Diana Peñuela sí fue Tom Pidcock
La pedalista caldense, luego de cuatro segundos puestos, por fin pudo coronarse campeona nacional de ruta. Su historia.
Thomas Blanco
“El día antes en la reunión técnica me dice mi directora de equipo que mañana sea una Tom Pidcock [ciclista del Ineos] como en el Mundial de Ciclocross, porque los seguía a absolutamente todos: eran siete belgas contra él con muchos ataques. Iba por todo, se fue y ganó. Yo me dije: ‘Okay, hoy seré Tom Pidcock’”, confesó Diana Carolina Peñuela, la nueva campeona nacional de ruta tras obtener su título de este viernes en Pereira.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
“El día antes en la reunión técnica me dice mi directora de equipo que mañana sea una Tom Pidcock [ciclista del Ineos] como en el Mundial de Ciclocross, porque los seguía a absolutamente todos: eran siete belgas contra él con muchos ataques. Iba por todo, se fue y ganó. Yo me dije: ‘Okay, hoy seré Tom Pidcock’”, confesó Diana Carolina Peñuela, la nueva campeona nacional de ruta tras obtener su título de este viernes en Pereira.
Es que era la misma partitura: era ella sola contra todas. Sobre todo contra el Colombia Tierra de Atletas, que tenía doce corredoras y varias candidatas al oro. Sabía cuál era la estrategia: no dejar irse a nadie. ¿Escapadas? Ninguna, ninguna. “Y ya lo que pasara al final ya estaba fuera de mi alcance, ojalá levantar los brazos. Y así fue”, apuntó una de las ciclistas más experimentadas del país que, tras cuatro veces en el segundo puesto y uno en el tercero, por fin pudo quedarse con el oro que llevaba tantos años buscando.
Lea: Lina Marcela Hernández: en sus dos cimas
Un premio justo para una de las pedalistas pioneras de la explosión del ciclismo femenino en el país y que ha sobresalido en el exterior en equipos estadounidenses e italianos. Pero todo ha cambiado, todo ha mejorado a como eran sus primeros días.
“Yo creo que todo ha progresado un montón, no solo por las corredoras, que ahora son más profesionales, ya que hay más equipos que paguen corredoras y las hagan sentir que es su profesión, sino porque tener carreras de esta distancia nos va a ayudar a correr mejor en Europa. Todo eso se nota en la clase que se ve en el pelotón, y el ciclismo femenino está creciendo demasiado”, confesó.
Porque ayer fueron 142 kilómetros de recorrido en la prueba femenina, una distancia digna de ellas. “Si se corren 80, 90 kilómetros, claro, cuando lleguemos a Europa nos vamos a fundir con las distancias largas”.
Cuando cruzó la meta tras un intenso embalaje frente a Lorena Colmenares, la campeona defensora, Diana Carolina se fundió en el suelo. El cansancio, la incredulidad, el por fin de un oro que había luchado muchos años. “¡Woh, woh, bien bien! Buena, campeona. ¡Jueputa!”, los gritos de felicidad de Juan David Duque, su entrenador y novio.
Lea: Los líos detrás de la participación de la Liga de Bogotá en los Nacionales de Ruta
“Es una alegría tremenda, fue la más fuerte. En las anteriores se había intentado, pero faltaba mucha suerte. Estuvo muy atenta a todas las escapadas y ratificó que era para ella”, dijo Juan David.
¿Las ventajas de que la entrene el amor de su vida? “La clave de este trabajo es que nos conocemos demasiado bien. Conozco muy bien sus sensaciones en cuanto a entrenamientos y competencias, y eso ayuda mucho a la planificación. Todo eso permitió que llegara a Pereira en este estado de forma”.
Llevan quince años juntos. Juan David era patinador profesional y Diana Carolina empezó en el patinaje a los 21 años. Ella fue su proyecto de grado como licenciado en Educación Física en la Universidad de Caldas. “Y ahí arrancó en el ciclomontañismo y fuimos pareja”, rememora.
A sus 35 años, Diana Carolina todavía tiene nafta, se siente en uno de sus mejores momentos. “La ventaja es que ella inició tarde en el ciclismo profesional, a los 23 años. Y creo que todavía le queda, porque lo disfruta bastante, es muy disciplinada en los entrenamientos y eso es lo más importante de todo. Porque competir es chévere, pero entrenar todos los días es lo mas difícil y todavía sale con mucho gusto a la carretera”, confiesa Juan David. Y lo complementa Diana Carolina: “Total, el día en el que se me quiten las ganas tendré que retirarme del ciclismo”.
Lea: Ser velocista en Colombia: ¿una mala idea?
Los meses previos no fueron sencillos para ella. Tuvo un coronavirus, paró dos meses sin montar bicicleta y retomó en diciembre. No había presión. “Pero cuando vi que mi equipo DNA Cycling venía, que también tenía mi material y estaban muy entusiasmados dije: ‘Okay, debo enfocarme. No voy a ir por ir’. Todavía no me lo creo, no he llegado a esa sensación de wow, en serio pasó. Me siento feliz, pero sobre todo por el esfuerzo que hay detrás de todas las personas que me apoyan. En un momento fue difícil, me dije: ‘Voy a muerte, voy a salir de ese segundo y tercer puesto’”. Así fue.
Una de esas personas que estaban apoyándola fue Reinaldo Duque, su suegro y “padre putativo”. “La he visto luchar tan duro por llegar alto. A veces las cosas no se le daban, otras le tocaba trabajar. Pero ella llegó con la mentalidad: en el periódico de hoy de Manizales abría con unas palabras de ella que decían: ‘Voy por el oro’. Tenía esa confianza y mire... terminó siendo cierto”.
En efecto: Diana Peñuela fue Tom Pidcock y por fin pudo celebrar su primer título nacional de ruta. Nadie había soñado tanto con llevar la bandera de Colombia en su pecho.