Éiner Rubio se graduó en la montaña del Giro de Italia
El ciclista colombiano del Movistar reservó fuerzas y al final ganó la etapa 13 de la carrera, que tuvo que ser recortada por las condiciones climáticas.
Andrés Osorio Guillott
Con pico y pala para escalar la montaña, con el equipo al hombro y el overol puesto. Más que un escarabajo, Éiner Rubio se vistió de obrero para construir una victoria más de Colombia en el Giro de Italia -y la segunda en Crans Montana, pues Mauricio Soler ganó en 2011 la que sería en ese entonces la segunda etapa de la Vuelta a Suiza-.
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Con pico y pala para escalar la montaña, con el equipo al hombro y el overol puesto. Más que un escarabajo, Éiner Rubio se vistió de obrero para construir una victoria más de Colombia en el Giro de Italia -y la segunda en Crans Montana, pues Mauricio Soler ganó en 2011 la que sería en ese entonces la segunda etapa de la Vuelta a Suiza-.
Con la respiración agitada, pero con una sonrisa que estampa un gran recuerdo en la memoria, Rubio dijo: “Fue un gran día. Lo venía buscando. He trabajado mucho para preparar este Giro. El otro día tuve inconvenientes con el clima, la lluvia ha estado muy dura. Sabía que no podía darme por vencido, que tenía que seguir, buscar mi oportunidad y hoy la he tenido. Gracias a Dios y a las personas que me acompañan porque hoy he cumplido un sueño”.
Etapa atípica y complicada. Inicialmente eran 199 km y tres puertos en una jornada de alta montaña, pero las condiciones meteorológicas que tanto han afectado a la población italiana, y con ella al Giro -e incluso a la Fórmula 1, pues el GP de Imola se canceló por inundaciones-, evitaron que los ciclistas partieran de Borgofranco D’Ivrea, y lo hicieran casi que en el comienzo al ascenso del Coix de Coeur, que era el más complicado de la jornada.
Rubio formó parte desde un principio de la fuga. Aurelien Paret-Peintre, Thibaut Pinot, Bruno Armirail, Derek Gee, Matthew Riccitello y Jéfferson Cepeda completaron el grupo que se escapó del pelotón que, dicho sea de paso, estuvo jalonado en un par de ocasiones por el colombiano Santiago Buitrago (Bahrain).
Mientras en el lote principal, liderado por el Ineos, equipo de Geraint Thomas, líder del Giro, hubo calma a lo largo de la etapa, en la fuga hubo trabajo y estrategia. Thibaut Pinot, que en más de una ocasión discutió con Jéfferson Cepeda, buscó varias veces despegarse de sus perseguidores, pero el ecuatoriano y el colombiano Rubio fueron los únicos que lograron seguir a su rueda y ser protagonistas en la parte final de la jornada.
Tanta candela botó Pinot en los últimos 20 km, que tanto Cepeda como Rubio se despojaron de las chaquetas que todos buscaron en la primera mitad de la etapa por el frío y la nieve que rodeaban el trayecto.
El pedalista francés del Groupama se mostró sólido. Por momentos se creyó que no iba a aflojar su ritmo y se iba a quedar con una victoria que era merecida para cualquiera de los tres que iban al frente de la carrera. Cepeda atacó menos, pero también tuvo iniciativa. Rubio nunca lo hizo, incluso por momentos se quedaba unos metros atrás. La sufrió, pero su estrategia fue aguantar y reservar para los últimos metros las fuerzas que sus rivales utilizaron antes. “Sabía que Pinot venía muy fuerte, al igual que Cepeda. Solo tenía que dejarlos gastar y guardar la estrategia”, comentó el colombiano.
A falta de dos kilómetros, Santiago Buitrago volvió a jalonar al pelotón para que Damiano Caruso, el líder del Bahrain, sacara algunos segundos de ventaja con respecto a los principales favoritos del Giro. Sin embargo, Geraint Thomas estuvo firme gracias al acompañamiento de su equipo. Hugh Carty y Lorenzo Fortunato se despegaron del lote e intentaron alcanzar a los fugados unos metros atrás, pero ya era demasiado tarde.
La victoria podía ser para cualquiera. En el último kilómetro, en el ascenso final de Crans Montana, atacó primero Pinot, luego fue Cepeda y en los 200 metros de cara a la meta fue Rubio quien se paró en los pedales, apretó los dientes y aceleró para dejar en el camino a sus rivales y asegurarse la victoria de la etapa 13. Apuntar al cielo, apuntar su pecho, sonreír y agradecer porque el trabajo dio su recompensa. Así celebró el boyacense su primer triunfo en una de las tres grandes carreras del ciclismo y el segundo como profesional, pues en febrero se llevó una de las jornadas del UAE Tour.
“Ser la apuesta del Movistar es una gran oportunidad para mí. Estamos trabajando para estar en un excelente estado de forma. Ellos confían en mí. Lo haremos de la mejor manera y veremos en qué lugar nos coloca la carrera”, dijo Éiner Rubio hace unos meses en una entrevista para este diario. Con humildad, pero también con la seguridad y fortaleza de asumir la responsabilidad de ser el líder. Así se muestra el boyacense, que ayer precisamente reflejó la experiencia que ha ido adquiriendo, pues mantuvo la paciencia y la resistencia para elegir el momento indicado y ganar la etapa.
Con la victoria, Éiner Rubio escaló a la casilla 17 de la general, a 9’23’’ de Thomas. Santiago Buitrago sigue siendo el mejor colombiano al quedar en el puesto 13, a 5’12’’ del líder.
Hoy, etapa 14 con 193 km de recorrido entre Sierre y Casano Magnago con final en plano.
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