera de correr es de impulsos, pero si se sabe enfocar puede ser inalcanzable”. Sir Dave Brailsford tiene claro que el ciclismo no es como otros deportes que se juegan, que sobre ruedas se pelea, como en el boxeo, y que así se acaba con el rival. Por eso se ha encargado de proveer todas las armas necesarias para que los suyos no solo se defiendan sino que ataquen.