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Más de un año después de su terrible accidente contra un autobús, Egan Bernal disputó este domingo la primera etapa del Critérium del Dauphiné sin ninguna certeza y a la espera de poder acabar la prueba antes de pensar en su participación en el Tour de Francia, la segunda gran vuelta del año, que empezará el 1.° de julio.
“Solo quiero acabar la carrera y saber dónde estoy. Es una buena prueba”, declaró el zipaquireño antes del inicio de la primera etapa del Dauphiné, en la que llegó de 21 con el pelotón en el que viajaba casi la totalidad de favoritos al título en esta prestigiosa carrera, que cumple su edición número 75 y que tradicionalmente es, a poco menos de un mes, un ensayo general de cara al inicio del Tour.
A sus 26 años, el vencedor del Tour de Francia en 2019, que sigue siendo el único ciclista colombiano en haber ganado la Grande Boucle, aún se recupera del gravísimo accidente que sufrió en enero de 2022 en Colombia, cuando se entrenaba con una bicicleta de contrarreloj y chocó con la parte trasera de un autobús.
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Como consecuencia del impacto, Bernal sufrió rotura de veinte huesos, once costillas, el fémur y la rótula; tuvo fracturas en las vértebras T5-T6 y una apófisis odontoides; es decir, otra fractura pero en la segunda vértebra cervical (C2); se rompió el pulgar, se perforó los dos pulmones y hasta perdió un diente.
Tan grave era su situación que en un primer momento la mayor preocupación del mundo ciclista fue simplemente si el colombiano iba a sobrevivir. “Tenía un 95 % de posibilidades de quedar parapléjico”, admitió el corredor en plena recuperación del accidente. Afortunadamente, el ciclista cundinamarqués pudo recuperarse de las heridas y regresó a la competición en agosto de 2022 en la Vuelta a Dinamarca y la Vuelta a Alemania, aunque no pudo acabar ninguna de las dos carreras.
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Esta temporada ya ha participado en cinco pruebas por etapas, con dos octavos puestos como resultados más destacados (en el Tour de Romandía y la Vuelta a Hungría).
“Nadie sabe mi nivel”
El propio Bernal admite que no sabe exactamente cuál es su nivel con respecto al resto del pelotón y ni siquiera tiene seguro si va a participar en el próximo Tour de Francia, la que sería, más allá de que se ve improbable, su primera gran vuelta después de todo lo sucedido en el último año.
“No sé nada. Por el momento, solo tengo esta carrera [el Dauphiné] en mi programa. Lo siguiente dependerá de la manera como vaya la carrera. Nadie sabe exactamente en qué nivel estoy, ni yo ni mi entrenador”.
Según el director deportivo del Ineos, Steve Cummings, el colombiano está “todavía en el camino de regreso. Es casi un milagro de ver la manera en la que se ha reconstruido como corredor. No sé cuánto le separa de su mejor nivel, pero si alguien es capaz de recuperarlo, es él”, añadió.
Por su parte, Bernal insiste en la fuerza mental que ha demostrado en los últimos meses, marcados por otras caídas, menos graves. “Cuando tienes tantos accidentes y tan mala suerte como yo, tienes que ser fuerte de cabeza”, concluyó el colombiano.
No es el único escarabajo en competencia, pues, además de Bernal, su compañero en Ineos, Daniel Felipe Martínez, y Esteban Chaves, del EF Education-EasyPost, son los otros colombianos que partieron el domingo con el pelotón en Francia. Ambos tuvieron un día tranquilo y llegaron con el mismo tiempo de Bernal y el pelotón, Chaves fue 27 y Martínez fue 41.
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El francés Christophe Laporte (Jumbo-Visma), por su parte, fue quien se impuso este domingo al esprint en la primera etapa del Critérium del Dauphiné, con final en la localidad de Chambon-sur-Lac. El corredor galo de 30 años batió al resto de velocistas después de que el pelotón cazó al belga Rune Herregodts (Intermarché), escapado desde el inicio de la jornada, a una decena de metros de la línea de meta.
Este lunes se disputa la segunda etapa, de 167,3 kilómetros de recorrido, entre Brasac-les-Munes y La Chaise-Dieu. La carrera, que empezó ayer, irá hasta el próximo domingo, 11 de junio.
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